Con caminos distintos, los votos posicionaron a Cosse y Orsi como la renovación de líderes en el Frente Amplio hacia 2024

escribe Raúl Santopietro 
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Apenas pasaron las 20:30 horas y en la desierta peatonal Sarandí retumbó el grito: “¡Vamooooo!” de una de las integrantes del equipo más cercano de Carolina Cosse. La consultora Cifra fue la primera en dar a la exministra de Industria como la intendenta electa de Montevideo vaticinando el 21% de los votos. Luego la diaria divulgó en TV Ciudad el mismo resultado pero con el 19,4% de los votos. Y en el segundo piso del búnker de Cosse se replicaron los cánticos de triunfo combinados con un gran desahogo. El “Olé, olé, olé, olé, Cosse, Cosse” y el “¡In ten den ta!” se escuchaban cada vez más fuerte. Si bien su victoria no sorprendió porque las encuestas marcaban su favoritismo, no partió en punta al comenzar la campaña y hasta que no se conocieron los primeros resultados entre la dirigencia frenteamplista se tenía la percepción de que cualquiera de los tres candidatos podía ganar. Unos minutos después, la intendenta electa bajó por las angostas escaleras de su sede con una sonrisa rebosante de felicidad para dirigirse a la Huella de Seregni.

A unos 50 kilómetros, en la plaza de Canelones, Yamandú Orsi cerraba un día de festejos, sin sorpresas ni sobresaltos. Su gestión en el gobierno municipal y un buen manejo de la interna del Frente Amplio canario le permitió llegar al domingo 27 sin competencia: fue candidato único y obtuvo 50,2% de los votos, duplicando a los del Partido Nacional y superando ampliamente a todos sus competidores juntos. La ventaja le permitió planificar detalles que lo ubiquen trascendiendo al Frente Amplio, como que al momento de dar su discurso de ganador flameara detrás suyo el pabellón nacional. Quizá el único momento fuera de lo planificado fue la demora del expresidente José Mujica, que lo obligó a prolongar su discurso. Finalmente Mujica llegó y selló su espaldarazo hacia el futuro.

La renovación de liderazgos es un concepto que en los últimos años se repite permanentemente entre la dirigencia frenteamplista. Se planteó previo a las elecciones nacionales, resonó fuerte luego de la pérdida del gobierno y tras los resultados de los comicios departamentales parece encontrar una respuesta hacia 2024 en dos ganadores: Orsi y Cosse.

Los votos en los departamentos de mayor población en Uruguay les dieron el respaldo para colocarse como las principales figuras hacia las próximas elecciones. “La fórmula ya está, ahora hay cuatro años para definir el orden en que va cada uno”, graficó un legislador frenteamplista.

Foto: Nicolás Der Agopián / Búsqueda

“Aprendí mucho”

Cada vez que se le preguntó qué había cambiado en ella desde la campaña para las elecciones internas hasta el domingo 27, Cosse respondió: “Aprendí mucho”. Y la realidad es que la exministra de Industria demostró a lo largo de este proceso de dos años que adquirió un mayor manejo político y que tomó decisiones que fueron claves para ser electa intendenta de Montevideo.

El primer gran paso lo dio a fines de 2018 cuando se lanzó como precandidata a la presidencia para competir con Daniel Martínez y los hoy senadores Óscar Andrade y Mario Bergara. En aquel entonces su nombre fue respaldado por pequeños sectores como De Frente, Partido Socialista de los Trabajadores, Rumbo de Izquierda, y luego por el sector más importante en la coalición de izquierdas, el Movimiento de Participación Popular (MPP). Desde un principio el sector liderado por José Mujica acordó con Cosse que la acompañarían hasta las elecciones internas y que ambos harían dos campañas independientemente entre sí. Cosse no sería la candidata del MPP. La imagen de ingeniera, severa y de poco contacto con la gente, era una de las críticas que recibía la exministra y los politólogos sostenían que ese era un aporte que el MPP podría darle.

En su comando político, integrado por referentes de los sectores que la respaldaban, hubo diferencias por considerar que no tomaba un perfil definido. Dirigentes que la acompañaron en ese entonces dijeron que no logró encontrar cuál era su diferencial entre los demás candidatos y que le faltó roce con la militancia. Finalmente obtuvo el 27% de los votos y quedó segunda detrás de Martínez.

Con los votos como argumento, Cosse esperó que Martínez la eligiera como su compañera de fórmula. Sin embargo, el exintendente nunca la tuvo entre sus posibilidades y optó por Graciela Villar. La exministra de Industria se abocó, entonces, a preparar su estrategia hacia las elecciones de octubre. Primero dialogó con el MPP, pero el apoyo hacia las internas no se reflejó luego en impulsarla en su lista al Senado. Cosse buscaba un lugar de relevancia para asegurar su banca de senadora y tener visibilidad. Lo que ofrecía el sector no fue suficiente y la exministra realizó una jugada arriesgada: aliarse con el Partido Comunista y aspirar a que el sublema obtuviera dos senadores —algo inédito para los comunistas en las últimas elecciones— porque si no, quedaría fuera del Parlamento.

Arriesgó y le salió bien. Fue senadora y desde allí se posicionó como una de las voces de contrapeso del gobierno. Tanto ante la Ley de Urgente Consideración como en el manejo de la pandemia Cosse tuvo un discurso duro contra el presidente Luis Lacalle Pou y eso fue bien recibido entre los frenteamplistas, que encontraron en ella el reflejo de lo que sentían muchos tras la derrota electoral.

La falta de contacto con la gente que le achacaron en las internas fue un aprendizaje adquirido para la campaña departamental, pero que se desarrolló antes. Luego de que el Frente Amplio perdiera el balotaje, Cosse salió a recorrer comités de base y a dialogar con la militancia sobre los motivos de la derrota. Y lo mismo siguió haciendo una vez que confirmó que competiría por ser la intendenta de Montevideo. Apoyada en la estructura y la cercanía que tiene el Partido Comunista en el territorio, fue la candidata que más encuentros realizó y supo combinar cientos de recorridas por los barrios con decenas de reuniones con colectivos de todo tipo —empresariales, de vecinos, de movimientos sociales, etcétera—. Fue quien mejor comprendió el sentir de los frenteamplistas y endureció sus críticas al gobierno nacional.

La candidata opositora, Laura Raffo, la eligió para intentar polarizar la elección entre ambas y Cosse lo aprovechó. Así, mientras Martínez perdía pisada según las encuestas y caía en intención de voto y Álvaro Villar crecía, Cosse consolidó su liderazgo en las últimas semanas hasta concretar su victoria el domingo 27.

Foto: Nicolás Der Agopián / Búsqueda

Candidato cantado

El camino de Orsi fue más tranquilo y su aplastante triunfo sirvió para confirmarlo oficialmente como uno de los nombres a renovar los liderazgos del Frente Amplio. Su gestión en la Intendencia de Canelones fue aprobada por más del 60% de los canarios y eso llevó a mediados de 2018 a que Orsi fuera nombrado como uno de los posibles candidatos a la presidencia.

Tanto él como su sector, el MPP, consideraron que “no era el momento” y sus aspiraciones se encauzaron en ser reelecto en Canelones. Su figura continuó ganando espacio con el apoyo de Mujica, quien lo identificó como uno de sus “pollos” . Luego vinieron las elecciones nacionales y el golpe de la primera vuelta, donde la posibilidad de continuar en el gobierno nacional pareció esfumarse. Sin embargo, y pese al mal resultado, Orsi logró anotarse un punto en la remontada que tuvo el Frente Amplio hacia noviembre siendo el jefe de campaña. Por un lado, dejó la intendencia para aportar a la fuerza política en un momento crítico. Y por otro, no quedó identificado con el fracaso electoral.

Desde ese momento Orsi se enfocó en la reelección. Su figura consolidada en el departamento logró sin mayores esfuerzos que todo el Frente Amplio se alineara tras su candidatura única con el triunfo asegurado, según las encuestas. Y al mismo tiempo, logró ampliar su perfil a escala nacional siendo uno de los primeros dirigentes en hacer autocrítica. En diversas entrevistas habló de los problemas de inseguridad, de los errores y las malas señales que tuvo el último gobierno de Tabaré Vázquez y que se cometieron en la campaña electoral. Y también dejó claro que no rehúye y le entusiasma la posibilidad de postular para ser presidente.

Con ese mensaje, alternando en lo local y lo nacional, sumado al respaldo del MPP, Orsi volvió a ser electo en Canelones y quedó bien posicionado hacia 2024.

Foto: Nicolás Der Agopián / Búsqueda

El sucesor de Astori

La primera oratoria de Cosse tras llegar a la Huella de Seregni fue en una conferencia de prensa. Agradeció a sus competidores y mencionó saludos en medio de una felicidad que la desbordaba. A unos metros de allí, sentado sobre una pequeña mesa, notoriamente cansado, con la bandera del Frente Amplio en su cuello y rodeado de su equipo más cercano, Martínez recibía abrazos de aliento sin dejar de responderles con su tradicional “vamo’ arriba”. El exintendente de Montevideo terminó tercero en la interna frenteamplista, con 11,7%, lejos de lograr la reelección y con él se arrastró también a quienes auguraban que su triunfo garantizaría los equilibrios internos en la coalición de izquierdas.

El bajo porcentaje de votos también pega en la figura de Martínez como la persona que pudiera encauzar la renovación del ala identificada con la socialdemocracia y dejó abierta la interrogante de quién ocupará ese espacio. Entre los nombres que surgen con ambiciones de ser el sucesor de Danilo Astori aparece el exministro de Economía Pablo Ferreri —que pretendía ser candidato pero desistió cuando Martínez se presentó—. Bergara, que impulsó la candidatura de Álvaro Villar, consolidó su figura marcando con votos su lugar en el Senado, pero su primer intento de reunir a los sectores “moderados” tras su postulante a la Intendencia de Montevideo fracasó. El exsenador Rafael Michelini, hoy secretario político del Frente Amplio, también aparece como uno de los nombres que podría ocupar ese espacio desde la orgánica de la fuerza política. Y hay dirigentes que ven con buenos ojos la figura de Villar, aunque el excandidato definirá en las próximas horas, en un asado con sus más cercanos, cuáles serán sus primeros pasos tras la derrota electoral.

Información Nacional
2020-09-30T23:42:00