La amplia mayoría de los celulares en plaza no están preparados para aprovechar la tecnología 5G, estima un experto

REDACCIÓN  
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La tecnología 5G puede verse como una nueva carretera, larga, sin curvas ni cruces, pavimentada de manera perfecta, iluminada y que permite pasar largamente los 100 kilómetros por hora. Es más: el acelerador se va solo. Para transitar ahí, entonces, hace falta un vehículo a tono: veloz, estable, repleto de prestaciones idóneas para semejante ruta. Y caro.

Desde hace casi dos años que el gobierno prepara el terreno para la subasta de espectro en la banda de 3,5 GHz para el despliegue de la tecnología 5G. La Unidad Reguladora de los Servicios de Comunicación (Ursec) presentó en febrero un borrador del pliego de la subasta a las empresas interesadas. “El próximo paso es la subasta del 5G”, anunció el presidente Luis Lacalle Pou en su discurso ante el Parlamento del jueves 2 de marzo al hablar del capítulo de telecomunicaciones.

La llegada de esta nueva generación es promocionada como una revolución tecnológica jamás vista para la telefonía celular. Pero la percepción de esa revolución será lenta para los usuarios particulares. Todavía no está la carretera: los tres bloques de 100 MHz que el gobierno pretende subastar en abril más el correspondiente despliegue de antenas.

Y tampoco sobran los “autos”. En Uruguay apenas el 10% de los teléfonos celulares en plaza hoy están preparados para soportar de mejor manera esa tecnología, estimó a Búsqueda el director de Segmento Masivo de Movistar, Fernando Leis. Los que están prontos para hacerlo son los móviles de alta gama, como los iPhone 13 o 14 o los Samsung S22 o S23, con chips, transistores y capacidad de procesamiento para sostener el 5G.

Estos aparatos ya están en plaza y rondan los US$ 1.000. Sin embargo, sostuvo Leis, a partir de US$ 400 ya puede conseguirse alguna terminal que pueda soportar el 5G.

“Eso es algo que siempre ocurre con las nuevas tecnologías. Los celulares que la soportan son los de alta gama. Luego, a medida que el uso se difunde, comienzan a aparecer otros que sean útiles en las gamas más bajas. Esto es una práctica habitual de la industria. Al principio, el 5G va a ser interesante solo para los fanáticos de la velocidad, los primeros consumidores, los llamados early adopters”, dijo por su lado el ingeniero Sergio de Cola, exdirector nacional de Telecomunicaciones.

Una vez que la red se active, estos equipos idóneos tendrán la capacidad de conectarse a esa red. “Lo que las empresas de telefonía celular van a tener que hacer es un proceso de homologación técnica del software”, indicó Leis. Esto, un proceso muy rápido, es básicamente la actualización del sistema informático del móvil.

La tecnología 5G representa para los usuarios una velocidad mucho mayor. Si con un equipo que se maneja con la tecnología 4G, la predominante hoy, se va de 60 a 80 megabytes por segundo, aquí se pueden alcanzar los 400 o 500, según la zona y la distancia a la radiobase más cercana, según Leis. El otro cambio más notorio es una menor latencia, que es el tiempo de respuesta entre la orden que da el operador y la devolución de la red. Esto, ahora reducido a milisegundos, es particularmente útil en el campo industrial e incluye la capacidad de manipular robots y vehículos a distancia.

Los expertos consultados coinciden en que el 4G, que supuso la consolidación del tráfico de datos en los teléfonos celulares, aún vivirá y luchará por mucho tiempo. Hay una razón obvia: su velocidad y capacidad aún es muy buena para la vida actual. La diferencia comenzará a verse cuando comiencen a desarrollarse nuevas aplicaciones y servicios, basados en realidad aumentada e Internet de las cosas, que requieran más velocidad y capacidad que las que hoy se ven. Es acá cuando aumentará el interés y las terminales comenzarán a abaratarse.

El 2G, con el fin del celular tamaño ladrillo, el pasaje de lo analógico a lo digital y la capacidad de mandar mensajes de texto, está desapareciendo en todo el mundo. Pero ni el 4G y tampoco el 3G —la llegada de los smartphones— no serán barridos por el 5G. Los expertos señalan que más que una vía que los sustituya se trata de una autopista nueva, bien pavimentada, para vehículos de alta gama; pero seguirá habiendo rutas, calles y caminos vecinales, para autos, camiones y tractores.

Información Nacional
2023-03-08T21:28:00