En Uruguay suele decirse que la política exterior es una “política de Estado” porque, salvo excepciones, se supone que sus líneas de acción trascienden a los períodos de gobierno.
En Uruguay suele decirse que la política exterior es una “política de Estado” porque, salvo excepciones, se supone que sus líneas de acción trascienden a los períodos de gobierno.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáA lo largo de más de 400 páginas de su tesis doctoral, aprobada en 2015, el politólogo Camilo López desplegó una serie de argumentos que ponen en entredicho esa idea.
“En un sistema partidocrático y partidocéntrico como el uruguayo, la política exterior es una política de partidos y no de Estado”, opinó López en su trabajo.
El académico dijo que a la centralidad de los partidos se suma el hecho de que el servicio exterior uruguayo no es una “burocracia aislada”, como ocurrió durante décadas en Brasil.
“Los dos ministerios más viejos de Brasil son Cancillería y Justicia, que vienen desde la época del imperio. Itamaraty es de 1823, es anterior a la República, que es 1889. En Brasil tener un canciller político está fuera de la normalidad, pero en Uruguay es al revés. Eso habla muy bien de Uruguay”, dijo en diálogo con Búsqueda. Y se preguntó: “¿Por qué la política exterior debe quedar fuera del juego democrático?”
Para López, lo más preciso al hablar de política exterior es referirse a “políticas de consenso” entre los partidos.