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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl pasado día 3 de mayo se cumplieron 200 años del oficio que el general José Artigas le envió al gobernador de Corrientes, José da Silva.
“Yo deseo que los indios en sus pueblos se gobiernen por sí mismos”, afirmó el Protector de los Pueblos Libres en el referido manuscrito, que también fue recordado por el presidente Tabaré Vázquez en su discurso del 2 de marzo ante la Asamblea General.
Casi un año después de aquella fecha —el 10 de febrero de 1816— en una carta al Cabildo de Corrientes Artigas vuelve a referirse a los habitantes originarios de estas tierras:
“Es preciso que a los indios se trate con más consideración, pues no es deseable, cuando sostenemos nuestros derechos, excluirlos del que justamente les corresponde. Su ignorancia e incivilización no es un delito represible; ellos deben ser condolidos más bien de esta desgracia pues no ignora V.S. quién ha sido su causante ¿y nosotros debemos perpetuarla?”. Y añade: “Es preciso que los magistrados velen por atraerlos, persuadirlos y convencerlos y que con obras mejor que con palabras acrediten su compasión y amor filial”.
Poco después, Artigas le escribe al gobernador Da Silva:
“Reencargo a Ud. que mire y atienda a los infelices pueblos indios. Yo deseo que los indios en sus pueblos se gobiernen por sí, para que cuiden sus intereses como nosotros los nuestros. Así experimentarán la felicidad práctica y saldrán de aquel estado de aniquilamiento a que los sujeta la desgracia”.
El Jefe de los Orientales reafirma, una vez más, su compromiso en la defensa de los marginados y excluidos: “Recordemos que ellos tienen el principal derecho, y que sería una desgracia vergonzosa para nosotros, mantenerlos en aquella exclusión vergonzosa que hasta hoy han padecido por ser indianos”.
Artigas no solo vivió 19 años con los charrúas desde 1780, los reconoció como los legítimos dueños de estas tierras, los incluyó en el diseño de un plan económico-social, y en su ejército revolucionario, junto a los criollos, desamparados y negros esclavos prófugos.
Dos siglos después de aquellos conceptos, las organizaciones de descendientes indígenas reivindican el lugar que sus ancestros ocuparon en el pensamiento artiguista y en la Revolución Oriental.
Los censos 2011 y 2012 del Instituto Nacional de Estadísticas revelaron que el 5% de los encuestados —unos 160.000— reconoció tener descendencia indígena y un 2.4% ser indígenas. Esto demostró que el modelo del país sin indios que soñaron algunos políticos, militares, estancieros y doctores, fracasó.
Hoy, la ADENCH y otras organizaciones indígenas de nuestro país, reclaman al Estado el reconocimiento público del genocidio de los charrúas, políticas públicas específicas y la ratificación del único convenio de la OIT que Uruguay no ha reconocido, el 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales.
Agradecidos por su atención de publicar esta misiva lo saluda cordialmente.
Gerardo Sosa
Presidente Asociación de Descendientes
de la Nación Charrúa (ADENCH)