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    Autoridades remueven a un oficial de Inteligencia que con supuestos engaños quiso involucrar a ex director de Rentas en caso de lavado

    El subcomisario a cargo de la investigación pretendió llevar como indagado al ex director de la DGI, Pablo Ferreri, con presuntos “fines espurios”

    El operativo policial estaba casi pronto. El día que el juez del caso diera la orden, 16 personas serían citadas a declarar como indagados por una presunta maniobra de lavado de activos provenientes del narcotráfico. Los oficiales del caso ya les habían anunciado a sus superiores que la operación incluiría ingresar a la Dirección General Impositiva (DGI) y llevarse esposado a su titular, que en ese momento era Pablo Ferreri.

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    Pero cuando el fiscal especializado en Crimen Organizado Juan Gómez vio las posibles citaciones, se preocupó. Después de revisar el expediente y constatar que no había méritos para involucrar a todos, retiró a Ferreri de la lista y redujo a siete la cantidad de indagados. El fiscal entendió que el ex director de Rentas había realizado una actuación profesional como contador que nada tenía que ver con el blanqueo de capitales y se quedó preocupado porque se lo vinculara a la causa con algún “fin espurio”.

    Tras conocer la situación, ocurrida a principios de junio, las autoridades de la Policía removieron de la Dirección General de Información e Inteligencia (DGII) a uno de los dos oficiales del caso, el subcomisario Leonardo González, porque habría intentado “engañar” a sus superiores y al juez de la causa con el objetivo de involucrar a Ferreri, dijeron a Búsqueda fuentes policiales, judiciales y políticas.

    Conexión peruana.

    El 25 de julio del 2012 la DGII informó al Juzgado especializado en Crimen Organizado sobre la presunta participación del empresario uruguayo Sergio Hermida en una maniobra de lavado de dinero del narcotráfico proveniente de Perú.

    Durante la investigación se constató que entre 2006 y mediados del 2007 Hermida recibió más de 256 giros de dinero por un monto total de varios millones de dólares, según consta en la resolución por la que el juez Néstor Valetti procesó al empresario con prisión por el delito de lavado de activos y a su esposa por asistirlo en ese crimen.

    La investigación de Inteligencia comprobó que el dinero que recibía Hermida, y que le permitió comprar diversos bienes, provenía de fondos obtenidos mediante hechos de corrupción y narcotráfico, desarrollados por una organización encabezada por Vladimiro Montesinos, ex asesor del ex presidente peruano Alberto Fujimori.

    Revisión.

    En el marco de la investigación, los oficiales del caso detectaron que Ferreri había trabajado como contador para Hermida. Según informó “El País” el 8 de junio, días después del procesamiento, el ex director de Rentas trabajó en el cambio del empresario entre mayo y diciembre de 2008 y entre fines de 2009 y principios de 2010.

    Ferreri declaró como testigo en el caso. Como muestra de que nada lo vinculaba con Hermida, dijo ante los investigadores que en 2013, cuando dirigía la DGI, presentó una denuncia penal contra el empresario por una supuesta maniobra de defraudación tributaria. Fuentes vinculadas al caso dijeron a Búsqueda que existe una escucha —el empresario tenía el teléfono intervenido por orden judicial— en la que el titular de Rentas incluso critica a Hermida por esas presuntas irregularidades tributarias.

    En un punto de la causa los oficiales de Inteligencia intentaron que el juzgado citara como indagado a Ferreri, dados sus vínculos con el empresario. Las autoridades de la Policía y varios operadores judiciales sostienen que uno de los investigadores intentó “engañar” al director de Inteligencia, José Colman, y al juez Valetti para lograr involucrar a Ferreri.

    De acuerdo con esa versión, el subcomisario González le transmitió a Colman que el juez Valetti consideraba que había fundamentos para procesar a Ferreri, cuando eso no era cierto. Por otra parte, el mismo oficial le aseguró al magistrado que el director de Inteligencia creía que había pruebas suficientes contra el director de Rentas.

    En los primeros días de junio el juez se reunió con los dos oficiales del caso y con una asistente que representaba al fiscal Gómez, que estaba de licencia participando en un curso en Costa Rica. En ese encuentro se acordó una lista tentativa de 16 posibles indagados, incluyendo a Ferreri, según el relato de los informantes.

    Cuando el fiscal y el juez libraran la orden, los oficiales de Inteligencia tenían previsto ingresar a las oficinas de la DGI para llevarse a Ferreri, esposado, rumbo al juzgado.

    Pero cuando el fiscal Gómez volvió de su viaje y vio lo que estaba ocurriendo decidió actuar con celeridad, dijeron las fuentes. Revisó el expediente y decidió que “no había mérito” para indagar a Ferreri.

    El interés de los oficiales de Inteligencia, en particular de González, en incluir al director de Rentas —hoy uno de los principales asesores del candidato presidencial Tabaré Vázquez— como indagado sin tener pruebas suficientes, generó preocupación y sospechas en ámbitos judiciales, políticos y policiales.

    Para las autoridades de la Policía, González intentó “engañar” a todos con un fin que aún no conocen. “Todavía no está claro qué intencionalidad tenía detrás, pero seguro que iba a generar un hecho político y un conflicto institucional”, sostuvo uno de los jerarcas.

    Las autoridades resolvieron remover a González de Inteligencia y dejarlo sin destino hasta que se profundicen las investigaciones sobre su actuación, dijeron las fuentes consultadas ayer miércoles 8 por Búsqueda.

    Por tratarse de un caso de perfil alto, varios operadores judiciales y de la Policía dijeron a Búsqueda que la actuación del director de Inteligencia tampoco fue buena. Sostienen que debió “estar más arriba del tema”, lo que “habría evitado” el problema.

    Pese al incidente, fuentes judiciales aclararon que la investigación por el presunto caso de lavado de activos continúa “a buen ritmo” en el juzgado de Crimen Organizado y que está en manos de otro oficial de Inteligencia.