En 2013 Uruguay dio un paso disruptivo al convertirse en el primer país en legalizar la producción y el consumo de cannabis medicinal, industrial y recreacional. Y si bien el sector no llegó a colmar las expectativas generadas al inicio del proceso, las oportunidades para el desarrollo del rubro siguen siendo promisorias y cada vez más empresas apuestan a sus aplicaciones en el área de los alimentos, las bebidas y los textiles, entre otros usos.
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Es en ese contexto que desde comienzos del actual período de gobierno la Intendencia de Canelones (IDC) trabaja en el fomento y la promoción de las pequeñas industrias del sector cannabis y cáñamo. Y hoy el departamento canario es el único de todo el país que ha permitido la comercialización de alimentos derivados que están amparados en lo establecido en el Reglamento Bromatológico Nacional, en el cual se deben inscribir los productos alimenticios habilitados para su venta en Uruguay.
“Es una línea diferencial del gobierno de Canelones que apunta a generar y consolidar puestos de trabajo y reposicionar al país en este sector”, explicó a Búsqueda Martín Mercado, director de Desarrollo Industrial y Comercial de la comuna.
Según indicó, Canelones es el departamento que ha tenido mayor cantidad de licencias para cultivos. Hoy cuenta con 19 empresas habilitadas para sembrar cáñamo (para la venta de flores) y otras cinco autorizadas para la industrialización de productos (como extractos), señaló Mercado con base en datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). Sin embargo, la IDC también habilitó en 2023 a la empresa Goland, vinculada a la industria de alimentos derivados del cáñamo, algo inédito hasta el momento en el país.
“Sabíamos que el decreto N° 19/020 (el Reglamento Bromatológico Nacional), que afecta a las 19 intendencias, habilita la producción de productos como la harina, la proteína, el aceite, la semilla y los granos de cáñamo sin THC. Todas las intendencias pueden hacerlo, pero Canelones tomó la iniciativa de habilitar los productos o derivados que estén enmarcados en ese decreto, que es donde puede incidir”, explicó.
Dijo que esta política ha tenido “buenos resultados”, ya que hoy Canelones cuenta con “la primera y única empresa habilitada en Latinoamérica” de productos derivados de cáñamo sin THC que produce granos, harina y aceite. Además, ya hay otras empresas en proceso de habilitación y esperan en breve autorizar nuevos productos, señaló.
Para obtener la habilitación del gobierno de Canelones, las empresas deben atravesar el mismo proceso que cualquier emprendimiento alimentario, al presentar su registro bromatológico y el registro del producto. Pero además, al ser un producto derivado del cannabis, la comuna solicita un análisis técnico que demuestre que no contiene componentes psicoactivos, ni THC ni CBD.
En esa línea, algunas empresas también han decidido instalar su producción en el departamento canario, ya que otro de los requisitos para obtener la habilitación es que parte del proceso productivo tenga lugar en Canelones —al igual que exigen el resto de las intendencias para autorizar un alimento—. Por ejemplo, la empresa de cerveza artesanal Mastra decidió mudar toda su infraestructura en 2023 con el fin de producir una bebida aromatizada con terpenos de cannabis.
“Eso ha sido beneficioso para el departamento, porque genera puestos de trabajo y fortalece el tejido productivo. Vemos mucho futuro en este sector y creemos que es una vía de escape y de mejora para la rama de los alimentos”, puntualizó Mercado.
Justamente, mencionó que Brasil está dando los primeros pasos en lo que refiere a abrir el espectro de productos alimenticios derivados del cáñamo habilitados actualmente, algo que “todo el sector ve con grandes expectativas” al tratarse de un nicho de “25 millones de personas”.
“Hay un mundo de oportunidades. Los derivados son considerados superalimentos y cada vez más empresas nos consultan por la habilitación de distintos productos”, comentó Mercado. Sin embargo, explicó que aún la exportación se ve limitada por la reglamentación de los países vecinos, que todavía no se encuentran en la misma etapa que la uruguaya, lo que dificulta el ingreso de determinados productos.
“Desde la IDC quisimos demostrar que no se trata solo de cannabis medicinal, que hay otros productos como el textil, que aún no se ha explotado en Uruguay. Estamos trabajando con algunas cooperativas en ese sentido, porque es algo que va a tener un gran futuro, como ha pasado en Europa y Estados Unidos”, señaló el director.
Nuevos públicos
En 2019 dos socios vinculados al rubro agrícola y al e-commerce unieron fuerzas para embarcarse en el desarrollo de la industria de alimentos a base de semillas de cáñamo sin THC en Uruguay. Y cinco años después, habilitados por la IDC y con su planta industrial instalada en el departamento, Goland lanzó al mercado diversos productos, entre los que se encuentran la proteína de semilla de cáñamo —una de las proteínas vegetales más demandadas en rubros como el fitness—, las semillas descascaradas y el aceite de semilla de cáñamo.
Uno de los socios fundadores de Goland, Rodrigo Gómez, dijo a Búsqueda que la comuna prevé habilitar además otro tipo de derivados de la semilla, como barras de cereal y leche vegetal. Se trata de productos en los que la empresa prevé incursionar al obtener recientemente la aprobación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación para llevar adelante un proyecto presentado, junto con la Fundación Latitud y Simpla, para producir leche vegetal, una hamburguesa y una barra de cereal a base de semillas de cáñamo o derivados. Además, el proyecto permitirá realizar “pequeños ensayos” de diferentes variantes para productos que se deriven del tallo o la fibra, agregó Gómez.
Consultado respecto al consumo de estos alimentos en Uruguay, el empresario dijo que si bien el mercado es algo pequeño, los derivados de cáñamo son cada vez más buscados por su buen balance nutricional. Además, son alimentos veganos y sin gluten, por lo que también cada vez más personas los eligen. “Es una proteína muy completa, ya que posee todos los aminoácidos esenciales; en ese sentido también vemos un crecimiento, aunque no dejamos de ser un producto de nicho”, explicó.
Y sobre las principales dificultades que enfrenta su sector en Uruguay, Gómez dijo que hay países que aún no contemplan en su regulación que se autorice la comercialización de ese tipo de productos. “Hay algunos países que ya los están recibiendo, así que nuestro próximo paso es salir a la región”, comentó.
Además, afirmó que el sector privado uruguayo “recién ahora está poniendo el foco en el tema de los alimentos, las fibras, los bioplásticos y la energía” a partir del cáñamo, ya que se había centrado sobre todo en el cannabis medicinal.
“Nuestro foco es seguir impulsando la industria del cáñamo y de los alimentos y promover que las personas los incorporen a su dieta, que se saquen el miedo”, indicó. Además, se trata de un producto de industria uruguaya con alto valor agregado que permite al país posicionarse en el mundo con un alimento a consumidor final de alta calidad, agregó.
Por su parte, el director general de Desarrollo Económico de la IDC, Álvaro Suárez, dijo a Búsqueda que los productos derivados “tienen una amplitud de posibilidades de uso enorme”, desde “pastas y aceites de oliva saborizados hasta gin sativa o snaks salados”. Es así que opinó que “se están desperdiciando potencialidades en Uruguay” en la producción de esta planta, razón por la que la IDC pretende apoyar el desarrollo de esta industria, que genera mucha mano de obra, permite la explotación en pequeños predios y podría posibilitar nuevas exportaciones.