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    El instinto del candidato del oficialismo les ganó a los peores pronósticos; quiere ser el presidente con más votos de la historia

    Los pibes estaban borrachos. El ingenio juvenil había logrado evadir la veda electoral y ahora tenían que hacer tiempo para llegar a sus casas lo más sobrios posible. Un par de latas de energizantes y el descanso en el cordón de la vereda a metros de la casa del candidato a la Presidencia, Tabaré Vázquez, fue la solución. Eran las siete de la mañana del domingo 26 de octubre y el silencio en el Prado solo era interrumpido por los pájaros y la música de los celulares de la barra de los cinco chicos. “¡Ahí sale el Taba!”, gritó uno de ellos y los medios de comunicación que hacían guardia se rearmaron en la puerta.

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    El ex presidente recorrió su jardín, sin apuro y con mucha tranquilidad. Olfateó un par de rosas de su cosecha y dedicó unos minutos para los periodistas antes de ir a votar. Se lo notaba descansado y así lo confirmó: “Dormí como los dioses” dijo, y explicó que se debía a su experiencia en elecciones nacionales.

    Esa misma experiencia fue a la que el candidato apeló para transmitir tranquilidad a la dirigencia frenteamplista para explicarles que las movilizaciones que estaba observando en todo el país eran más importantes que las registradas en 2004. En esa elección la coalición de izquierda ganó por primera vez en la historia y en primera vuelta.

    Vázquez dejó de cuestionar públicamente las encuestas, pero en las conversaciones informales con su equipo afirmaba y reafirmaba que no podía entender cómo la realidad estaba tan lejos de lo que decían las consultoras.

    Al final de la noche del domingo él fue el gran ganador y las encuestadoras las principales derrotadas. Las estimaciones más optimistas marcaban un techo de 45% de intención de voto. El estado de ánimo en los frenteamplistas no era bueno. “Ojalá salga (Pablo) Mieres senador así negociamos con el Partido Independiente”, comentó a Búsqueda uno de ellos en el acto de cierre de campaña el jueves 23. 

    El domingo, Vázquez no cambió su rutina para los días de votación: fue temprano al Club Arbolito en La Teja a sufragar, visitó a su hermana y volvió a su casa para comer un asado en familia.

    En cambio, para su compañero de fórmula, Raúl Sendic, sí fue un día especia; no solo por poner en juego su posibilidad de llegar a la Vicepresidencia, sino que además su hija votaba por primera vez. Se lo notó muy emocionado pero aseguró estar tranquilo. Contó que el día anterior había salido a caminar por la rambla para bajar la ansiedad. “Mirá ese hombre que esta pescando. Si saca un pez ahora ganamos la elección”, le comentó a uno de sus compañeros. No pasaron unos minutos que el hombre había logrado la pesca.

    Dientes apretados y “golazo”.

    El bunker del Frente Amplio se instaló en la Huella de Seregni, la parte nueva de la sede partidaria sobre la calle Germán Barbato. Allí también estaba armado su centro de cómputos.

    Desde temprano y hasta pasadas las ocho de la noche las caras de los dirigentes no eran de felicidad. Pidieron silencio cuando los canales transmitieron la llegada del postulante blanco, Luis Lacalle Pou, a su comando en el hotel NH Columbia. Lo miraban con cierta rabia. Creían y comentaban que les podía ganar la elección. La preocupación era real.

    La misma inquietud tenía la fórmula al salir para la sede frenteamplista. Cuando llegaron los dos estaban convencidos de que la votación iba a ser en torno al 43%. Por eso se sorprendieron cuando los encargados del centro de cómputos les informaron que los ubicaba en el 48%. Los datos se manejaban con suma reserva y quienes no conocían la metodología desconfiaban de los mismos. Es que eran muy distantes de lo que marcaban las encuestadoras.

    El centro del Frente Amplio utilizó información de 294 circuitos con 50 votos cada uno. Instalaron una pantalla en la oficina de Presidencia donde aguardaba la fórmula y los colaboradores más cercanos. Allí se recibía la información procesada on line

    A las 20:30, cuando los canales empezaron a dar los primeros números del partido de gobierno que no superaban el 45%, en ese centro ya manejaban un 47,1%. En ese momento algunos dirigentes se comunicaron telefónicamente con responsables de la consultora Equipos Mori, que fue la contratada por el oficialismo. “Los números que tienen están mal. Se están equivocando”, le transmitió uno.

    Vázquez y Sendic pidieron explicaciones a los responsables del centro; tenían cierta desconfianza porque la diferencia con las encuestadoras seguía siendo grande. Les informaron que nunca se habían equivocado con su metodología, pidieron cautela y esperaron a que las consultoras en la televisión fueran corrigiendo los datos.

    La euforia se desató cuando las encuestadoras confirmaron que los blancos y colorados no tenían la mayoría parlamentaria. Y fue creciendo al tiempo que veían que la cifra del Frente Amplio aumentaba y se acercaba a la mayoría parlamentaria, algo que durante toda la jornada nunca estuvo en los planes ni del más optimista. 

    A las 22.21 la fórmula bajó al salón preparado y los festejos terminaron de explotar. Después de unas breves palabras, Vázquez dijo que el discurso central sería en la Avenida 18 de Julio, con la gente.

    Los militantes no estaban preparados para festejar y hasta las 21 horas no había nadie en el lugar previsto. La mayoría llegó a último momento. “Esto es medio histórico”, comentó aliviado el ex vicepresidente Rodolfo Nin Novoa al ex director de AFE León Lev. “Esto es un golazo de media cancha”, le respondió.

    El discurso en la 18 de Julio arrancó con el clásico “Festejen, uruguayos, festejen” dicho por el presidenciable. Pero la celebración fue mesurada esta vez porque aún falta el balotaje. “Tenía la impresión de que ganábamos en primera vuelta. No fue así. Me equivoqué y cabe reconocerlo”, añadió Vázquez y prometió que la mayoría parlamentaria no será utilizada para imponerse a nadie. Recordó que quienes disputaran ese balotaje tienen “su historia, tradición y pasado” y por eso los uruguayos deberán elegir si quieren seguir la senda planteada por el Frente Amplio o cambiar.

    “No nos detenemos”.

    Los únicos que festejaron hasta entrada la madrugada fueron el grupo de la juventud frenteamplista que se reunió en la sede del “No a la baja” de la edad de imputabilidad penal adolescente. Una muchachada terminó bailando cumbia y reggaetón en la calle, y cantando el tema de Lucas Sugo “Cinco minutos”.

    El equipo de trabajo de Vázquez se fue a descansar después del acto en 18 de Julio. Es que para la tarde del lunes 27 ya estaba convocada una reunión del comando de campaña en el Hotel Four Point de cara al balotaje del 30 de noviembre.

    Vázquez llegó a las 17:47 y en el camino a la sala de reuniones el conserje del hotel lo paró para felicitarlo. El intercambio del equipo duró casi dos horas. En la mesa central se ubicó el candidato y a sus costados Sendic y la presidenta del Frente Amplio, Mónica Xavier. La fórmula pidió una copa de jugo de naranja mientras que Xavier solo tomó agua.

    En los costados se armaron dos mesas largas. A la derecha del candidato se sentaron sus secretarios personales Nancy Rey y Eduardo Bandeira, Juan Andrés Roballo, Marina Arismendi, Pablo Ferreri, Víctor Rossi, el encargado de Comunicación José Luis Veiga, María Julia Muñoz, Azucena Berruti, Julio Baraibar, Eduardo Bonomi, Jorge Vázquez y Juan Salgado. En la mesa a la izquierda de Sendic se ubicaron Miguel Ángel Toma, Álvaro García, Ariel Bergamino, Miguel Brechner, Gustavo Leal, Macarena Gelman, Carlos Gamou, el secretario personal de Sendic, Daniel Fernández, los dos delegados de los jóvenes frenteamplistas —Gerónimo Olmando y Daniela Buquet—, el publicista Claudio Invernizzi y los representantes de comunicaciones de la coalición Pablo de los Reyes y Jimena de los Campos.

    Para esta ocasión no estuvieron presentes los vicepresidentes del Frente Amplio, Juan Castillo e Ivonne Passada, que sí habían asistido en anteriores convocatorias. Tampoco fue invitado el diputado de Asamblea Uruguay Carlos Varela. Eso molestó al “astorismo” y fue interpretado como un desplazamiento del sector liderado por Danilo Astori.

    A la salida, Xavier declaró que en la reunión todos coincidieron que la elección no está ganada por más que la diferencia entre el partido de gobierno y el resto sea de cinco puntos porcentuales. Esto ante una hipótesis muy desfavorable para el Frente Amplio donde no consiga ningún nuevo votante, lo cual es muy poco probable.

    “Aún falta la instancia definitiva y nos lleva a que no nos detengamos y sigamos trabajando para lograr el objetivo. No consideramos que esto ya está ganado por una mayoría parlamentaria y un porcentaje muy significativo que se ha obtenido”, señaló.

    Más fuerza.

    En el equipo de Comunicación y Publicidad del Frente Amplio no había dudas que la elección se dirimiría en un balotaje. Por eso el publicista Claudio Invernizzi ya tenía preparada la nueva campaña para el jueves 23, día en que la formula de la coalición cerró la campaña en el acto en la rambla frente al Club de Golf de Punta Carretas.

    La decisión fue apostar por las “ideas fuerza” manejadas por Vázquez en estos meses, pero reforzarla con actores de la cultura uruguaya y la participación de los jóvenes. El segundo punto ya se observó el domingo de la elección: después del discurso del candidato en el escenario montado sobre la Avenida 18 de Julio, los jóvenes que comandaron la campaña “poné Tercera” coparon el tablado con camisetas con la leyenda “Tabaré presidente” y banderas uruguayas. Desde ese día, el Frente Amplio dejó a un lado los colores rojo, azul y blanco, para suplantarlos por los del pabellón patrio y enviar un mensaje extrapartidario.

    A su vez, se decidió mantener el slogan “Uruguay no se detiene”, aunque agregándole la frase “Llevamos certezas. Tabaré presidente”, que ya ha sido impresa en folletería y comenzó a repartir por el equipo del Frente Amplio.

    El jingle también se mantendrá, pero se le dará “más fuerza” en la música para esta nueva etapa de la campaña, explicaron a Búsqueda las fuentes del comando. Ese “plus de fuerza” que se intenta buscar será logrado con la suma de varios artistas interpretando la pieza. Entre ellos están Mario Carrero (del dúo Larbanois & Carrero), Yamandú Cardozo (de la murga Agarrate Catalina), Leonard Mattioli (de la banda de hip hop La Teja Pride), Gustavo Montemurro y Martín Ibarburu (ambos integrantes de la banda de Jaime Roos), Pablo Abdala (quien fue el baterista original de la banda de rock No Te Va Gustar), Jorge Trasante (percusionista del fallecido Eduardo Mateo), Pepe Guerra (de Los Olimareños), Gerardo Nieto, los músicos de Bola Ocho, Samantha Navarro, Patricia “Pata” Cramer, Maia Castro, Tabaré Rivero, Ana Prada, Cristina Fernández y Washington Carrasco, y Freddy el “Zurdo” Bessio, entre otros. 

    La intención es presentar una reinterpretación del jingle.

    Además, apuntarán a un “discurso inclusivo”. Por eso el pabellón nacional estará presente en cada pieza publicitaria y aparición de la fórmula.

    Si bien descartaron realizar una nueva gira “pueblo a pueblo”, Vázquez y Sendic harán campaña no solo en las áreas metropolitanas, sino también en algunos departamentos del interior. 

    Los discursos apuntarán a tres grandes líneas: “las certezas” que ofrece el Frente Amplio, “la seguridad” pública y un país con un nivel de desarrollo “nunca visto”, dijeron las fuentes. Así fue resuelto en el comando y se reafirmará este viernes 31 cuando se vuelva a reunir el grupo de trabajo.

    No se están considerando acuerdos electorales políticos, pero sí resolvieron buscar “acuerdos ciudadanos”. Bajo ese título la fórmula se reunirá con organizaciones sociales y civiles para comenzar a preparar el “diálogo nacional” que Vázquez pretende convocar si gana las elecciones. La idea ronda los acuerdos alcanzados en España en el llamado Pacto de la Moncloa, explicaron a Búsqueda las fuentes del equipo de trabajo. 

    Otra de las herramientas a las que apelarán es a las teleconferencias similares a las que la fórmula realizó en la campaña para la primera vuelta y que lograron frenar —así lo evaluó el comando— la caída en la intención de voto que marcaron las encuestas.

    “Gurí porfiado”.

    En el entorno de la fórmula, así como en el circulo familiar de ambos, está el convencimiento de que es imposible perder. Pero no quieren transmitir que están confiados y por eso en el comando el candidato dejó en claro que se deberá trabajar “con humildad y serenidad”, y la idea de que “la elección aún no está ganada”.

    “Vázquez dijo en todo momento que no había que vender la piel del oso antes de cazarlo y eso seguirá siendo así”, dijo a Búsqueda uno de sus más cercanos colaboradores. La fuente comentó que “ahora es momento de escucharlo”, porque cuando las encuestadoras marcaban un escenario negativo para el partido de gobierno le aconsejaron dejar de decir públicamente que se obtendría la mayoría parlamentaria. Vázquez lo rechazó siempre. Y en su círculo más íntimo se afirmaba que ganarían de esa forma. “Es un gurí porfiado”, admitió el informante a las risas. 

    Una semana antes de las elecciones el candidato ofreció varias entrevistas a medios televisivos. En una de ellas le comentó a la maquilladora que era una lástima ir a una segunda vuelta. “Qué sentido tiene si el domingo vamos a sacar 48%”, pronosticó Vázquez.