Sr. Director:
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLe solicito publicar esta carta abierta al intendente de Montevideo.
Dr. Pedro Amonte
Sr. Intendente de Montevideo
Ing. Martínez
Circulo por la ciudad desde hace 70 años, las calles están identificadas por unas chapas que dicen un nombre, yo y la gran mayoría de los ciudadanos ignoramos quién fue la persona que se homenajea; pienso que eso es incorrecto y no justo. En 1974 concursé y entré en sanidad militar, desde ese entonces trabajo en la Clínica Castillo, sita en Crocker 2518 , ahora Oribe de Contucci.
Por los 80, salió el Dr. Dubra de la cana, vino al consultorio. Me le apersoné y le dije que yo era médico militar, que si uno sobraba, era yo con mucho menos trayectoria. Me contestó que no sobraba nadie, al poco tiempo me pidió que lo ayudara en las consultas cardiológicas de los que habían estado en cana.
Lo cual hice.
Lo atendí hasta los 90 y pico, en que falleció.
Una semana antes que esto sucediera, me llamó para regalarme un disco del Dr. Engler, en guitarra con alguna letras del Ñato, el cual aún guardo.
En esa clínica, la ética médica primó sobre las ideas políticas de nosotros; el dueño, más colorado que sangre de animal recién degollado, nunca objetó nada, había gente que había que ayudar.
Leyendo Historia del Uruguay descubro que la señora Agustina Oribe de Contucci (apodada la tupamara) buscado material para curar los heridos de los ejércitos libertadores de sus hermanos y Lavalleja, había obligado a un médico brasilero a venderle material médico, arguyendo que más importante que ser brasilero era cumplir con su ética médica de asistir al prójimo.
Es injusto, Sr. Intendente, que nosotros no supiéramos que estábamos cumpliendo preceptos éticos que una mujer del año 1828 tenía tan claros.
Le sugiero entonces que en su chapa diga que llegó a tener una calle por ser intendente. Le deseo que Ud. pueda hacer algo como esta mujer para ser recordado por algo trascendente y también que piense en nombrar una calle con el nombre del Dr. Jorge Dubra, hombre honorable si los hubo.
Dr. Pedro Amonte
CI 1.103.497-9