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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn lo que va del año 2015, en el puerto de Fray Bentos han operado sólo 6 buques del tipo de ultramar y un cerealero. El resto, sólo embarcaciones menores, tipo chatas, remolcadores y pesqueros.
Fray Bentos es el centro natural geográfico de una región productora de granos y forestación, del mayor volumen de la República, y su puerto ofrece las mejores posibilidades de transporte por agua.
Sin embargo, hay que remitirse a esta realidad de un buque mensual para comprender que algo no funciona.
En el período de gobierno anterior, una especie de fiebre de dragados y grandes obras nunca concretadas enredó más un sistema coordinado de transporte al que nunca se llegó y sí dejó condiciones deplorables en todas sus modalidades. Carreteras convertidas en paisajes lunares, un ferrocarril que quiso y no pudo, y una leyenda de súper puertos y dragados de canales nunca encarados con seriedad y profesionalismo.
A ello se sumó una gestión diplomática internacional de resultados negativos en todas las líneas respecto al transporte y uso de los puertos.
Un ferrocarril con escena teatral de ramos de flores, que vino, no se sabe a qué y nunca más. Una parodia.
Una actitud de cerrado nacionalismo por parte de Argentina, que no sólo no ha concluido sino que sigue un camino trazado, obliga a plantear soluciones apropiadas independientemente para intentar un funcionamiento y rentabilidad de nuestros actuales o proyectados puertos.
Tras los puertos también debe encararse la suerte de las vías navegables, canales de los ríos Uruguay y Plata, necesarios para nuestros puertos.
Cuando desde la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) se dijo que se dragaría el río Uruguay en un sistema tal, se vislumbró un único real interés del postulante a gobernador argentino: era reactivar el puerto de Concepción, parado hace mucho tiempo, como propaganda política de su postulación, y combinó un dragado conjunto en su costo, entre ambos países, cuando el gran beneficiado era ese puerto y no los nuestros que pudieron tener el resultado independientemente a menor costo.
Sin dar cabida a que aún la Argentina no aportó los fondos para la obra, mientras todo lo hecho fue por Uruguay, todo aparece como decisión por lo menos incauta.
Pero lo fundamental en atender, es quién tuvo el tino de calcular la realidad posible de captación de movimientos para el puerto de Fray Bentos.
Porque no ha venido prácticamente nadie. O sea, lo gastado en dragado va a saco roto.
¿Cuál es la política de transporte? Fray Bentos tiene ferrocarril pero no funciona adecuadamente, Nueva Palmira no tiene esa conexión y las carreteras de acceso sufren un deterioro de tenerlas que hacer a nuevo.
Las dragas estatales en Martín García han fracasado, ahora se llamó a licitación que ha sido ejecutada.
Pero la Argentina continúa con su “Rosario al Mar”, su diagrama sobre la continuidad del Canal Magdalena, y ello trae como consecuencia que el tráfico se aleja del puerto de Montevideo, y las ofertas portuarias sobre los usuarios de la Hidrovía Paraná Paraguay ya no considerarán a Nueva Palmira, como alguien dijo, el “ombligo del mundo”.
La falta de un organismo centralizador de las cuestiones marítimas, largamente reclamado, sumado a designaciones de políticos sin asiento en las Comisiones Administradoras, está dando los resultados esperados: todo disperso, cada uno opina en su chacra y otros no opinan pues no están aptos en el tema. Resultado: inversiones mal gastadas, caminería destrozada, ferrocarril varado y sin salida.
Como anécdota a recordar una inversión costeada por ANCAP de varios miles de dólares, para estudios de un canal de acceso al embalse de Salto Grande, utilizando un arroyo en costa uruguaya, sin saber para qué, qué costo tendría una obra de canalización, esclusas y obras anexas, y compromiso internacional derivado de acuerdos tales como el Tratado de 1961 y el Estatuto del Río Uruguay.
O sea, emprendimiento fuera de plan de transporte, aventurero, poco real, costoso e inútil.
Gasto a sumar al déficit del ente, que está en estudio.
Por estos caminos, no se llegará a buen puerto.
Fray Bentos, ubicado naturalmente, apto para desarrollar un aporte singular en la economía del sector y en apoyo a la producción, está siendo desatendido y desaprovechado por ausencia de planes y políticas adecuadas.
Yamandú Flangini