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Fundador de Impresos Vanni S.A.
A las autoridades nacionales.
Poder Ejecutivo
Poder Legislativo
Poder Judicial
Presente.
Con alto respeto y con la intención de transmitir lo acontecido a nivel personal y empresarial remito la presente.
En noviembre de 2005 se radicó denuncia penal al Ec. Fernando Calloia (presidente del BROU).
En dicha instancia, el banco en su defensa y comparecencia, aporta información incorrecta de Impresos Vanni S.A., respecto de la situación económica financiera de la empresa.
En el periodo mayo a agosto 2005 se produjeron un cúmulo de errores vinculados al cliente, adicionado a la errónea inclusión en el fideicomiso.
El Ec. Calloia al referirse al tema, “siembra dudas respecto del empresario Vanni” y determina la confusión de los operadores involucrados en el tema, dígase: Poder Judicial, Poder Ejecutivo y Poder Legislativo.
Se señala la indebida categorización 5º del fideicomiso marcando al gobierno anterior.
Por nuestra parte, y específicamente respecto del fideicomiso declaré: “… que era un agradecido del BROU, que tenía memoria de mis orígenes y que lo consideraba un tema menor; que jamás solicitaría un resarcimiento…”.
Pero como se indicó: la duda era más fuerte y confundió.
Asimismo, en sede penal y con mi empresa ocupada ilegítimamente, anuncio que: “… no me ampararía a un concordato y que lucharía…”. Nadie solicitó la quiebra de la empresa. Con lo producido en el remate —ordenado por cuenta y orden del BROU— se cubrió el capital originalmente otorgado existiendo un remanente de aproximadamente US$ 700.000.
Al ser interrogado respecto de las perspectivas ante la eventualidad de un remate de la planta industrial y el posicionamiento ante el pasivo con el BROU, la respuesta fue una sola: “… solo con lo percibido con la subasta del edificio se paga la totalidad del adeudo existente…”.
A noviembre de 2005, era materialmente imposible que la Justicia pudiera detectar el cúmulo de errores acaecidos entre los meses de mayo a agosto 2005.
Como reflexión diremos que la duda recayó sobre el empresario Vanni y su empresa; y no se dudó del presidente del BROU, Ec. Fernando Calloia.
Se resalta el cúmulo de errores acaecidos en el BROU con la firma Impresos Vanni S.A. entre diciembre 2004 y setiembre 2005.
A título enunciativo, entre otros, el detalle de los mismos se refiere:
a/ maniobra delictiva con falsificación de mi firma descontando documentos en el BROU, que a la postre resultó confirmados que los mismos eran apócrifos y ajenos al compareciente,
b/ inclusión errónea en el fideicomiso por los referidos documentos, en dos oportunidades (diciembre 2004 a abril 2005 y setiembre 2005 a febrero 2008),
c/ mayo 2005, error al valuar y tasar la planta industrial a la empresa con un valor remate en la “irrisoria suma de US$ 403.000” versus el valor remate obtenido en el año 2008 de US$ 1.450.000.
Versus (a título de ejemplo) que “solo la seña del 30% del mejor postor en la subasta ascendió a US$ 435.000, superando con margen la irrisoria cifra de tasación BROU”.
Sorpresivamente, y en sentido inverso a la lógica aplicada, y al mercado en alza de los precios de mercado para los inmuebles de las características descriptas y ponderadas por Dante Iocco; los servicios del BROU realizan inspección y tasación a la baja del inmueble ya terminado y ampliado considerablemente, los días 03 y 07 mayo 2005 (a menos de 6 meses de la ampliación de la garantía hipotecaria).
d/ mayo 2005, error al calificar a la empresa en colocación vencida en en pantalla del BCU, coincidentemente con el último mes de inspección de carpeta comercial por BCU en BROU (diciembre 2003-mayo 2005),
e/ julio 2005, error al calificar a la empresa en categoría 4 en pantalla del BCU,
f/ agosto 2005, error del BROU al confirmar al BCU la malísima categoría, coincidiendo temporalmente con la sugerencia del Ec. Calloia a la CND de “conformar una sociedad con participación de una Cooperativa Obrera con exclusión del empresario” estando con convenio de pago vigente con la institución.
g/ setiembre 2005 a febrero 2008, error, nuevamente incluido en el fideicomiso en categoría 5 (pantalla BCU) por deuda no imputable.
Se transcribe extracto de nota periodística.
03 Noviembre 2005, Radio El Espectador
Programa En Perspectiva: Calloia si las empresas se funden los empresarios se funden. Visible en la web
Emiliano Cotelo: Usted está replicando con denuncias muy serias a propósito del comportamiento de la empresa.
Fernando Calloia: Yo no replico, simplemente...
Emiliano Cotelo: Usted dice que procura obtener créditos en base a denuncias.
Fernando Calloia: Bueno, cuando al cabo de un año hace denuncias hacia dos directores distintos porque cometen irregularidades... Me parece que los directorios de los bancos no cometen todas las irregularidades contra una misma empresa ni que tengamos problemas personales con ellos.
Surgen argumentos más que suficientes para determinar la existencia del factor de atribución de responsabilidad subjetiva: la culpa y el dolo.
Porque —dicho con el mayor respeto— cuando decidieron iniciar la ejecución de los bienes de la empresa de mi propiedad —y luego en su decurso— prestaron un comportamiento, que, además de violatorio de normas especialmente consagradas, transgredió deberes generales de actuación que conforman un panorama irremediablemente culposo; ya que, sin excusa, entre otras tantas cosas, se incurrió en un error que surgía del más liminar análisis de la cuestión: Como lo fue tasar los bienes en una cifra que era la tercera parte del valor de la obtenida en el remate. Estaba incluida erróneamente en el fideicomiso por una deuda ajena (maniobra delictiva).?Mayo 2005 a pesar de mantener el convenio de pago al día el BROU informa al BCU en colocación vencida y provoca la malísima calificación BCU 4.
La implicancia de esta categoría en el sistema implica que ningún banco daría financiamiento a una empresa en categoría de deudor de alto riesgo porque dicha categoría tiene una previsión asociación del 50% del crédito que deberá contabilizar la institución financiera; el empeorar la categoría culmina deteriorando y cortando cualquier posibilidad de financiamiento de la empresa en el sistema financiero.
El banco inició un proceso judicial de ejecución en octubre 2005 con ocupación de la planta industrial en setiembre de 2005 (convenio de pago BROU vigente), prolongándose por más de dos años sin poder el empresario acceder nunca más a su emprendimiento y ponerlo en marcha para honrar sus obligaciones; en el año 2008 se subastó la unidad productiva (planta y maquinaría) obteniendo un recupero que cubrió el capital prestado originalmente por el Banco República, lo que demuestra que la empresa en funcionamiento era totalmente viable.
Ya han transcurrido 16 años, y como lo afirmé, este ciudadano y empresario Juan Vanni no solicitó resarcimiento alguno por el fideicomiso y continúo luchando.
Pero este largo período de tiempo me permitió detectar uno a uno los “horrores” cometidos con la carpeta comercial de Impresos Vanni S.A. 3144291 durante los meses de mayo-agosto 2005 Ec. Calloia Presidente del BROU.
Y como corolario, debo informar que:
El pasado 3 de agosto 2021, entre las 17 y 18 horas, padecí un atentado al ser agredido por tres perros entrenados, en la rambla Mahatma Gandhi y Bulevar Artigas, y oí claramente los gritos “… a vos te la vamos a dar…”.
Año 2005 a 2021, dieciséis años indefensos.
Permanente estuve informando la tragedia que padecíamos, y esperaba que las nuevas autoridades del BROU revisaran lo acontecido con imparcialidad y el directorio expidiera una resolución justa.
Lamentablemente blindaron lo actuado bajo la presidencia del Ec. Fernando Calloia.
La persona humana es inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respeto de su dignidad; y esa máxima ha sido desconocida hasta ahora respecto a mí, por las máximas autoridades del BROU. En la época en que fui despojado de mi empresa (año 2005), mis hijos tenían 5 y 6 años. Desde entonces, cargan la cruz de la injusticia y la indiferencia. Se les truncó la niñez y adolescencia. Jamás logré atenderlos debidamente, transmitirles apertura, una buena noticia, alegría, seguridad. Los “echaron de aquí, de allá”, generándoles tremendo desarraigo, dejándolos poco menos en situación de calle, aunque no indigentes, gracias a la ayuda de los abuelos maternos. Mi madre falleció en forma lenta y sufriendo por la injusta situación a que me vi sometido, los inversionistas de mi empresa algunos fallecieron, otros están en situación desesperante y no tengo ninguna solución para el problema.
Pandemia: no puedo atender desde hace años mis necesidades básicas, ni contener a mis hijos e inversionistas en situación desesperante.
Muchas gracias.
Como expresé al inicio de la presente, mi intención es que Uds. conozcan lo sucedido.
Juan José Vanni Couchet
¡Un Padre desesperado!
2005/2021 ¡años de gestiones infructuosas!
CI 2649123-3