Los diputados Tabaré Viera (Rivera) y Conrado Rodríguez (Montevideo) junto al intendente electo de Rivera, Marne Osorio, anunciaron esta semana la creación de Espacio Abierto, un nuevo sector dentro del Partido Colorado. Si bien no se reniega del origen colorado, en el sitio en internet de ese grupo no está presente la estética de esa colectividad política. Incluso, se apela a colores variados como celeste, verde, violeta o naranja, similares a los utilizados por la campaña de 2004 de Tabaré Vázquez.
Esta decisión no es antojadiza. La idea del grupo es crear un “proyecto” que busca “trascender las fronteras partidarias”, según explicó Viera.
Este sector hace una “opción” por los “pobres y los trabajadores”, aseguró Viera en entrevista con Búsqueda, en la que sostiene que el Partido Colorado se quedó “sin timón” y que si en las próximas elecciones se repiten los mismos precandidatos, obtendrá menos votos todavía.
—¿Por qué se nombró Espacio Abierto al nuevo sector? Los colores a los que se recurre son varios y no se utiliza la referencia al Partido Colorado.
—No escondo que soy colorado, pero esta es una convocatoria que intenta trascender las fronteras partidarias.
—Usted ha dicho que para hacer esto toma como modelo lo que hizo a partir del año 2000, cuando ganó por primera vez la Intendencia de Rivera. ¿Qué fue lo que hizo exactamente?
—Después de todo este proceso electoral, terminé muy preocupado en cómo quedó el Partido. No nos falta entusiasmo, hay como un desconcierto. Es evidente que para dentro de cinco años el Partido no puede presentarse como en las últimas dos elecciones. Tienen que aparecer nuevos candidatos, nuevas figuras y esto no va en contra de los liderazgos actuales. Yo no critico, no tiro piedras, digo que los liderazgos que hasta ahora mostró el partido en las últimas dos elecciones no son suficientes. Para que aparezcan nuevas figuras se necesita generar un espacio nuevo. Después, razonando tras la elección departamental, lo que veo es que el único lugar donde tuvimos éxito fue en Rivera. ¿Qué podemos aportar desde allí, siendo conscientes que nada es transferible y que no tenemos receta para enseñar a nadie? ¿Por qué no crear un espacio nacional para construir un proyecto nacional? Llegué a la conclusión, con casi 30 años de experiencia política y sobre todo luego de que el Frente Amplio llegó al gobierno y cambió muchas de sus posiciones ideológicas, que son mucho más las coincidencias, las cosas que nos pueden unir que las diferencias. Pero con el Frente Amplio discrepo con su gestión. Esto lo hacemos por los pobres, por los trabajadores, por los infelices. Creo en un Estado promotor, que no sea prescindente.
—Dijo que ve un desconcierto en el Partido Colorado. ¿Por qué cree que ocurre eso?
—La gente está esperando un rumbo. El Partido quedó como sin timón. Por alguna razón, tal vez por el golpe de los resultados hubo como un vacío de liderazgos.
—¿Por qué cree que vota tan mal el Partido Colorado?
—Por muchos motivos. Los resultados electorales, tanto cuando se gana como cuando se pierde, son multicausales. Creo que el Partido fue sufriendo un desgaste por algunos propios y por una situación que nos tocó vivir en el gobierno como fue la crisis de 2002. Fue el primer golpe el resultado de 2004. Además coincide con una etapa histórica donde los líderes del Partido dan un paso al costado. Esas transiciones son siempre difíciles, le va a tocar vivir al Frente Amplio. Lo extraño es que luego de remontar al 17%, en la última elección cae al 13%. Yo creo que ahí hubo errores de campaña muy importantes. El principal fue la conformación de la fórmula (Bordaberry- Coutinho) que enojó a mucha gente, pero hay otras situaciones que explican el resultado. No soy de los que pide que alguien se vaya para su casa. Por el contrario, espero que el doctor Pedro Bordaberry siga liderando su sector y sea candidato, al igual que José Amorín y todos lo que quieran. Lo que digo es que con eso no basta, hay que generar cosas distintas, modernas. Y hay que lograr en este espacio nuevas formas de hacer política y estar en contacto con la ciudadanía.
—¿Pero qué es estar en contacto con la ciudadanía?
—Hay que competir con quienes tienen el gobierno, nacional o departamental. Lo primero es tener un proyecto, una propuesta en lenguaje popular, sencilla, teniendo en cuenta los problemas reales de la gente. El Partido en algún momento se elitizó mucho. Concentró el debate, la discusión, en una élite y fue perdiendo el contacto con lo popular. Me propongo salir, pero no a hacer internismo, no creo que tengamos que salir a recorrer el país y a visitar a algunos dirigentes o ver cómo le saco un dirigente a Vamos Uruguay. Yo quiero ir a los departamentos a meterme en los problemas de la gente. Lo vamos a hacer desde ahora, trabajando responsablemente desde la oposición.
—¿No cree en una oposición más confrontativa, como han planteado algunos dirigentes, similar a la ejercida por el Frente Amplio?
—No soy así. Soy un constructor. Estuve 20 años en tareas ejecutivas. Queremos hacer una oposición constructiva y ser duros e implacables si lo tenemos que ser.
—Usted dijo en una entrevista en radio El Espectador que va a la búsqueda de la socialdemocracia uruguaya. ¿A qué se refiere? En sus últimos discursos no habla tanto del Batllismo como antes
—Soy batllista. El batllismo está impregnado en la sociedad uruguaya. Queremos ser muy claros en nuestra autodefinición: hacemos una opción por los pobres, por los trabajadores. Para seguir mejorando el reparto social, la calidad de vida de los uruguayos tenemos que aumentar lo que se reparte. Hay que tener políticas de desarrollo, políticas de estímulo a las inversiones. Las políticas asistencialistas no son malas, son buenas y todos las hemos hecho. Lo hice yo desde el gobierno departamental cuando mantenemos comedores, refugios para quienes duermen en la calle. Pero es clarísimo que eso no basta. Eso no saca a la gente de la pobreza. Al revés, los condena a ser pobres y lo peor, a depender del gobierno. Eso, estirado en el tiempo termina siendo clientelismo político. No quiero eso para los pobres, quiero políticas que los saquen de eso. Las mejores políticas son la educación, la capacitación y el trabajo.
—El martes fueron los dos ex presidentes Julio Sanguinetti y Jorge Batlle al acto de lanzamiento de su grupo. Hay dirigentes que critican la exposición pública de ellos. ¿Qué papel les asigna usted?
—Respeto mucho a quienes trabajaron tanto por el país. Hay que juzgarlos por lo que hicieron, por lo que evitaron y no voy a negar esas inmensas figuras. No están más como protagonistas. Ellos fueron los primeros en decirlo. No escucharlos con su experiencia, me parece de tontos.
—¿Por qué se fue de Batllistas de Ley?
—Eso fue un acuerdo electoral que lo promoví yo. Y funcionó. Tuvo cosas positivas pero también errores. Pero todo tiene su tiempo, a mí no me mueve algo contra, me mueve una realidad, de que acá hay que generar nuevos espacios y cosas. Volver a presentar los mismos candidatos, nos va a llevar no a tener los mismos resultados, sino peores.
—En la interna colorada se dijo que había un acuerdo con Amorín respecto a que si usted no salía senador, él le tenía que dejar su lugar. ¿Esto fue así?
—No... Hubo alguno de estos acuerdos, pero no es lo importante, ni es lo que me mueve, ni es lo que me define. Prefiero no hablar de estos temas. Hubo charlas, acuerdos, pero no es lo importante.