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El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSegún la anterior edición Nº 1.786 de Búsqueda, fuentes del Poder Ejecutivo están informadas de que el papa Francisco respalda el gesto del presidente Mujica de traer reclusos de Guantánamo por motivos humanitarios y dio instrucciones al nuncio en Uruguay, George Panikulam, para que le transmita su apoyo.
El Papa expuso razones humanitarias y no es eso lo que se discute, ni dejan de ser humanitarios quienes no apoyan el acuerdo para traer presos de Guantánamo.
Los derechos humanos no se negocian como lo hizo Mujica con Estados Unidos y menos sin ratificar su acuerdo con el Parlamento, por lo cual el país no es parte de un tratado del cual surjan derechos y obligaciones.
El Papa debería ocuparse de la evangelización y formación de discípulos cristianos, lo que no parece preocuparle tanto como pregonar estas actitudes.
Además cae en la imprudencia de meterse en la campaña electoral. Y ya que se metió indebidamente,¿conoce las condiciones humanitarias con que aquí se trata a los jóvenes cuando ministros, legisladores y el candidato del oficialismo lucen las sonrisas más solidarias en eventos apoyando el “no a la baja”,mientras en los institutos de reclusión de menores (a los que enviados de organismos de derechos humanos han calificado como “campos de concentración”) se abusa,veja y mantiene en condiciones de hacinamiento inhumanas precisamente a quienes dicen defender?
Una intervención equivocada en la consecución de sus objetivos, ignorante de la realidad, e inoportuna.
En la misma nota de Búsqueda, el director para las Américas de la organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, por iguales razones que el Papa, también metiéndose en la campaña electoral y deseando que otros “gobiernos sigan el ejemplo”;apoyó la decisión de Mujica agregando que “Uruguay no tenía ninguna obligación al respecto, salvo el compromiso ético, la experiencia personal de un presidente que vivió la injusticia en carne propia, y un país grande como Uruguay que está dispuesto a darle una mano a gente que está condenada al infierno”.
No queda claro la justicia o injusticia referida por el director al mencionar que el presidente Mujica “vivió la injusticia en carne propia”, cuando fue juzgado y condenado por delinquir contra el Estado, sus instituciones y personas y salió en libertad por la Ley Nº15.737 del 8 de marzo de 1985, que decretó una amnistía de delitos políticos cometidos desde el 1º de enero de 1962.
Fernando Patrón