Inundaciones en Montevideo

REDACCIÓN  
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Sr. Director:

Montevideo bajo agua. A todos los habitantes del país les han conmovido las imágenes —desoladoras— a causa de las precipitaciones, particularmente en Montevideo, de días pasados.

En primer lugar, angustia convoca el ver tantos conciudadanos en asentamientos y barrios carenciados intentar rescatar, entre agua y barro, los pocos bienes que poseen. Entre ellos niños, que lo toman, aparentemente, como algo natural en su vida diaria. Esas situaciones nos deben provocar rebeldía, meditar y, de alguna manera, sumarnos a esfuerzos de distintas organizaciones, sociales o religiosas, que desde distintas acciones ayudan a quienes lo necesitan. A la vez, exigir a cualquier gobierno, nacional o municipal, la búsqueda de soluciones de situaciones que nos avergüenzan, a través de ministerios y organismos especializados.

En segundo lugar, creemos que hay situaciones que merecen una explicación clara y contundente de la Intendencia de Montevideo (IMM), asumiendo la responsabilidad que le cabe.

En efecto, no es preciso ser ingeniero hidráulico para saber que un aumento extraordinario del caudal de agua en las calles de la ciudad puede aparejar sí situaciones extraordinarias, pero hay también soluciones —previsión— que, por lo menos, pueden disminuir eventuales daños.

Lo ocurrido en el barrio Malvín es inaceptable. Se trata de un barrio construido con todas las de la ley, permisos, retiros, planos aprobados, especialmente por la IMM, y, no menos importante, que sus vecinos pagan sus tributos.

La basura acumulada en bocas de tormenta y pluviales, junto con saneamiento y arroyos, arrastrada por una lluvia torrencial genera una especia de represa, ello sucede, es visible, en los arroyos Malvín, Carrasco, Pantanoso, Miguelete, Manga y Toledo. La limpieza de cauces y caudales es obligación de la IMM.

Montevideo tiene 12 arroyos entubados, entre ellos, el Malvín. Su entubado comienza en la calle Solano López y se extiende por poco más de 2,5 kilómetros. La basura acumulada desde el inicio en la calle mencionada provocó el efecto represa, causando a su vez un caudal extraordinario (caudal: cantidad de un líquido o un gas que fluye en determinado lugar por unidad de tiempo-presión, Diccionario de la RAE) agravado por la obra realizada en el gobierno de Elizalde de deposición final de aguas desde Carrasco a Punta Carretas al colector costero, que tiene un diámetro mucho menor al entubamiento que corre debajo de la calle Concepción del Uruguay (arroyo Malvín). En consecuencia, por el efecto represa, sumado a la diferencia de diámetro entre el entubamiento y el colector costero, surgieron, cual manantial, columnas de agua desde debajo del enjardinado de la Avda. Concepción del Uruguay y el desastre en propiedades y bienes de los vecinos.

Ambas situaciones merecen una rápida respuesta, pero sobre todo acción y obras que eliminen, amortigüen disminuyan o eviten situaciones similares.

Jorge Ciasullo

C.I. 793978-7

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2022-01-19T20:01:38