La calidad del agua de OSE

A mi entender, ningún ciudadano que se precie de tal debería tolerar callada y pasivamente semejante vulneración de su más elemental derecho a estar cabalmente informado con respecto a todo asunto de su incumbencia, justamente por parte de quienes tienen el deber de hacerlo por ser aquellos a quienes el pueblo confirió atribuciones para velar por sus intereses con idoneidad y honestidad; nunca para exponerlo a perjuicios y a riesgos graves y hasta deletéreos por su negligencia e impericia; mucho menos para ocultar las consecuencias de su desidia e ineptitud bajo la infame patraña de un paternalismo criterioso y filantrópico, impidiendo a la gente siquiera ensayar a tiempo cualquier elemental defensa de sí misma.