• Cotizaciones
    domingo 22 de junio de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    La mujer que quería ser santa

    Ouka Leele en el CCE

    Una señora negra habla en un francés cerrado. Es linda, con una belleza africana evidente en sus rasgos, con los ojos grandes, los pómulos salientes, la boca gruesa, la mirada vivaz. Es una persona agradable, cuidada, bien vestida. Su rostro domina el video, una entrevista donde cuenta atrocidades: una larga historia de horrores cometidos en la interminable guerra congoleña.

    Ella es una periodista famosa en su país y fuera de él. Famosa por denunciar matanzas continuas pero, sobre todo, las terribles y crueles violaciones a mujeres que han sido atormentadas frente a sus esposos y sus hijos, historias que uno jamás pensó que escucharía en un video de una exposición de fotos que nada tiene que ver con ella o con ese mundo. La periodista congoleña se llama Caddy Adzuba, y su mentora en el Montevideo invernal se hace llamar Ouka Leele, una también famosa fotógrafa española cuyo verdadero nombre es Bárbara Allende Gil de Biedma (Madrid, 1957).

    Ouka fue una de las figuras centrales de la movida madrileña de los años 80, un movimiento que tradujo artísticamente el “destape” posfranquista. Por boliches, sótanos y galpones solían aparecer estos jóvenes transgresores, entre quienes se encontraba un tal Pedro Almodóvar que por entonces cantaba, dicen, por cierto, que muy mal. Estaba Ouka, quien le robó su nombre a la estrella de un firmamento pintado por El Hortelano, el reconocido pintor y dibujante valenciano. Estaba también Alaska, hasta hoy uno de los emblemas de la pansexualidad, del típico artista kitsch, ícono central en el panorama de la posmodernidad.

    Esa es la breve historia de Ouka, hoy una mujer rubia, de piel clara, madre de una niña, dulce, que también se expone en un largo y delicado video sobre su pensamiento y su obra. Desde aquellos años, transitó un largo e interesante camino de realizaciones, exposiciones, viajes y reconocimientos de todo tipo. Dejó la fotografía para dedicarse a otras disciplinas y volvió y retomó proyectos que la convirtieron en una referencia en la España contemporánea, crisis incluida.

    La exposición que inauguró recientemente el Centro Cultural de España se titula “La utopía transgresora”, e incluye un grupo destacado de fotografías de gran tamaño, algunas en blanco y negro y otras a color. En casi todas se muestran aspectos de la intención de esta creadora, una especie de repaso por la “espiritualidad de la carne”, como se ha definido su arte. Hay cuerpos de mujeres desnudas que curiosamente no parecen estarlo, tan notable es la seducción del color y la imagen. Hay retratos casi surrealistas con sus animales blancos invitados a la mesa. Y hay grupos de amigos al aire libre en un bosque que parece encantado, con toques vanguardistas de vestuario, además de varias fotografías realizadas en el Museo del Prado e inspiradas en algunas obras maestras.

    Religión, espiritualidad, lo popular y la transgresión pero, sobre todo, el cuerpo femenino, aparecen casi pintados con la cámara en construcciones artísticas, en propuestas formales, en escenas de inquietante belleza referidas a una estética que vincula la historia del arte con la vanguardia. Hay fotos donde Ouka Leele juega con cuadros de artistas como Velázquez (“Las Meninas”) o Rubens (“Las Tres Gracias” y “El juicio de Paris”) y propone escenas con modelos frente a las obras de los clásicos, retratos realizados en el propio Museo del Prado.

    Precisamente ella fue la única mujer invitada a participar del proyecto “Doce artistas en el Museo del Prado”, con la idea de armar una colección referencial. En estas fotografías, como en gran parte de la obra de Ouka, se nota un tratamiento casi religioso de la imagen, una mirada que traduce las formas profanas, las provoca y las hiere para luego envolverlas en un halo místico que recuerda permanentemente la tradición católica y la lírica de los grandes místicos españoles. “Yo quería ser santa, de niña me paraba frente a la imagen de las vírgenes y quería volar como los ángeles, creía que algún día iba a volar”: Ouka lo cuenta en el video de su vida que, con gran tino, se expone frente a algunas fotos exhibidas en la XI Bienal de El Cairo. A esa historia, a parte de su historia y su sentido “utópico” y “transgresor” de la existencia, incorporó a Caddy, la congoleña que cuenta atrocidades sobre la vida en su país, con niños y adolescentes armados violando madres y descuartizando a sus hijos.

    Parece un golpe bajo. Y lo sería si no fuera por la enorme humanidad de esa mujer a la que Ouka le mezcla imágenes de agua corriendo, de gotas, de puro lirismo, como lo hace con el resto de su obra, donde los modelos ofrecen su carne a espejos de luz. En suma, una propuesta disfrutable y estremecedora.

    “Ouka Leele/La utopía transgresora”. En el Centro Cultural de España (Rincón 629). De lunes a viernes de 11 a 19 horas. Sábados de 10 a 15 horas. Hasta el 4 de setiembre.