La detección de rastros de coronavirus en embarques de carne de dos frigoríficos uruguayos por parte de inspectores sanitarios en China determinó la suspensión temporal de las importaciones que hace ese país asiático de las empresas involucradas, que son Sirsil y Las Piedras.
Esa resolución de la Agencia General de Aduanas China (GACC, por su sigla en inglés) adoptada el miércoles 7 fue divulgada por la prensa brasileña, ya que la medida incluyó a tres frigoríficos de Brasil pertenecientes a las compañías JBS, Marfrig y Zanchetta.
Ante esa situación, en Uruguay el Ministerio de Ganadería (MGAP) determinó el “mantenimiento de medidas sanitarias para la prevención y control del coronavirus SARS-CoV-2 en establecimientos habilitados por la División Industria Animal (DIA)” mediante una circular de la Dirección de Servicios Ganaderos, fechada el sábado 9, a la que accedió Búsqueda.
Considerando lo dispuesto por el Poder Ejecutivo, a través del decreto Nº 106/022, de 5 de abril de 2022, en cuanto a dejar sin efecto lo dispuesto por el decreto Nº 93/020, de 13 de marzo de 2020 (declaración de emergencia nacional sanitaria como consecuencia de la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2), se informó en la circular que esa división ministerial dispuso, “en acuerdo con las autoridades de gobierno”, que “es necesario mantener las medidas sanitarias que regían hasta el presente en los establecimientos habilitados” por la DIA.
“Motivan la presente medida los procedimientos establecidos por las autoridades sanitarias de la República Popular China, así como los demás países compradores de carne y productos cárnicos de nuestro país, los análisis de SARS-CoV-2 que actualmente se realizan en destino a las mercaderías exportadas y el riesgo que implica para los diferentes mercados la detección del virus en los envases o productos enviados”, argumentó la resolución.
La situación que se produjo representa un llamado de atención y encendió las alertas en el sector cárnico y en el Poder Ejecutivo, ya que el mercado chino es el principal destino de las carnes vacuna y ovina, además de las menudencias y varios subproductos que exporta Uruguay.
De hecho, la carne bovina lideró las exportaciones uruguayas de bienes en 2020 en plena pandemia de Covid-19, con un monto de US$ 1.575 millones, y en 2021, cuando registró un boom de crecimiento del 55% respecto al año anterior, con un monto de US$ 2.499 millones, según registros del Instituto Uruguay XXI.
Si a eso se le suman las divisas generadas por las exportaciones de carne ovina por US$ 124 millones, de menudencias por US$ 147 millones, de subproducto residual comestible por US$ 146 millones, entre otros derivados cárnicos, el sector cárnico alcanzó casi US$ 3.000 millones en ventas al exterior, indican los datos del Instituto Nacional de Carnes (Inac).
Muestran también que en 2022 esos negocios siguen la tendencia al aumento, con 46% más en el acumulado anual respecto a igual período del año pasado, y es China el mercado que explica el 60% del monto total exportado del sector cárnico.
Estando en juego el cliente más importante para el principal rubro de exportaciones y el concentrador de divisas del exterior, la estrategia oficial para mantener abierto ese mercado asiático resulta clave en cuanto a la necesidad de tener los motores de la economía encendidos, como acostumbran a destacar integrantes de la actual administración de gobierno.
El proceso administrativo de los controles sanitarios chinos se basa en los análisis de Covid en los productos que ingresan en sus puertos. Si detectan algún rastro del virus, suspenden inmediatamente a la empresa involucrada por una semana. Si se repite la situación, la medida se extiende por otra semana más, y en caso de darse un tercer resultado positivo de coronavirus la prohibición pasa a ser por un mes.
Así lo explicaron a Búsqueda operadores del sector cárnico vinculados a negocios en el gigante asiático, así como técnicos con experiencia en inspecciones sanitarias.
En los casos de los frigoríficos Sirsil (Sarubbi) y Las Piedras, están previstas auditorías de la autoridad sanitaria china, que en los últimos tiempos adoptó una postura cada vez más estricta y puntillosa, por lo que todo hace suponer que será un difícil examen para esas eåmpresas.
El frigorífico Las Piedras es uno de los principales exportadores cárnicos y figura entre las plantas de mayor faena de vacunos y ovinos.
Sirsil se ubica en una posición de media tabla en el ranking de faena y de exportaciones, ya que es una empresa con un perfil marcado en cuanto al sector de chacinados y otros productos cárnicos.
Confinamiento y precios
En cuanto al contexto en el que se registran este incremento en los controles aduaneros sanitarios en el mercado chino, un factor para considerar es que la ciudad de Shanghái entró en confinamiento total en marzo pasado por determinación de las autoridades del país asiático ante el riesgo de rebrote de coronavirus y en un intento por contener los potenciales contagios. Además de Shanghái, considerada la capital financiera de China, hay otras ciudades que implementaron medidas sanitarias más severas, lo que incidió en la actividad comercial y portuaria.
En el sector cárnico uruguayo también se especula con la posibilidad de que el gobierno chino utilice esa política sanitaria para restringir los negocios e incidir en los precios de importación de alimentos y otros productos. Es que en 2021 los valores de la carne uruguaya en esa nación asiática registraron niveles récord, que incluso pasaron a competir, y en ciertos casos a superar, con los precios pagados en mercados de alto poder adquisitivo, como la Unión Europea.
Otro aspecto que juega a favor de hacer negocios con los chinos en lugar de hacerlo con otros potenciales clientes para los exportadores cárnicos es que el destino asiático demanda todo tipo de cortes de carne, ya sea con o sin hueso. A eso se suma que otros países competidores de la carne uruguaya registran algunos inconvenientes, como Australia, que está limitada en sus ventas del producto por conflictos políticos con China, y Argentina, que mantuvo restricciones a sus exportaciones del producto.
Y en estos días Brasil recibió la notificación china de más frigoríficos que fueron suspendidos tras la detección de rastros de coronavirus en sus embarques de carne en los controles aduaneros.
Ante ese panorama, la decisión del MGAP fue la de continuar con las medidas sanitarias vigentes en la operativa de los establecimientos industriales habilitados para exportar carne a China, pero también pescados y lácteos, según consta en la circular en cuestión de esa secretaría de Estado.
En los últimos días hubo un retorno masivo al uso de tapabocas y a la aplicación de una serie de medidas sanitarias entre los trabajadores de las industrias procesadoras de esos productos, afirmaron a Búsqueda operarios de esos sectores de actividad agroexportadora.
Eso sucede en esos lugares, a diferencia de lo que ocurre en la vida cotidiana en el transporte, en las casas, en los comercios y otros sitios, donde esas medidas sanitarias pasaron a ser una recomendación o exhortación.