Al clausurar un encuentro en Montevideo por la paz en Colombia, el ex presidente José Mujica dejó abierta su eventual participación en el proceso que tiene como principal escollo la eventual prisión de los guerrilleros en armas.
Al clausurar un encuentro en Montevideo por la paz en Colombia, el ex presidente José Mujica dejó abierta su eventual participación en el proceso que tiene como principal escollo la eventual prisión de los guerrilleros en armas.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáRepresentantes de alrededor de 120 organizaciones y movimientos sociales y políticos de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Chile, México, Paraguay, País Vasco, Uruguay y Venezuela participaron del II Foro por la Paz de Colombia que se realizó entre el viernes 5 y el domingo 7 en Montevideo con el auspicio de la Universidad de la República.
Gustavo Gallardo y Aiden Salgado, representantes del colombiano Movimiento Político y Social Marcha Patriótica, dijeron a Búsqueda que el foro realizado en Montevideo, a pesar de no contar con participación de los mayores partidos de su país, es un respaldo relevante para el proceso de paz que tiene como eje el diálogo en La Habana entre el gobierno que preside Juan Manuel Santos y la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los representantes de Marcha Patriótica, considerado el brazo político de las FARC, destacaron el papel jugado por Mujica, que habló en el cierre del encuentro en el Paraninfo de la Universidad, y su aporte al proceso de paz por el gran prestigio internacional que tiene el ex presidente y advirtieron de un “escalamiento militar” que contradice el diálogo que tiene lugar en La Habana con el apoyo de los gobiernos de Cuba y Noruega.
El desplazamiento forzado alcanza a alrededor de seis millones de campesinos, el 12% de la población, afectados por intereses de ganadería extensiva, monocultivo, extracción minera y macroproyectos turísticos.
Mujica mantuvo hasta ahora dos reuniones con las FARC y dos con el presidente Santos. En agosto de 2010, como jefe de Estado viajó a Bogotá para el traspaso del gobierno entre Alvaro Uribe y Santos, en momentos de grave tensión entre Colombia y Venezuela por el apoyo del ex presidente Hugo Chávez a los insurgentes.
“Bienvenidos los buenos oficios de ExPdte Mujica que como muchos quiere apoyar la paz de Colombia. Sin embargo no lo he nombrado mediador”, escribió Santos en abril pasado en su cuenta de Twitter luego que este hubiera dicho durante una entrevista en el diario español “El Mundo” que viajaría a Cuba para volver a reunirse con representantes de las FARC.
El diálogo en La Habana busca llegar a acuerdos en seis temas bajo la premisa de que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”. Los temas de la agenda son las políticas sobre la tierra, la participación política, el tratamiento a las víctimas, la situación de las drogas, la refrendación de acuerdos y el abandono de las armas.
Uno de los puntos duros en el diálogo que tiene lugar en La Habana es la exigencia de la delegación gubernamental de Santos de que los principales dirigentes de las FARC se entreguen y queden presos, mientras que los guerrilleros no están dispuestos a aceptar esa condición.
La intervención de Mujica, explicaron fuentes políticas uruguayas y colombianas, podría ayudar a un acuerdo en este delicado punto. El encuentro en Montevideo tuvo respaldo del Frente Amplio pero no así del Ministerio de Relaciones Exteriores, que se mantuvo al margen.