Las investigaciones internacionales colaborativas se consolidaron como herramienta para exponer casos de corrupción transnacional

REDACCIÓN  
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Cientos de periodistas de todo el mundo, entre ellos uno de Búsqueda, estaban reunidos en la sala de conferencias del periódico alemán Süddeutsche Zeitung, en Múnich. Era 9 de setiembre del 2015 y todavía faltaba medio año para que la investigación internacional en la que trabajaban juntos, conocida como Panama Papers, viera la luz.

La investigación de los Panama Papers fue la primera de magnitud global organizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés), en la que participó Búsqueda. En aquella oportunidad, el equipo de trabajo del semanario estuvo integrado por Victoria Fernández, Ismael Grau y Guillermo Draper.

La colaboración periodística a escala internacional se vuelve clave cuando lo que se busca es destapar casos de corrupción y delitos cometidos por organizaciones criminales transnacionales. Organizaciones como ICIJ apoyan a medios y periodistas y montan redes seguras para desarrollar esas tareas.

En el caso de los Panama Papers, su difusión explica con mayor detalle cómo funciona el mundo offshore y expone conductas presuntamente irregulares alrededor del planeta, lo que le valió un premio Pulitzer en la categoría de Periodismo Explicativo. Como los Pulitzer solo juzgan el trabajo de los medios estadounidenses, el galardón fue para The Miami Herald, la cadena de medios McClatchy y el ICIJ.

La investigación se basó en más de 11 millones de documentos del bufete panameño Mossack & Fonseca (MF), especializado en la creación de sociedades anónimas en paraísos fiscales para mover dinero de su clientela. El diario alemán Süddeutsche Zeitung consiguió la documentación de una fuente anónima —conocida públicamente como “John Doe”—, y como la cantidad de información era tan grande, solicitó apoyo al ICIJ. La organización norteamericana contactó a medios de 80 países y coordinó el trabajo de más de 300 periodistas de todo el mundo. Búsqueda fue el único medio uruguayo que integró el equipo.

En Uruguay la investigación internacional permitió, por ejemplo, la detención en Montevideo del narcotraficante mexicano Gerardo González Valencia, líder del cartel Los Cuinis, quien fue extraditado este año a Estados Unidos.

Los Panama Papers contenían datos de los negocios que desarrolló el ingeniero Javier Vázquez en Venezuela, mientras su padre Tabaré Vázquez era presidente de la República. Búsqueda dio detalles de las sociedades offshore y cuentas bancarias que abrió en el extranjero con el objetivo de recibir los pagos.

Como Mossack & Fonseca tenía oficinas en Montevideo, Uruguay tenía un papel clave en la investigación internacional. Había documentos que mostraban el rol de los estudios jurídicos en el escándalo de corrupción de la Confederación Sudamericana de Fútbol y también cómo el apoderado del empresario Francisco Casal dio información falsa a la Dirección General Impositiva y luego buscó ocultar los rastros.

En una segunda tanda de documentos de Mossack & Fonseca filtrados, Búsqueda probó que Miguel Brechner, entonces director del Plan Ceibal, tenía dinero en una offshore mientras la Justicia lo tenía embargado a pedido de República Afisa. Brechner ocupaba un lugar en el Directorio del Latu en representación del Banco República, cargo al que tuvo que renunciar por el conflicto ético.

Búsqueda siguió colaborando con las investigaciones que encabeza el ICIJ. En 2020 llegó el turno de los FinCEN Files, una colaboración basada en miles de documentos de la agencia de seguridad financiera de Estados Unidos que había obtenido Buzzfeed. 

El ICIJ también coordinó los Pandora Papers, una investigación basada en la filtración de millones de documentos de varios estudios jurídicos dedicados a brindar servicios societarios en todo el mundo. 

FinCEN Files

La ´Ndrangheta

Un Renault Megane couppe azul con matrícula argentina cruzó el puente internacional en Fray Bentos, de madrugada el 24 de noviembre del 2012. Los dos ocupantes, líderes de una organización criminal, volvían a la seguridad de su territorio después de dejar encaminado el envío de un nuevo cargamento de cocaína a Italia. No sabían entonces que la operación sería desarticulada por la Policía uruguaya y que la ´Ndrangheta nunca recibiría la sustancia.

Los dos involucrados, Carlos Sein Atachahua y Diego Xavier Guastini, habían quedado en el radar de la Policía uruguaya, pero en Argentina nunca lo sabrían y, por lo tanto, seguirían operando durante años. Ese sería uno de los hallazgos de una investigación conjunta liderada por Organized Crime and Corruption Project, en la que participaron Búsqueda y medios americanos, europeos y canadienses.

Es que las colaboraciones transnacionales se volvieron un mecanismo cada vez más habitual y hay cada vez más organizaciones periodísticas tendiendo puentes.

Información Nacional
2022-11-07T19:09:00