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Derrotero electoral, una guía para navegar el 2024
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáSoy Guillermo Draper, editor general de Búsqueda, y escribo este correo para establecer un diálogo contigo, cada semana, sobre la campaña electoral.
Uruguay transita un proceso electoral con resultado incierto. La tensión sube y la discusión pública se llena de ruido. Derrotero electoral, como los derroteros náuticos, intentará funcionar como una guía en mares desconocidos más allá de las tormentas. Trabajo en Búsqueda desde hace casi 19 años y esta es mi cuarta elección como periodista; en las de 2014 y 2019 estuve al frente de la cobertura como jefe de la sección Política y ahora soy editor general.
Te invito a conversar sobre esta nueva elección, teniendo presente que, como dijo Mark Twain (o al menos a él le atribuyen esta frase): “La historia no se repite, pero rima”.
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Estamos en aguas inexploradas.
Esa es la sensación que pueden tener quienes se interesan o participan en la vida política. Si bien la amplia mayoría de los partidos y dirigentes están en el ruedo desde hace tiempo, hay ingredientes que dificultan vislumbrar un resultado del proceso electoral que tuvo su primer mojón el 30 de junio.
Las encuestas previas a las internas mostraban paridad entre los grandes bloques.
La distancia entre los dos bloques que disputan la elección obliga a tener cautela a la hora de los pronósticos. Pero ese no es el motivo por el cual digo que estamos navegando en aguas vírgenes. Asigno un grado de incertidumbre mayor al proceso porque hay un jugador nuevo en el terreno y cómo se desempeñe puede ser clave para el desenlace: la Coalición Republicana.
¿Hay sentido de pertenencia?
La Coalición Republicana, todavía un conjunto de partidos y no una entidad política única, tendrá su primera vez en este proceso electoral. La de 2019 no cuenta. En aquel momento los principales dirigentes del actual oficialismo acordaron sumar fuerzas detrás de Luis Lacalle Pou para competir con el Frente Amplio en el balotaje; hoy eso está dado desde el vamos y sus integrantes son socios en un gobierno que está por culminar.
El comportamiento del votante de la Coalición Republicana —al que habría que asignarle pronto un gentilicio para ahorrar caracteres— es todavía un misterio. ¿Se mantendrán en el mismo lado del nuevo esquema bipolar que ambientó el sistema electoral vigente desde 1996, que entre otras cosas instaló el balotaje? ¿O el sentido de pertenencia al actual oficialismo es todavía débil? ¿El votante del centro, que confió en algún partido de la coalición volverá sobre sus pasos en 2024 y apoyará al Frente Amplio?
Es difícil tener respuestas a preguntas que nunca pasaron por las urnas, aunque creo que Álvaro Delgado tiene una idea.
Ellos o nosotros
Hay pistas para responder a las dudas. El referéndum por la Ley de Urgente Consideración terminó con 49,86% votos por el No y 48,82% por el Sí, similar al resultado del último balotaje: Lacalle Pou 48,8%, Daniel Martínez 47,3%.
El director de Factum, Eduardo Bottinelli, dijo a Búsqueda que el crecimiento de la intención de voto del Frente Amplio está explicado, en buena medida, por el apoyo de aquellos que votaron a la Coalición Republicana en octubre de 2019, pero no a Lacalle Pou en noviembre. Esos respaldos que sumó el Frente Amplio, entonces, pareciera que están de su lado desde el final del proceso electoral anterior y no son ganancias posteriores. Buena noticia para el Frente Amplio en octubre, no tan buena para un casi seguro noviembre.
Antes del inicio de la campaña el Frente Amplio tomó la decisión de competir con su marca y no con una estructura similar a la que utilizó en 2004. En aquel momento aplastó a los partidos tradicionales a caballo del Frente Amplio-Encuentro Progresista-Nueva Mayoría y con el viento a favor de la crisis del 2002.
Al cierre del proceso electoral tendremos mejor información para saber si la estrategia ayudó a su triunfo o fue uno de los motivos de su derrota. También sabremos si esa decisión, que ambienta un ellos y nosotros con el Frente Amplio de un lado y los socios de la Coalición Republicana del otro, profundizó el sentido de aquellos que se definen ¿coalicionistas? ¿republicanos? ¿multicolores? Cualquiera sea el nombre que adopten, es posible que no ser “ellos”, por el Frente Amplio, les guíe hacia un “nosotros”.
En una entrevista con Búsqueda en febrero de 2023, el director de Equipos Consultores, Ignacio Zuasnabar, decía que ese bibloquismo es asumido “con naturalidad” por buena parte del electorado.
Delgado y el “flanco derecho”
El candidato por el Partido Nacional, Álvaro Delgado, parece apoyarse en ese “bibloquismo”. La noche de su triunfo en la interna, anunció a Valeria Ripoll como compañera de fórmula y aseguró que su partido va camino a un “nuevo paradigma”.
Ese movimiento para disputar el centro del electorado hizo crujir a la interna blanca. Delgado desprotege su “flanco derecho”, pero es un espacio que pueden ocupar sus socios en las nacionales de octubre para buscar la mayoría parlamentaria. Y como el Partido Nacional, salvo una catástrofe, será nuevamente la mayoría de la Coalición Republicana, Delgado es el único del oficialismo que puede pasar al balotaje.
En una entrevista con Búsqueda publicada esta semana, el director de Opinión Pública de Opción Consultores, Rafael Porzecanski, dijo que el movimiento de Delgado, con matices, puede ser comparable a cuando el Frente Amplio apunta al centro para ganar las elecciones, aunque en ese caso deja margen para que lo corran “por izquierda”.
Esa estrategia, añade Porzecanski, tiene sus riesgos particulares para la Coalición Republicana, que es un conjunto de partidos. Está por verse si la idea del candidato, o su ejecución, funcionan.
Con los resultados del 30 de junio a la vista y sus primeras consecuencias, es momento de empezar a recalcular. Hay que ajustar los instrumentos con los que contamos para guiarnos lo mejor posible en este mar desconocido. Podés escribirme a mi correo [email protected] con comentarios, sugerencias o críticas sobre este mail. La mejor manera de entender lo que pasa es a través del intercambio sano.
Antes de dejarte, van unas recomendaciones de lectura.
Esta mirada de la campaña se alimenta, en parte, del trabajo que desarrolla el equipo de Búsqueda sobre el proceso electoral. Esta semana, recomiendo leer la cobertura de las internas, empezando por la reconstrucción de Federico Castillo sobre las negociaciones blancas. También prestaría atención a las notas vinculadas al plebiscito sobre la seguridad social, un tema que será eje central de la campaña.
Me despido con un par de sugerencias, porque no todo es política. Estos días fríos son ideales para mirar una película y Pablo Staricco recomienda El mal no existe, del director japonés Ryusuke Hamaguchi, el mismo de Drive my car. Y para aquellos que buscan una lectura, Silvana Tanzi dice que la última novela de Manuel Soriano, Las chicas doradas, no defrauda.