Durante la Conferencia sobre Océanos en Uruguay celebrada en 2021, el subsecretario del Ministerio de Ambiente, Gerardo Amarilla, habló del compromiso de Uruguay y de esta administración por cumplir con los acuerdos suscritos para alcanzar la carbononeutralidad hacia 2050. “Vamos a impulsar desde el gobierno que se termine con la búsqueda de petróleo en nuestra plataforma marina, ya que esa práctica tiene impactos ambientales negativos y es incoherente con nuestro compromiso con el cambio climático”, dijo.
Quizás por expresiones como esa, cuando Ancap anunció meses atrás la adjudicación de tres bloques para explorar la presencia de hidrocarburos en la plataforma offshore uruguaya, las reacciones no se hicieron esperar. Distintos académicos consultados por Búsqueda entienden —en línea con aquel planteo de Amarilla— que este camino va a contramano de la tendencia mundial, que apunta a la búsqueda de alternativas energéticas más amigables con el medio ambiente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El tema fue tratado durante un conversatorio organizado el miércoles 5 por la Universidad Católica, con el objetivo de debatir si Uruguay podría ser considerado un país sostenible si llegara también a convertirse en un país petrolero.
El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, afirmó que el país es lo “suficientemente serio” como para llevar adelante una producción petrolera sostenible. Por esa razón cuestionó: “¿Por qué vamos a renunciar a la posibilidad de prosperidad si la encontramos en un camino responsable? ¿Es ético que teniendo la posibilidad de producir gas natural aceptemos que en otros países se queme carbón? ¿Por qué Argentina sí y nosotros no?”.
Para el jerarca, “no hay antagonismo entre producción y ambiente”. Lo importante, en su opinión, es “encontrar el punto medio” para cumplir con la “obligación moral” de ir hacia una transición energética alineada con las medidas de mitigación contra el cambio climático, sin dejar de cumplir con la “obligación” de Ancap de asegurar el suministro energético. Además, advirtió que hoy entre el 70% y 80% de la energía que se consume a escala mundial proviene de fuentes fósiles, e incluso, hay países que volvieron a utilizar usinas de carbón que estaban inactivas debido a la guerra entre Rusia y Ucrania.
“El mundo no es sencillo o lineal, (...) Uruguay puede ser sostenible y también petrolero porque puede producir petróleo y gas natural que el mundo va a necesitar”, opinó.

Alejandro Stipanicic, presidente de ANCAP. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS
Estrategias
Debido al conflicto que atraviesa la Universidad de la República (Udelar) con medidas sindicales en reclamo del aumento presupuestal, los expertos convocados para participar en el evento no asistieron. Entre ellos estaba anunciada la profesora grado 4 del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Udelar y expresidenta del Instituto Uruguayo de Meteorología, Madeleine Renom. Consultada por Búsqueda, la investigadora cuestionó la iniciativa de la empresa estatal y afirmó que “se contrapone” con el compromiso asumido por Uruguay al ratificar el Acuerdo de París en 2015.
“Uruguay como país asumió la meta de generar cero emisiones de dióxido de carbono para 2050. Por tanto, ¿cómo encajarían las prospecciones petroleras en esa estrategia o con la matriz energética con base en fuentes renovables que se busca impulsar?”, se preguntó. De esa manera, para la especialista, los proyectos planteados por Ancap ponen en duda el posicionamiento global del país.
“No alcanza solo con decirlo, los acuerdos hay que acompañarlos con acciones y esto va directamente en contra”, enfatizó.
Al mismo tiempo, Renom criticó la posibilidad mencionada por Stipanicic de exportar el petróleo que se pudiera llegar a encontrar y explicó que “todo se debe mirar bajo una perspectiva global”.
“Aunque lo extraigas ‘de manera cuidada’ y lo exportes, y por tanto no seas quien genera emisiones, igual estás sacando petróleo al mercado global, lo que va a derivar en la quema de combustibles fósiles. Y la idea es llegar a una meta de emisiones cero a nivel mundial, no importa solo lo que emite cada país”, indicó.
En tanto, el doctor en Ciencias Biológicas, investigador y docente de la Facultad de Ciencias de la Udelar Javier Sánchez Tellechea se refirió a “las grandes perturbaciones en el medio oceánico” que genera la sísmica, y señaló que lo más importante es que si se llega a concretar la búsqueda se establezcan medidas de mitigación “lo más duras posibles”.
El biólogo marino, quien también debía participar de la instancia académica, explicó a Búsqueda que la actividad humana en la costa o en el mar siempre produce un disturbio para los organismos que lo habitan, ya sean prospecciones, la pesca o actividades deportivas o comerciales.
“A nivel mundial el sonido en el mar viene aumentando década tras década, hay una enorme contaminación acústica”, explicó y detalló que la búsqueda de hidrocarburos es una de las causas. Para identificar la presencia del combustible, se provoca un sismo a través de explosiones submarinas, las cuales tienen una onda expansiva de 180 km a la redonda y causan pulsos de baja frecuencia que afectan tanto la comunicación de los mamíferos marinos, como el comportamiento de los peces.
“Eso va a contramano de tener un país alineado con la idea de preservar el ambiente. Pero como están dadas las condiciones mundiales, Uruguay va a necesitar petróleo un tiempo más; el tema es ver qué tan necesario es buscar y extraer ese petróleo versus el daño ambiental que se pueda producir. Es decir, qué precio estamos dispuestos a pagar”, cuestionó.

Pescadores artesanales frente a las costas de Maldonado. Foto: Nicolás Celaya /adhocFOTOS
Pescadores
No es la primera vez que el país se embarca en la búsqueda de yacimientos de hidrocarburos. Hace menos de una década, Ancap impulsó prospecciones en el mar uruguayo que no dieron frutos y que, además, generaron graves perjuicios tanto ambientales como comerciales, según explicó a Búsqueda el presidente de la Cámara de Armadores Pesqueros del Uruguay, Ricardo Piñeiro.
En 2013 no existía aún un protocolo de actuación frente a proyectos de sísmica, por lo que la Dirección Nacional de Medio Ambiente no exigía una Autorización Ambiental Previa para ponerlos en marcha.
Es así que la búsqueda de crudo “hizo que la pesca mermara en un 42%”, algo que recién se pudo revertir por completo tres años después, indicó Piñeiro. “Cuando empezamos a tener problemas hablamos con Ancap pero fuimos ignorados. Ahí iniciamos un juicio que continúa hasta hoy contra la estatal por daños y perjuicios a nuestra actividad”, comentó.
Ante ese escenario, al conocer las nuevas licitaciones de bloques por parte de Ancap, desde la Cámara mantuvieron recientemente nuevas reuniones con la compañía para plantear su preocupación y solicitar “la necesidad de coordinar acciones” para mitigar el impacto. Por ejemplo, pretenden que no haya más de un barco haciendo sísmica y que se realice en las épocas del año cuando se termina la migración de los peces.
“Nos escucharon y quedamos de volver a hablar pero hasta ahora no hemos tenido más diálogo”, indicó Piñeiro. De todas formas, afirmó que por el momento no está anunciado el comienzo de la actividad sísmica en el mar. Las empresas deben realizar, antes de empezar la búsqueda, estudios y líneas de base según la nueva reglamentación del Ministerio de Ambiente.
“Por ahora se están analizando los datos que ya se habían recabado en la prospección anterior, pero esperamos que en el futuro se puedan tomar recaudos”, mencionó Piñeiro. Y cerró: “La pesca y la exploración petrolera podrían coexistir pero hay que coordinarse”.
Ciencia, Salud y Ambiente
2022-10-12T21:28:00
2022-10-12T21:28:00