Lacalle Pou capea el temporal con una impronta personalista mientras manda mensajes de liderazgo a propios y extraños

escribe Federico Castillo 

El ministro de Salud, Daniel Salinas, entró presuroso a la Torre Ejecutiva. Era el anochecer de una jornada caliente. El lunes 23 la presión de decretar la cuarentena total y obligatoria por el coronavirus (Covid-19) ya estaba muy encima y muy pesada sobre los hombros del presidente Luis Lacalle Pou, que unas horas antes se había reunido con el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), un colectivo abanderado con este reclamo.

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