Sartori repite estrategia y genera expectativa sobre su precandidatura presidencial

escribe Federico Castillo 

Misterio. Expectativa. Todo envuelto en una gran incógnita. En incertidumbre. Así le gusta al empresario Juan Sartori. Así empezó a construir a fines del 2018 el camino político que lo convirtió en senador. Nadie sabía bien quién era Juan, pero todos hablaban de él. Nadie sabía si de verdad un millonario uruguayo casado con la hija de un magnate ruso iba a ser precandidato del Partido Nacional, pero él tampoco desactivaba el rumor: lo alimentaba. En los primeros días de noviembre de 2018, Sartori llegó al Uruguay y se enfrentó por primera vez al enjambre de periodistas sedientos de confirmación. Venía de Nueva York con escala en Buenos Aires, donde alquiló un jet privado que lo llevó hasta Montevideo. El estilo Sartori. Y después de atravesar la puerta de la sala vip del aeropuerto de Carrasco, ni confirmó ni descartó. Dijo que se iba a tomar “dos semanas” para tener reuniones y estudiar la posibilidad de postularse. “Hasta ahora soy un uruguayo con mucho amor por mi país y que tiene ganas de estudiar lo que está pasando y que voy a tener capacidad de proponer. No he confirmado nada, estoy aquí para escuchar y conocer a quienes se pusieron en contacto conmigo. Ni confirmo ni descarto nada”, declaró entonces.

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