Toma, Bonilla y algo “muy jodido”

REDACCIÓN  

“Para decir esas cosas hay que meterse la lengua en el culo primero”, le dijo muy ofuscado el 18 de enero de 2003 el entonces ministro de Salud Pública, Conrado Bonilla, a Miguel Ángel Toma, que en ese momento se desempeñaba como director general de Secretaría de ese ministerio. “No es así, ministro. ¡Por favor, ministro! Lo niego terminantemente”, respondía una y otra vez Toma, nervioso y con la voz entrecortada.

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