A continuación, un resumen de la entrevista que Búsqueda mantuvo con Lago, quien estuvo acompañada por la embajadora de Estados Unidos, Heide Fulton.
—¿Cuál fue el motivo principal de su visita?
Marisa Lago (M. L.) —Cada vez que viajo, me reúno con gobernantes y con actores del sector privado para buscar oportunidades de crecimiento de la relación comercial. Este viaje tenía un propósito específico: firmar un memorándum de entendimiento enfocado en tecnologías críticas y emergentes. Identificamos cinco áreas específicas: semiconductores, telecomunicaciones —y no puedes pensar en telecomunicaciones sin considerar la ciberseguridad—, energía, biotecnología e inteligencia artificial. Si mira estas áreas, definen una economía que ya está aquí, pero que tiene un pie en el futuro. Vemos a Uruguay como un socio ideal para encarar estos temas. Estos son el tipo de temas que encaramos en diálogos bilaterales con la Unión Europea, Japón, Singapur; entonces, estamos muy entusiasmados de firmar este memorándum con Uruguay también.
Un memorándum de entendimiento puede ser un pedazo de papel. Lo que me gusta de este memorándum de entendimiento es que está enfocado en establecer un grupo de expertos, no en tener reuniones ceremoniales a nivel ministerial. Pondremos a nuestros expertos del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, que es parte del Departamento de Comercio y a un líder gubernamental en inteligencia artificial, los pondremos en contacto con sus contrapartes. Además, vamos a traer al sector privado de ambos países para buscar oportunidades y construir relaciones comerciales. Una de las áreas sobre las que me gustaría poner foco es la producción de energías limpias, en la que Uruguay es un líder no solo en la región sino en el mundo. Tener el 98% de la producción de electricidad con fuentes renovables es algo que miran con envidia los países alrededor del mundo. Entonces, vemos muchas posibilidades de combinar nuestros sectores públicos y privados en torno a este tema. Lanzamos una iniciativa de dos años llamada Impact —los gobiernos aman los acrónimos: Iniciative for Mitigating Polution and Climate Threat (Iniciativa para Mitigar la Contaminación y la Amenaza Climática)—. ¿Cómo se traducirá esto en la práctica? En setiembre, un grupo de líderes del gobierno y del sector privado uruguayos vinculados al sector verde, junto con representantes de Argentina y Chile, irán a Los Ángeles, donde tiene lugar la conferencia de energía verde y comercio más grande. Después, con setiembre del 2025 en el horizonte, traeremos una misión comercial de empresas de punta a Uruguay, Buenos Aires y Santiago de Chile. Otra vez, siempre buscando oportunidades.
—¿El memorándum abre espacio para la transferencia de tecnología y la creación de interdependencia en temas de infraestructura entre privados?
M. L. —Claro que sí. No solo buscamos tener una buena relación entre gobiernos, sino que queremos asegurarnos de que nuestros sectores privados interactúen. Y todos sabemos que cuando hablamos de tecnologías innovadoras eso incluye a las universidades, porque es donde buena parte de la investigación de punta se realiza. Lo que hace el memorándum es dar una arquitectura, un paraguas, y también es un mensaje de dónde están nuestras prioridades, nos permite hablar de nuestros países y sectores privados como socios.
—¿Este memorándum está relacionado con el proyecto que impulsa la administración Biden en la región, llamado Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas (APEP, por sus siglas en inglés)?
M. L. —Es parte de la relación, diría que la APEP es una demostración de eso, pero hay muchas formas de manifestarlo. Cada agencia trae su expertise y foco particular. Desde el Departamento de Comercio buscamos identificar mecanismos para reducir las barreras al comercio y poner en contacto al sector privado. Estuve en el Casmu, donde me mostraron la nueva ala en la que hay una máquina de resonancias magnéticas de última generación y un escáner. Podrías haberme convencido de que estaba en un hospital de primera línea de Estados Unidos, y eso sucedió porque nuestro Departamento de Comercio pudo trabajar con el sector privado, para facilitar el contacto de EG Healthcare y el Camsu.
Quisiera agregar que también tenemos una iniciativa regional sobre salud y tecnología en la salud. Me reuní con la ministra de Salud, porque Uruguay está coliderando en varias áreas de este proyecto, como digitalización e intercambio comercial. Creo que lo que estamos intentando demostrar con la embajadora es que las relaciones bilaterales no son unidimensionales, sino que en lo que tiene que ver con lo comercial y económico es multidimensional. Más tarde me voy a reunir con el presidente de Antel para discutir sobre telecomunicación y temas de ciberseguridad; después voy a ir al puerto.
—Mencionó el tema de telecomunicaciones, de ciberseguridad y otros que son asuntos objeto de tensiones geopolíticas. El año pasado, el presidente de Uruguay visitó China y firmó un memorándum sobre estos temas con el gobierno de Xi Jinping. ¿Es posible para un país como Uruguay desarrollar una relación en estos temas con los dos países?
M. L. —El presidente Biden ha dicho que nosotros no les pedimos a los países que no comercien con China. Al igual que Uruguay, Estados Unidos comercia con China, es un mercado importante para las exportaciones norteamericanas. El año 2022 las exportaciones a China estaban asociadas a un millón de puestos de trabajo en Estados Unidos. Si mira las áreas de comercio —y estoy muy familiarizada con ellas—, la amplia mayoría no tiene ninguna relación con temas de seguridad nacional. No puedo enfatizar suficiente: no esperamos que no comercien con China. Lo que sí hacemos es presentar a Estados Unidos como una gran oportunidad y un buen socio para hacer negocios. ¿Por qué? Porque compartimos ideales democráticos. También compartimos el compromiso por el imperio de la ley, ambos estamos enfocados a tener fuertes derechos laborales y normas de protección del medio ambiente. Así vemos las relaciones con Uruguay.
—Si bien todo está conectado, el comercio es una cosa y otra compartir tecnología e infraestructura en estos temas. En algún momento es necesario elegir la tecnología y la infraestructura que se va a usar.
M. L. —Mi mensaje al reunirme con gobiernos extranjeros es que cuando piensas en tus telecomunicaciones y tus tecnologías e innovación, la infraestructura es un tema de seguridad, de uso apropiado, es un asunto de seguridad económica. Y todos sabemos que la seguridad económica es un tema de seguridad nacional. Entonces, cuando los países crean sus redes de telecomunicaciones, es importante que piensen en las facetas de ciberseguridad, en la privacidad de los datos, en la protección de sus ciudadanos.
—Además de la APEP, la administración Biden despliega una estrategia de acercamiento de las cadenas de producción y suministro, llamada nearshoring. ¿Este memorándum debe entenderse en ese marco?
M. L. —Absolutamente. Si alguna lección salió de la pandemia, es que no podemos tener mucha dependencia de un solo país o región para obtener recursos críticos. Estamos trabajando en el mundo, pero el hemisferio occidental, en particular, representa una gran oportunidad dados los lazos de afinidad y geográficos. Vemos muchas oportunidades de trabajar con Uruguay para consolidar cadenas de suministro, como por ejemplo, la de los semiconductores, que es un gran desafío. El memorándum da un sentido del alcance de las áreas en las que Uruguay tiene oportunidad de ser parte del nearshoring, de ser parte de una diversificación de las cadenas de suministro.

Marisa Lago y Heide Fulton durante la entrevista en la Embajada de Estados Unidos en Montevideo.
—Cuando habla de cadenas de suministro para las nuevas tecnologías, es posible pensar en las reservas de litio que tienen, por ejemplo, Argentina o Chile. ¿Qué tendría para ofrecer Uruguay en una cadena de suministro de semiconductores, por ejemplo?
M. L. —El litio es un tema que estuvo en mi conversación con las autoridades argentinas durante mi visita. Argentina es un gran productor de litio y todavía no han tocado ni un tercio de sus reservas, lo que supone una gran oportunidad. Quizás es una mirada muy angosta la que usted presenta sobre las cadenas de suministro. Si uno mira, el 90% de las exportaciones de tecnología de la información uruguayas van a Estados Unidos, lo que podría ser un gran aporte a la cadena de suministro.
Heide Fulton (H. F.) —El ministro Paganini ha hablado en muchas ocasiones sobre la capacidad importante que tiene Uruguay de investigación y desarrollo en el área tecnológica, y esa es un área en la que Uruguay puede estar interesado en ser parte de la cadena de suministro de semiconductores. Este memorándum trata de acercarnos para aprovechar e impulsar nuestras respectivas fortalezas y asegurarnos de que Uruguay está todo lo conectado que puede estar a escala regional. Con respecto a la producción de energía, si hay potencial para desarrollar hidrógeno verde, ¿cómo debe conectarse Uruguay para venderlo? Puede ser que no lo venda a Estados Unidos, ¿pero cómo puede venderles a otros? Lo que escuché en el diálogo con la ministra fue preocupación por las regulaciones, la estandarización, cómo facilitar la arquitectura de conectividad para que las fortalezas de Uruguay puedan alimentar fácilmente las cadenas de producción.
M. L. —Agrego algo a lo que decía la embajadora. Países de todo el mundo, algunos más lejos que Uruguay, están enfocados en ser parte de la cadena de suministro de semiconductores. La mayoría están enfocados en la parte de ensamblado, testeo y empaquetado, algo importante de la cadena. No hay tantos países que pueden, con la comodidad con la que planteó Paganini, enfocarse en las fases de investigación y desarrollo. Y por eso es que somos tan optimistas por tener a Uruguay como socio.
—¿Es posible avanzar en la negociación de un acuerdo de libre comercio bilateral?
M. L. —El tema va más allá de mi departamento. Pero es importante decir que hay muchas oportunidades para incrementar el intercambio y la inversión bilateral. Mi foco es ver cómo podemos conectar a las compañías, nuestras compañías con autoridades uruguayas, para mejorar el intercambio.
—Legisladores republicanos y demócratas de Estados Unidos presentaron un proyecto de ley en las dos cámaras del Congreso que incluye una propuesta para que Uruguay sea tenido en cuenta como posible nuevo integrante del tratado de libre comercio vigente con los norteamericanos, México y Canadá, el USMCA (ex-Nafta). ¿La administración Biden apoya esa iniciativa?
M. L. —Cada año, el número de proyectos que se presentan son cientos, a veces más de mil, pero menos del 2% son aprobados.
—¿Entonces?
M. L. —No comento sobre legislación en discusión. Otra vez: solo el 2% son aprobados.
H. F. —Es un proyecto y no podemos comentar sobre sus méritos. Sí puedo decir que refleja un sentimiento de querer aumentar la colaboración con Uruguay, porque es considerado un aliado fuerte y democrático. Más allá de si el proyecto es aprobado, estamos trabajando de manera muy fuerte para conseguir oportunidades comerciales para nuestros países y el memorándum del que venimos hablando es un vehículo para lograrlo.