Basado en su experiencia personal, el diputado Sodano propone “la internación compulsiva de adictos con un abordaje integral”

escribe Juan Pablo Mosteiro 
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Sabe de este tema. De adolescente fue un consumidor problemático de sustancias y vivió dos años en la calle. “Yo comí de un basurero cuando estuve en situación de calle por droga”, contó Martín Sodano en octubre durante la discusión presupuestal en la Cámara de Diputados. Su intención ahora es evitar que otras personas y sus familias pasen por ese calvario en el que, asegura, “se pierde toda voluntad individual”, y que la adicción sea tratada “como lo que es, una enfermedad mental” mediante una estrategia que comprometa la intervención del Estado.

Con ese objetivo, Sodano, diputado y próximo coordinador de bancada de Cabildo Abierto (CA), presentará a principios de marzo un proyecto de ley en el que propondrá “la internación compulsiva de adictos problemáticos”, con un “abordaje integral” que involucre a seis instituciones estatales, según adelantó a Búsqueda.

“Yo comí de un basurero, abría las volquetas, sé lo que es eso, sé la falta de dignidad que uno deja de lado cuando lo hace. Uno se arruina contra el piso”, relató Sodano ante sus pares. Por eso, para este diputado la adicción a las drogas —“desde el alcohol a la heroína, pasado por la pasta base de cocaína o las anfetaminas”— debe ser considerada a todos los efectos “como lo que es, una enfermedad mental que anula la voluntad del individuo; así de simple”.

Esta afirmación no es ya solo una iniciativa de política sanitaria o un diagnóstico avalado por la Organización Mundial de la Salud, agregó, “es una evidencia científica”. Y en ella sustenta su idea de “habilitar al Estado a decidir la internación compulsiva de personas que padecen adicciones extremas y carecen de voluntad para iniciar un tratamiento de rehabilitación”, con vistas a promover “un nuevo sistema” de atención de las adicciones.

“La ciencia comprobó hace mucho tiempo que el consumo prolongado de drogas produce alteraciones en el cerebro que aumentan la vulnerabilidad a la recaída” y que también provoca “la búsqueda irresistible de la droga, incluso meses y años después de la desintoxicación”. Para fundamentar su propuesta dijo basarse en “un centenar de estudios y artículos recientes”, pero ante todo en su experiencia personal.

El 16 de diciembre, al hablar sobre un proyecto de ley impulsado por el Frente Amplio para visibilizar la realidad de las personas que viven en la calle, Sodano afirmó: “Yo fui una de esas personas que vivió por drogas en situación de calle. Sé lo que esas personas viven. Sé lo que esas personas pasan. Y no solamente las que pasan por drogas, que puede ser por voluntad propia o no”.

Entonces, deslizó su intención de presentar una propuesta “sin banderas políticas”, dirigida a “un sector de ciudadanos orientales que necesitan realmente un abordaje más integral” sobre las adicciones. “Si como Estado no proponemos herramientas para encararlo, esto seguirá creciendo y desbordando: Ciudad Vieja, Malvín, Pocitos, el interior... todo el país, no hay lugar donde no haya gente viviendo en la calle. Y después: ‘¡Ah, el drogadicto, el adicto!’. Y sí, esa persona necesita un tratamiento, un psiquiatra, un psicólogo, asistentes sociales, profesionales que lo contengan”, dijo. Si bien señaló que “el Mides tiene refugios y hay gente que sale a la calle” a ayudar a estas personas, apuntó que “todo ese esfuerzo hoy se hace a pulmón”.

A su turno, el diputado opositor Daniel Caggiani (MPP) destacó “la valentía” de su par cabildante al exponer su historia. “Él fue una de las personas que estuvo en situación de calle y además lo dice, tiene la valentía de decirlo. Y hoy está sentado acá, en este Parlamento”.

El consumo abusivo de drogas es uno de los puntos fuertes de la agenda del partido que lidera el senador Guido Manini Ríos, quien en campaña electoral prometió abordarlo desde el gobierno.

El 10 de diciembre, el ministro de Salud, Daniel Salinas, designado por CA, alentó un sistema integral de prevención y tratamiento del uso problemático de sustancias adictivas con estrategias interinstitucionales y acciones de promoción de salud, al participar en el foro académico Usos Problemáticos de Drogas: Miradas y Abordajes, organizado por la Junta Nacional de Drogas (JND).

Salinas respaldó además la eventual sanción de la ley de “voluntad anticipada para recibir un tratamiento de desintoxicación, rehabilitación y reinserción social en caso de consumo abusivo de drogas”, proyecto que ya fue aprobado por la Comisión de Salud de Diputados.

El de Sodano será el décimo proyecto de ley presentado sobre temas de adicciones y consumo problemático de drogas en los últimos 15 años por todo el espectro político y hasta ahora ninguno prosperó. Uno de los últimos fue el que presentó el gobierno de José Mujica en 2012 en el paquete de medidas para combatir la inseguridad que incluía la regulación del mercado de cannabis. En aquella ocasión, la propuesta del Poder Ejecutivo no logró consenso ni siquiera en la bancada de la coalición de izquierda. “Esto muestra el fracaso de todo el sistema político, que no es de ahora. No es culpa del Frente Amplio ni de los blancos, es de todos”, apuntó el diputado de CA.

Libertades individuales vs. intervenciones compulsivas

Según la Ley de Salud Mental (19.529) aprobada en 2017, el “consumo problemático de sustancias psicoactivas” es un tema de naturaleza multidimensional, que debe tratarse en el marco de las políticas de salud mental con una “perspectiva integral” que incluya la reducción de riesgos y daños, la atención psicosocial, y la integración educativa y laboral. La ley también expresa que una persona puede ser hospitalizada de forma involuntaria si existe “riesgo inminente” de vida para ella o para terceros.

Dada la dependencia generada por las sustancias adictivas y “la activación de mecanismos cerebrales de recompensa que trae aparejado el uso prolongado de drogas, la voluntad individual se ve afectada”, explicó Sodano a Búsqueda, al afirmar su convicción de que “corresponde la intervención compulsiva de personas con adicciones severas” y que esto “no altera la libertad individual de las personas”.

En especial, continuó, aquellas con adicciones a sustancias psicoactivas como la pasta base de cocaína o “cualquiera que afecte gravemente a su persona o a otras”, y esto, añadió, aunque el adicto tenga intervalos lúcidos.

Su proyecto, aún en fase de redacción, prevé que “ante cualquier ciudadano sospechoso de un consumo abusivo de estupefacientes que se encuentre en la vía pública o en cualquier espacio público, podrá requerirse el concurso de las fuerzas públicas del orden y, tras una evaluación médica profesional, ser internado compulsivamente en un centro asistencial”. En Uruguay hay más de 2.500 personas viviendo en la calle y el 56% tiene problemas de adicciones.

Para la mayoría de esa gente resulta “casi imposible” detener la espiral adictiva por sí misma, sin ayuda terapéutica. El texto plantea que en un plazo de siete días se hará una evaluación médica a presentar a la fiscalía. Uno de los principios básicos que sustenta la iniciativa es que el abordaje sea integral y con atención a “las múltiples necesidades de cada adicto”, ya que no existen tratamientos con validez universal.

La proyectada ley incluye la intervención de “un equipo interdisciplinario” integrado por representantes de los ministerios del Interior, de Salud, de Educación y de Desarrollo Social, además del Instituto Técnico Forense y de la JND. A su vez plantea destinar un porcentaje de los recursos obtenidos de las incautaciones para volcarlos a la rehabilitación y las campañas de concientización sobre el consumo abusivo de drogas.

Actualmente, el Estado invierte $ 1,5 millones mensuales para atender a una treintena de pacientes del centro de referencia de la Red de Drogas conocido como Portal Amarillo, que funciona en la órbita de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, y está dirigido a los consumos problemáticos de drogas en adolescentes y jóvenes.

“El tema es que hoy el paciente que entra al Portal Amarillo debe tener un mes de abstinencia; o sea que ya superó el punto más crítico. El Estado no trabaja con la adicción de la persona quebrada, desesperada”, comentó Sodano durante la media hora previa de la sesión del 4 de noviembre, que dedicó “a esas madres, familias y gurises que luchan día a día con las adicciones y que sienten que están perdiendo a sus hijos, que están perdiendo a sus hermanos, que están perdiendo a sus amigos”.

Información Nacional
2021-02-03T18:12:00