El equipo de diagnóstico pulmonar del Hospital Maciel está “subutilizado” mientras hay pacientes “de sobra” para aprovecharlo

escribe Federica Chiarino 

Había tres pacientes esperando en el Instituto del Tórax del Hospital Maciel esa mañana. Primero le tocaba a uno de unos 80 años, que se mostraba tranquilo. Respiraba en silencio sentado en una silla acolchonada y de a ratos cerraba los ojos. A su alrededor, enfermeras y médicos iban y venían. El equipo era grande. Contra una pared, una joven analizaba imágenes obtenidas de un PET, un estudio similar a una tomografía, pero que mediante la inyección de radiactividad contribuye a captar más detalles de los nódulos pulmonares.

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