El gobierno autoriza nuevamente las comisiones de colaboración policial para fortalecer el “vínculo” con la sociedad

escribe Juan Francisco Pittaluga  

Fue durante décadas una escena cotidiana en las ciudades y pueblos de todo Uruguay: el policía tocaba timbre en las casas y los comercios de la zona para, carpeta en mano, vender a los vecinos un bono que ayudara a complementar los gastos materiales de él y sus compañeros de trabajo o completar las canastas de fin de año. Creadas en 1978, las comisiones de colaboración financiaron durante años a seccionales y unidades policiales cuyos presupuestos estaban desbordados.

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