En el 90% de los procesos por violencia doméstica los denunciados no tienen abogado; “hay una situación alarmante de indefensión”

escribe Victoria Fernández 

Frente a una denuncia de violencia doméstica, la Justicia debe tomar medidas rápidas para proteger a la víctima. Se retira al denunciado del hogar, si es que conviven, y se le ordena que mantenga distancia para prevenir el riesgo de un daño grave. Si hay hijos, se suelen suspender los contactos por 90 días como prevención. A continuación el juez cita a una audiencia para evaluar la situación y escuchar a ambas partes. En esa instancia la víctima asiste con un abogado, que la mayoría de las veces es un defensor público. También la persona denunciada tiene derecho a contar con asistencia legal.

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