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Frente a los altos índices de obesidad, médicos reclaman que el Estado subsidie cirugías para reducir la grasa corporal
Se estima que hay 16.000 uruguayos con obesidad mórbida que podrían beneficiarse de esta intervención quirúrgica; en el Hospital Maciel hay 300 pacientes en espera para ser operados
A medida que el Covid-19 comienza a ceder, otras “pandemias” más extendidas y duraderas vuelven a ocupar la atención de médicos y científicos. Entre ellas, el problema del sobrepeso y la obesidad, que en Uruguay y el mundo muestra indicadores alarmantes.
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“Esta es la verdadera pandemia: la ‘globesidad’”, sostuvo el doctor Héctor Geninazzi, integrante de la comisión directiva de la Sociedad Uruguaya de Cirugía Bariátrica y Metabólica (SUCBM) durante una comparecencia en la Comisión de Salud Pública y Asistencia Social de la Cámara de Diputados el martes 5.
Con el término globesidad, Geninazzi hizo referencia a la prevalencia de la obesidad a escala global. Para ponerlo en cifras, mencionó que de 7.500 millones de habitantes que tiene el planeta tierra, 2.000 millones tienen sobrepeso u obesidad. Esto significa, según dijo, el doble que la cantidad de personas desnutridas. Añadió que por obesidad fallecen 2,8 millones de pacientes al año y definió el problema como “el mayor desafío de la salud pública para el siglo XXI”.
Además, las causas más frecuentes de mortalidad en el mundo son las enfermedades cardiovasculares y los accidentes cerebrovasculares. Estas dos enfermedades tienen en su raíz patologías como la hipertensión, la diabetes y la dislipemia (concentración elevada de lípidos). Todas ellas son provocadas por la obesidad. También el cáncer, la segunda causa de muerte en el mundo, es 30% más frecuente en pacientes obesos, aseguró Geninazzi en su exposición. “Entonces, la obesidad termina siendo la mayor causa de mortalidad a nivel mundial”, concluyó.
Todas las patologías derivadas de la obesidad o asociadas a ella, según el directivo de la SUCBM, mejoran con un procedimiento quirúrgico que se conoce como “cirugía bariátrica”. Los integrantes de la sociedad uruguaya de cirujanos que realizan ese procedimiento reclamaron ante los diputados que se torne más accesible y que sus costos sean cubiertos por el Plan Integral de Atención en Salud (PIAS).
La cirugía bariátrica es la única herramienta terapéutica que disminuye efectivamente la grasa corporal. Además, cuando se introducen modificaciones anatómicas y funcionales en el tubo digestivo, que provocan cambios en el metabolismo del paciente, se la llama “bariátrica metabólica”. Este tipo de intervención es capaz de lograr un descenso de peso significativo sostenido en el tiempo.
Según Geninazzi, no se trata de una cirugía estética, aunque pueda tener como consecuencia una disminución en el peso del paciente, que se refleje en cambios en su aspecto físico. Tampoco se define como una cirugía paliativa, sino curativa. “Intenta cambiar la conducta y nos dicen: ¿pero cómo, cirujanos, manipulando el estómago, el intestino, pretenden cambiar los hábitos? Efectivamente, el paciente aprende a comer de una manera diferente. Baja de peso, se siente más ágil y, entonces, hace los ejercicios que de otra manera no podía. Modifica los hábitos”, aseguró.
En la comparecencia en la Comisión de Salud Pública intervino también el doctor Pablo Santiago, titular de las comisiones Fiscal y Científica de la SUCBM. Santiago compartió datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la población uruguaya actualizados a 2021. Para el grupo etario de entre 15 y 65 años, el total de población es de 2,3 millones de habitantes. Por regla de tres, el doctor calculó que de esa cantidad, aproximadamente 1,3 millones tienen sobrepeso u obesidad. Para saber cuántos de ellos tendrían obesidad mórbida (índice de masa corporal superior a 40) y serían, por tanto, pacientes aptos para realizarse una cirugía bariátrica, la SUCBM recurrió a un estudio de un endocrinólogo uruguayo que reveló que, para esa población adulta, el porcentaje de obesidad mórbida es de 1,2%. Mediante un cruce entre los datos del INE y los de este estudio, Santiago llegó a la conclusión de que aproximadamente 16.000 uruguayos son obesos mórbidos. “Ese es el universo al cual debemos apuntar”, dijo.
La intervención quirúrgica se realiza mediante la técnica de laparoscopía y el paciente operado en el mismo día puede levantarse de la cama y moverse con poco o nulo dolor. El costo estimado del equipamiento que se utiliza para esta intervención es de $ 110.000, según dijo Gustavo Rodríguez, integrante de la Comisión Científica de la SUCBM en la comparecencia en Diputados. Pero el presidente de la sociedad, Sergio Sauto, agregó que, de forma global, considerando la utilización del block quirúrgico y las instalaciones del sanatorio, la intervención le cuesta al paciente alrededor de $ 400.000. “Indudablemente, si esto se generaliza, el costo bajará sustancialmente”, aseguró.
El paciente que se somete a una cirugía bariátrica permanece entre 48 y 72 horas internado.
Rodríguez comparó el costo con el del tratamiento de un paciente con obesidad que además desarrolla diabetes e hipertensión. Si una persona con esas características no recibe atención a tiempo, tiene posibilidades de desarrollar cardiopatías y complicaciones graves. Llegado ese caso, una angioplastia, que es un procedimiento que se realiza para dilatar las arterias coronarias, tiene un costo de US$ 4.000 por paciente, ejemplificó el directivo de la SUCBM. Mencionó también el cateterismo terapéutico, que ronda los US$ 5.000. Y en los casos de mayor gravedad, en los que se requiere un trasplante cardíaco, el costo se eleva a $ 2.000.000.
El presidente de la SUCBM dijo que en Uruguay en la actualidad hay seis equipos armados que realizan cirugías bariátricas: uno en Rivera, otro en Carmelo y cuatro en Montevideo. De esos últimos cuatro, uno está en el Hospital Maciel, otro en el Militar, otro en el Italiano y otro en la Médica Uruguaya. “Evidentemente, esos seis no son suficientes para atender el volumen de pacientes que hay”, aseguró. Según Rodríguez, en el Hospital Maciel hay unos 300 pacientes a la espera de ser operados.
El diputado del Frente Amplio Luis Gallo Cantera agradeció la comparecencia de la delegación de la SUCBM y reconoció que la problemática “se arregla, solamente, de una manera: incorporando la técnica de la patología de la morbilidad al PIAS” o al Fondo Nacional de Recursos (FNR).
Desde el FNR dijeron a Búsqueda que de momento no tuvieron ninguna reunión por este asunto con la SUCBM, y que es un tema que primero debería estudiar el Ministerio de Salud Pública. Esa cartera no respondió a las consultas del semanario.