Llegar a la edad de retiro y seguir trabajando: el dinero, la  vida social y la “satisfacción” son las razones principales

escribe Pedro Tristant 

El escritor Carlos Maggi ya había superado la edad requerida para la jubilación, pero quería escribir sus columnas en El País. Había que buscar una alternativa para que pudiera cobrar por su trabajo y, entonces, consultó a Rodolfo Saldain, especialista en seguridad social. A ese abogado se le ocurrió un invento para solucionar el asunto: cobrar a través de la “sesión anticipada de derechos de autor sobre un hipotético libro”. Con Gustavo Adolfo Ruegger ocurrió algo similar, pero la salida propuesta para que pudiera seguir escribiendo sus críticas teatrales en ese diario fue distinta. En este caso, “hubo que lograr” que el Banco de Previsión Social (BPS) lo autorizara a “trabajar gratis”.

Esta nota es exclusiva para suscriptores de BÚSQUEDA y GALERÍA
Elegí tu plan y suscribite

Suscribite

¿Ya sos suscriptor? Iniciá sesión

Probá nuestro servicio, registrate y accedé a una nota gratuita por semana.