Ofrecen nuevo tratamiento a pacientes graves con Covid-19 que aún no tiene el aval del MSP pero cuenta con buenos resultados

escribe Federico Castillo 
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La paciente tiene 49 años y hace unos días era un número más de esos que se escuchan todos los días con relativa puntualidad en los informativos, cuando se dan los reportes de ingresos de pacientes graves a los Centros de Terapia Intensiva (CTI) por complicaciones a causa del Covid-19. Fue ahí, en ese terreno clínico entre la vida y la muerte que se ha vuelto un paisaje demasiado frecuente en la conversación cotidiana durante esta pandemia, que los médicos les comunicaron a sus familiares que había un tratamiento posible. Otro más aparte de los habituales. Uno nuevo. Una opción que todavía no reúne la suficiente evidencia científica para que su uso sea extendido en el mundo y mucho menos en Uruguay. Pero que aun así está protocolizado por guías norteamericanas y europeas que han avanzado en su investigación con resultados favorables en los últimos meses.

La alternativa, una combinación de un fármaco de alto costo llamado tocilizumab (aprobado y financiado por el Ministerio de Salud para tratar la artritis reumatoidea) con el corticoide dexametasona, no brinda demasiadas garantías de éxito, le explican los intensivistas a la familia de la paciente que permanece intubada en cuidados intensivos. Hay reportes internacionales que indican que su aplicación ha reducido la mortalidad en casi la mitad de los pacientes que requieren ventilación mecánica invasiva. Pero no deja de ser una apuesta más en el tratamiento contra una enfermedad de la que se sigue aprendiendo sobre la marcha. Y además es una apuesta cara. El fármaco no está cubierto por el Formulario Terapéutico Médico (FTM). Ni las mutualistas privadas ni la salud pública lo financian para el tratamiento del Covid. Acceder a esa posibilidad tiene un costo que oscila entre los $ 70.000 y los $ 140.000. Los familiares no dudan ante el planteo. Hacen el gasto. Apuestan. A los cuatro días la mujer llora de emoción y agradecimiento en una sala de cuidados intermedios.

Este es apenas uno de los casos que atendió el intensivista Gustavo Grecco, presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), hace pocas semanas. Grecco aseguró a Búsqueda que personalmente comenzó a poner arriba de la mesa esta opción de tratamiento para pacientes críticos hace aproximadamente un mes. Dijo que siempre debe aclarar que no es algo que esté financiado, que asume que tiene un costo elevado, pero que hay una “fuerte evidencia” sobre sus beneficios.

Puede dar fe. En los últimos días vio cómo tres pacientes jóvenes, de menos de 50 años, se recuperaron rápidamente y acortaron su estadía en CTI. Grecco aclaró que no se puede administrar la combinación del fármaco con el corticoide a todos los casos que requieren internación. “Es solo para los que cumplen determinados criterios”, señaló. Y explicó que su uso está protocolizado en pacientes con una inflamación pulmonar severa y que no tenga explicación en otra causa, como la sobreinfectación bacteriana. “En principio tenemos buenos resultados, pero falta información global de su uso, datos macro. Esto es un continuo aprendizaje”, admitió el presidente del SMU.

En un documento fechado el 14 de marzo y firmado por los doctores Julio Medina y Jimena Pietro, de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de la República, se lo recomienda como estrategia terapéutica. Basados en estudios científicos de Reino Unido, los especialistas incluyen esta combinación de fármaco y corticoide en la “Actualización de aspectos fundamentales para el tratamiento de la Covid-19 en Uruguay”.

En uno de los papers internacionales que cita la Cátedra de Infecciones, se señala que en pacientes hospitalizados con hipoxia (disminución de cantidad de oxigeno en la sangre) e inflamación sistémica, tocilizumab “mejoró la supervivencia y otros resultados clínicos”.

“Estos beneficios se observaron independientemente del nivel de asistencia respiratoria y fueron adicionales a los beneficios de los corticoides sistémicos”, agrega el estudio. “El tocilizumab es un anticuerpo monoclonal que se une al receptor de la interleucina (IL) -6, lo que reduce la inflamación y se usa comúnmente para tratar la artritis reumatoidea. Evaluamos la seguridad y eficacia de tocilizumab en pacientes adultos ingresados ?en el hospital con Covid-19 con evidencia de hipoxia e inflamación sistémica”, concluye.

Otro intensivista consultado por Búsqueda, pero que prefirió el anonimato, señaló que también está aplicando el tratamiento hace algo más de un mes en instituciones privadas. El especialista fue conservador en su diagnóstico. Dijo que hubo datos contradictorios y que durante todo el 2020 las investigaciones internacionales realizadas al respecto arrojaron resultados negativos. Sin embargo, en los primeros meses de este año, luego de ajustes y un “diseño más fino” sobre el momento preciso para el uso de los medicamentos, se comenzaron a observar beneficios. “Hay un periodo ventana estrecho, de no más de 72 horas desde que comienza la ventilación mecánica asistida para el inicio del tratamiento”, explicó.

El MSP observa pero aún no avala

Según el peso del paciente, las dosis de tocilizumab necesarias varían entre 400 miligramos y 800 miligramos. Los 400 miligramos del fármaco tienen un costo de $ 71.480. Una alta fuente del Ministerio de Salud Pública (MSP) señaló a Búsqueda que están “siguiendo” los resultados de este nuevo tratamiento en pacientes graves. Sin embargo, aclaró que no se trata de una terapéutica que esté avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Aún no está aprobada científicamente. Y no podemos expedirnos hasta que no demuestre eficacia y seguridad”, puntualizó el informante del MSP.

Agregó que se trata de una nueva posibilidad que se está experimentando como en su momento se experimentó con la hidroxicloroquina y la cloroquina, que luego se comprobó no tenían efectos clínicos beneficiosos en los pacientes y que incluso podían ocasionar graves efectos secundarios.

Confidencial

Si bien en la mayoría de los casos relevados, se pudo constatar que para acceder al tratamiento con tocilizumab lo único que deben hacer los pacientes es firmar un consentimiento informado como en cualquier otra intervención del estilo, Búsqueda pudo saber que al menos una mutualista del interior incluyó un acuerdo de confidencialidad con el paciente. En el documento se aclara que el medicamento no se encuentra incluido dentro del FTM y por tanto la institución “no se encuentra obligada” a cubrirlo por “norma jurídica ni contractual vigente alguna”.

Luego detalla el importe del tratamiento y que el pago se hará mediante transferencia bancaria. Y por último señala que “dada la excepcionalidad del beneficio otorgado, ambas partes se obligan a mantener la confidencialidad y reserva de las condiciones y alcances del presente acuerdo”.

Distintas fuentes médicas consultadas por Búsqueda indicaron que un convenio de confidencialidad de este estilo no es una práctica habitual en la medicina local.

Información Nacional
2021-06-17T01:08:00