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Pesca ilegal en aguas uruguayas casi se triplicó en el último año
Un informe del proyecto Mar Azul Uruguayo detectó que embarcaciones argentinas y uruguayas desactivan su ubicación para eludir los controles, en una zona identificada por Ambiente como prioritaria para su conservación
Barco de pesca en el Puerto de Montevideo. FOTO: Daniel Rodríguez /adhocFOTOS
Embarcaciones que circulan en aguas uruguayas desactivan su ubicación para eludir los controles, una maniobra que se incrementó de forma notoria en el último año. De acuerdo con un informe elaborado por Mar Azul Uruguayo, una iniciativa de la ONG Che Wirapitá, mientras la pesca legal disminuyó, la “actividad oscura”, que pasa por fuera de controles y radares, creció casi tres veces entre noviembre de 2022 y noviembre de 2023.
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El informe analiza la actividad pesquera en una de las áreas identificadas por el Ministerio de Ambiente como prioritaria para su conservación, llamada Restinga del Pez Limón. Se denomina “actividad oscura” a aquella que realizan las embarcaciones que desactivan el sistema automático de identificación (AIS, por sus siglas en inglés), una suerte de GPS que deben tener encendido cuando circulan en aguas uruguayas. Los datos fueron extraídos de la plataforma Global Fishing Watch (GFW), que registra la información proporcionada por el AIS.
En el período analizado entre enero de 2020 y noviembre de 2023 se identificó la presencia y “pesca aparente” de al menos 46 buques autorizados a circular por la zona; 16 con banderas uruguayas y 26 de nacionalidad argentina.
También se registró a cuatro barcos taiwaneses que no están habilitados a operar en esa área, que es de uso exclusivo de embarcaciones uruguayas y argentinas. Esta flota pesquera opera a escala global capturando ilegalmente especies como atunes, tiburones y peces espada, y representa “un riesgo alto para tortugas y aves marinas”, dice el reporte. Sostiene que estas embarcaciones realizan desde 2020 unas ocho incursiones anuales al puerto de Montevideo, y que “aprovechan las navegaciones de paso inocente desde y hacia el puerto” para desviarse, detener a un mínimo la marcha y efectuar actividades de presunta pesca irregular. El patrón observado permite concluir que es una “‘práctica ilegal’ instalada en la operativa pesquera”, advierte el informe. Las autoridades uruguayas deberían “controlar, vigilar y monitorear” a este tipo de embarcaciones que realizan operativas presuntamente ilegales, indican desde Mar Azul Uruguayo.
“Actividad oscura”
En cuanto a las flotas argentinas y uruguayas, la actividad pesquera (denominada esfuerzo de pesca aparente) registrada en el sistema AIS, muestra una disminución, tanto en el número de horas como de buques, entre enero de 2021 y noviembre de 2023. En término de horas, la actividad de la flota argentina se redujo 80%, mientras que la cantidad de embarcaciones bajó 35%. La actividad de la flota uruguaya disminuyó 50% y la cantidad de embarcaciones cayó 43%.
Sin embargo, advierte el documento, la reducción de la actividad no es un “reflejo de la realidad” sino que es un efecto de la “manipulación” del sistema AIS. Si bien es obligatorio mantener encendido el sistema AIS para las embarcaciones que ingresan a aguas uruguayas, cada vez con más frecuencia las embarcaciones lo apagan para no ser detectadas por las autoridades u otros barcos.
El estudio analizó las flotas que navegaron por la Restinga del Pez Limón con los AIS apagados entre noviembre de 2022 y noviembre de 2023, que fueron detectadas al cruzarse con otra plataforma de monitoreo de embarcaciones denominada Skyligth. El reporte indica que 42 buques presentaron 736 eventos de actividad oscura durante ese período. 26 buques de bandera argentina fueron responsables del 89% de los eventos de actividad oscura detectados y 12 buques de bandera uruguaya del restante 11%, detalla.
Así, al comparar la actividad oscura en noviembre de 2022 y noviembre de 2023, el estudio observa un incremento en más del doble respecto a la flota argentina (66 eventos en 2022 a 162 en 2023) y trece veces superior respecto a la flota uruguaya (13 eventos en 2022 a 40 en 2023). La flota uruguaya concentra estos eventos en el interior del Río de la Plata sobre su margen oriental y la argentina en el margen exterior del Río de la Plata hasta las proximidades del puerto de Mar del Plata.
El informe concluye que la futura incorporación de la Restinga del Pez Limón a un sistema de áreas marinas protegidas -tal como está previsto por el Ministerio de Ambiente- “requerirá de medidas de control y vigilancia que prevengan la pesca ilegal y reglamenten la actividad pesquera”. La práctica ilegal u “oscura” disminuye la capacidad de Uruguay de evaluar el esfuerzo pesquero al que es sometida el área, advierte el reporte. Por esa razón, recomienda que se exija y controle el uso obligatorio del sistema AIS, se establezcan sanciones y se desarrollen las capacidades necesarias para el monitoreo de la actividad de las flotas pesqueras extranjeras y nacionales en el mar uruguayo.
También sugiere fortalecer la evaluación táctica del escenario marítimo pesquero como soporte de inteligencia a las operaciones de vigilancia y control de la Armada Nacional, fijar cupos de captura total permisibles para los recursos pesqueros que no lo tengan establecido y capacitar a los funcionarios competentes en el uso de plataformas como GFW o Skyligth.
El coordinador de Mar Azul Uruguayo, Andrés Milessi, comentó a Búsqueda que, si bien las autoridades fueron receptivas a la información, dijeron que no tienen la capacidad de procesarla: “Queremos poner esto a consideración de las autoridades, que miremos con un poco más de atención, particularmente esa zona identificada como prioritaria; la intención es poner en aviso al gobierno de que esto está ocurriendo frente a nosotros, a 80 kilómetros al sureste de la costa de Punta del Este”, dijo Milessi. En ese sentido, lamentó que la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos no haya firmado un acuerdo de transparencia con la plataforma GFW para brindar los datos de los barcos que navegan en aguas uruguayas, pese a que sus funcionarios recibieron dos capacitaciones.
Fuentes de la Armada dijeron a Búsqueda que recibieron el documento, pero reconocieron que el problema es que la institución “no tiene gente con conocimientos sólidos de metodología de la investigación haciendo análisis sistemático”; explicaron que son pocos los oficiales y que el personal subalterno “hace lo que puede, pero no está a la altura”. Aseguraron que la Armada comenzó a formar recientemente a una persona para que se desempeñe como analista de pesca ilegal y esperan que el primer informe se publique a mediados de mayo.