Un pedido final de compromiso y discursos encendidos en un asado entre el presidente e intendentes blancos de cara al referéndum

REDACCIÓN  

Hubo algo de arenga previa, de ese convencimiento colectivo que sirve para darse ánimo antes de una contienda importante, pero fue también un llamado de atención. Un último aviso —por las dudas— de lo que se juega el gobierno en el próximo referéndum del 27 de marzo para derogar o mantener la Ley de Urgente Consideración (LUC). El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, citó en la residencia de Suárez a todos los intendentes blancos y a los líderes de cada sector partidario a una reunión que sirvió como una puesta a punto antes de embarcarse en una campaña que tendrá a los principales dirigentes nacionalistas recorriendo todo el Uruguay para defender la ley madre de esta administración, una normativa que se aprobó en el primer año de gestión y a la que la oposición busca derribarle 135 de sus artículos. Pero en el encuentro, en el que comieron asado y hubo un buen tiempo dedicado a que cada uno de los invitados escuchara al presidente y luego diera su parecer, no se habló tanto de la ley y su contenido como de lo que significa para el gobierno defenderla y salir victoriosos de este evento electoral.

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