El gobierno está preocupado por el conflicto en Ucrania y su posible impacto en el TLC con China

REDACCIÓN  
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El gobierno uruguayo observa con preocupación el rol de China en el tenso escenario que ocurre entre Rusia, Ucrania, Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), al considerar que como resultado indirecto se puede generar la paralización del tratado de libre comercio (TLC) entre ambos países, cuyo desarrollo quedó en un segundo plano para el gigante asiático.

El miércoles 9, jerarcas del Poder Ejecutivo analizaron durante algunos minutos la problemática situación internacional durante un encuentro organizado en el Ministerio de Relaciones Exteriores por el canciller Francisco Bustillo. También participaron los ministros de Economía, Azucena Arbeleche, de Agricultura, Fernando Mattos, y de Industria, Omar Paganini. La reunión fue convocada para definir los detalles operativos de la visita que hará las próximas dos semanas el presidente Luis Lacalle Pou a los Emiratos Árabes Unidos, donde participará el lunes 21 del Día de Uruguay en la Exposición Universal de Dubái.

Fuentes oficiales indicaron a Búsqueda que los ministros discutieron brevemente cómo los hechos en Europa del Este, con la posibilidad de un conflicto militar en Ucrania como resultado, pueden perjudicar económica y comercialmente a Uruguay. Y específicamente cuáles pueden ser las consecuencias de una mayor participación de China en esta crisis. Una de las conclusiones que se maneja en el gobierno es que el tratado de libre comercio con el país asiático se encuentra actualmente “estancado” ante la atención e interés chino en el tirante contexto global.

Guerra Fría

La postura oficial de China sobre lo que sucede en Ucrania quedó claramente establecida el viernes 4 previo a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022, evento aprovechado por el presidente chino, Xi Jinping, para recibir en Beijing a su par ruso, Vladimir Putin. Tras el cónclave Jinping fue contundente en su apoyo a Putin.

“China y Rusia han profundizado con determinación la coordinación estratégica de apoyo recíproco y han mantenido codo con codo la equidad y la justicia internacionales. Esta es una opción estratégica con una profunda influencia en China y Rusia e incluso en el mundo, que nunca ha sido sacudida ni será sacudida en el futuro”, aseguró el presidente chino en un comunicado. “Las partes se oponen a una nueva expansión de la OTAN”, declararon también ambos países en un largo documento conjunto, en donde reclamaron a Estados Unidos abandonar “las posturas ideológicas de la Guerra Fría” y aseguraron estar “atentos a la estabilidad” en la región.

Rusia ha desplegado tropas en su frontera con Ucrania como advertencia ante un posible ingreso ucraniano a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Putin incluso advirtió sobre “un conflicto bélico” si el acceso se concreta. Estados Unidos respalda a la OTAN y ha enviado armamento a Ucrania y miles de efectivos de sus Fuerzas Armadas a países limítrofes, en una escalada militar entre ambas partes que no cesa desde enero.

China profundizó aún más su propio distanciamiento con Estados Unidos luego de que el gobierno de Joe Biden aprobara días atrás vender a Taiwán US$ 100 millones en equipos y servicios destinados a respaldar los sistemas de defensa aérea de la isla asiática, amenazada por una latente invasión china, que considera suyo ese territorio. “China tomará medidas legítimas y enérgicas para defender su propia soberanía e intereses de seguridad”, respondió el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian, ante el anuncio de la venta de armas estadounidenses.

En medio de esta complicada realidad, el gobierno uruguayo ha perdido optimismo sobre la posibilidad de finalizar en el primer semestre del año el estudio de factibilidad del TLC con China. Uruguay recibió en setiembre la oferta formal china para iniciar este análisis y avanzar hacia un tratado de libre comercio entre ambos países. Incluso previo al desarrollo del escenario ucraniano, en ambientes diplomáticos uruguayos ya estaba instalándose la idea de que los progresos en el acuerdo iban más lentos de lo previsto.

Esta percepción tomó fuerza cuando el mes pasado el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, calificó directamente como “un problema” la intención uruguaya de negociar el TLC de forma bilateral por fuera del Mercosur.


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2022-02-10T01:08:00