Gestión fiscal, cuestionada por la oposición, cerró 2023 con una mejora

REDACCIÓN  
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Los datos fiscales de diciembre eran esperados con ansiedad por analistas privados y actores políticos, después de varios meses de deterioro que pusieron el tema en el debate público. Las cifras publicadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en la noche del miércoles 31 mostraron una mejora en los números, en línea con lo previsto por las autoridades de esa secretaría de Estado.

El resultado del conjunto del sector público cerró el año pasado con un déficit equivalente a US$ 2.851 millones, es decir 3,5% del Producto Bruto Interno (PBI) o 3,6% si se dejan de lado los ingresos extraordinarios por los llamados “cincuentones” que se desafiliaron de las AFAP y volvieron a aportar exclusivamente al Banco de Previsión Social (BPS). En los 12 meses a noviembre pasado el desequilibrio era de 4,0% (4,2% sin “cincuentones”); había sido de 3,4% en 2022.

Los niveles de déficit por encima de 4% del PBI que se habían alcanzado en los últimos tiempos llevaron a algunos analistas y a técnicos del Frente Amplio a cuestionar la gestión fiscal del gobierno. En una entrevista con Búsqueda, Pablo Ferreri, exsubsecretario de Economía y dirigente de uno de los sectores que respalda la precandidatura de Carolina Cosse, señaló que quien asuma el poder en 2025 recibirá un país con una situación fiscal “muy tensionada”, con un crecimiento económico “esmirriado” y un “fenomenal atraso cambiario”.

Varios economistas estuvieron expectantes de la divulgación de los datos, que se conocieron inusualmente tarde (sobre la hora 21 las estadísticas y cerca de una hora después el comunicado ministerial). Hubo, incluso, especulaciones acerca de las causas de la demora.

Las cifras del MEF mostraron, además, que el déficit del gobierno central y el BPS sumados —el perímetro de la regla fiscal— cerró el año pasado en 3,2% del PBI, tal como estaba previsto en la Rendición de Cuentas.

Ignacio Umpiérrez, economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) —y secretario ejecutivo del Consejo Fiscal Asesor—, destacó que el gasto primario cayó 0,4% en términos reales frente a 2022 y se ubicó por debajo del tope vigente, “cumpliéndose por cuarto año consecutivo”. También marcó que el stock de la deuda pública sobre el PBI “habría cerrado con una leve caída por tercer año consecutivo” —a niveles de en torno a 55% la bruta y 52% la neta—, “tras el aumento sostenido entre 2013 y 2020”.

Agregó que, dado que la economía se comportó por debajo de su nivel potencial, es probable que el déficit estructural sea menor al efectivo. “Queda claro que, hasta el momento, la política fiscal —ayudada por la regla— ha acotado los riesgos de insostenibilidad” previos, afirmó Umpiérrez.

Un economista dijo a Búsqueda, en línea con los argumentos que manejaban la ministra Azucena Arbeleche y otros jerarcas del MEF para contestar las críticas, que en diciembre de 2022 hubo “mucho gasto en inversiones y por el Covid”, por lo cual solo por sacar ese mes de la medición anual e incorporar un diciembre “normal”, previsiblemente habría una “mejora grande”. Agrego que “la duda era si no caían los ingresos o se disparaban otros gastos”, extremo que no ocurrió.

Mientras, el presidente del Banco Central, Diego Labat, dijo a Búsqueda que “la gestión económica en general claramente tiene una buena valoración”. “No tengo dudas” de que eso será ponderado por la ciudadanía en este año electoral, agregó.

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2024-02-01T01:54:00