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Con una oposición “vehemente” a la eutanasia, el diputado Goñi intenta un “debate profundo” en su partido, al que ve “omiso”
En informes a sus correligionarios sostiene que se convertirá en “la causa principal de muerte violenta” por encima de los homicidios y que, de mantenerse como “espectadores”, estarían “defraudando” a su “historia” y sus “votantes”
Impulsado por el diputado colorado Ope Pasquet y con el respaldo del Frente Amplio, el proyecto de ley de eutanasia y suicidio asistido divide a la bancada del Partido Nacional. La iniciativa tiene adhesiones suficientes como para ser aprobada, y actualmente colorados y frenteamplistas negocian una redacción final. Plantado en la vereda de enfrente, el diputado blanco Rodrigo Goñi se embandera como oposición a la norma, lo que provocó en los últimos meses cruces en la Comisión de Salud Pública con el frenteamplista Luis Enrique Gallo y molestias entre algunos de sus correligionarios, que ven al legislador “enfrascado”, “vehemente” e “intenso” con el tema.
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“Si no estuviera intenso con el tema, no tendría alma ni corazón”, porque “en este tema se juega la vida y la muerte de los más vulnerables”, dijo Goñi a Búsqueda.
El pasado 4 de julio, el diputado plasmó sus argumentos en un informe que entregó a sus compañeros antes de una reunión de bancada que finalmente no abordó el tema. “La sociedad uruguaya siempre ha recurrido al Partido Nacional como el gran instrumento de afirmación de sus principios fundamentales, abierto a la actualización de sus valores pero sin perder su identidad humanista y solidaria”, escribió.
Mientras a comienzos del año legislativo la bancada de senadores blancos —con la presencia de los coordinadores de Diputados— definió dar libertad de acción en el asunto, en su cámara Goñi empezó a moverse para marcar decididamente su oposición. Uno de los pasos que dio fue pedirle a su par de Aire Fresco Fernanda Araujo que le permitiera usar su lugar de delegada en la Comisión de Salud Pública mientras se abordara el proyecto para seguir de cerca su tratamiento.
En los últimos meses el legislador buscó convencer tanto a su bancada como al directorio nacionalista de que analice en profundidad el tema. “Un tema de estos no puede no discutirse. El Partido Nacional y la bancada tienen que dar una discusión a fondo, pero no ha habido un debate en ningún lado”, dijo. El legislador sostiene que eso sí ocurrió con el Frente Amplio, Cabildo Abierto y el Partido Colorado, pero en cambio “el Partido Nacional está omiso”, insistió.
Tanto en una carta enviada al directorio a fines de mayo como en el informe presentado ante sus compañeros de bancada, Goñi hace referencia a la “libertad responsable” mencionada tantas veces por el presidente Luis Lacalle Pou. Según su visión, ese compromiso no es “con una libertad cualquiera”.
“Para el Partido Nacional no hay justicia sin libertad ni puede haber libertad sin justicia”, sostiene.
Ambos documentos tienen peticiones y argumentos parecidos, aunque en la dirigida al directorio solicita una convocatoria a la convención nacional o a la “convención delegada” a los efectos de “habilitar una discusión interna” sobre un tema que considera de “la mayor trascendencia política, social y ética” y que “afecta los derechos fundamentales de los ciudadanos más vulnerables”.
En tanto, en el informe presentado a la bancada, Goñi pone en cuestión la constitucionalidad del proyecto y pide que no sea el Parlamento el que modifique el Código de Ética del Colegio Médico del Uruguay (en donde actualmente se afirma que la eutanasia es contraria a la “ética médica”) y garantizar el acceso universal a los cuidados paliativos antes de considerar la eutanasia.
“No puede soslayarse que la eutanasia y el suicidio asistido se convertirán en poco tiempo en la causa principal de muerte violenta, alcanzando un número probablemente mayor a los 1.000 casos por año, superando ampliamente los homicidios y los accidentes”, advierte el legislador, con base en —asegura— experiencias aplicadas en otros países.
A continuación sostiene: “Estaríamos defraudando a nuestra historia y a nuestros votantes si nos conformáramos con ser meros espectadores frente a proyectos impulsados por otros partidos, a partir de tendencias que vienen desde afuera, y que implican cambios sociales, culturales, económicos, políticos y jurídicos de dimensiones muy profundas”.
Entre otros pedidos, solicita que antes de considerar el proyecto se convoque a una agrupación parlamentaria para que “realice un profundo análisis”, que se lleve adelante un “estudio de evaluación de impacto por parte de la Asamblea General” y que se apruebe en el Senado la ley de cuidados paliativos.
Maternidad subrogada
El martes, la bancada de diputados del Partido Nacional recibió al diputado del Partido de la Gente, Daniel Peña, que presentó su proyecto de ley sobre maternidad subrogada. La iniciativa se limita a modificar un par de artículos de la ley de técnicas de reproducción asistida, habilitando a mujeres que no puedan gestar un embarazo “debido a enfermedades genéticas o adquiridas” a acordar con “otra mujer” la “implantación y gestación” de su embrión.
Actualmente, se habilita esta situación solo para familiares de segundo grado de consanguinidad o de la pareja de la mujer imposibilitada, pero Peña entiende que esta opción les quita el derecho a mujeres sin hermanas ni cuñadas.
Al igual que ocurrió con la eutanasia, Goñi presentó un documento a la bancada donde advierte que, si bien el texto lo prohíbe, “abre la posibilidad de la subrogación comercial”, además de que “no se atiende a los derechos de la madre subrogante” ni se la contempla en “otros aspectos también muy relevantes”. Según sostuvo, la integridad física de estas mujeres “podría verse vulnerada debido a una situación de necesidad económica o presiones de cualquier tipo”.
El tema generó divisiones en la bancada nacionalista. Algunos legisladores como los diputados Eduardo Lorenzo, Alexandra Inzaurralde o Álvaro Dastugue se manifestaron en contra, mientras que otros, como el presidente de la bancada, Mario Colman, tienen una postura a priori favorable. El proyecto recién comenzó a discutirse en la bancada y varios integrantes no descartan negociar posibles modificaciones con Peña. Fuentes parlamentarias aseguraron que, al igual que ocurrió con la eutanasia, la bancada nacionalista se inclinará por la libertad de acción.
