Drogas y narcotráfico

Muchas drogas producen adicción. Su consumo se vuelve imperioso. Aunque la adicción no es exclusiva de la droga, resulta mala tanto para el adicto como para la comunidad que integra.

El narcotraficante, si un cliente no le paga, no puede recurrir a la Justicia, debe hacer justicia por su propia mano y para ello recurre a la violencia por sí mismo, por sicarios o (mediante sobornos) por funcionarios del Estado a todos sus niveles.

Esa simple ley de la economía, que el consumo es el motor de la economía explica el fracaso de la llamada guerra contra las drogas. Guerra que en vez de solucionar el problema de la drogadicción lo ha agravado. Ha aumentado su comercio al haberlo hecho más rentable y ha creado una inmensa burocracia que cuesta mucho dinero y trabajo humano infructuoso, que podría ser empleado para hacer muchas otras cosas necesarias para la humanidad.

La modestísima experiencia uruguaya de comercio regulado de la marihuana ha sido positiva, pero debe ampliarse a todas las drogas y volcar el grueso de los esfuerzos a reducir el consumo. A lograr que la gente no tenga tanta necesidad de drogas. O sea, centrar el tema en lo sanitario y no en la represión.

Carlos Texeira Varesi

Abogado jubilado