“Todos amamos el punk, así que sería justo decir que Hate for Sale es nuestro homenaje a la banda que siempre consideré la más grande del género: The Damned”. Las palabras de Chrissie Hynde presentan lo mejor de Pretenders en muchos años. Un regreso a lo básico, a ese ritmo intenso y crudo que retumbó por las tribunas del Centenario en marzo de 2018, cuando abrieron el show de Phil Collins y bombardearon a los presentes con sus clásicos. Y este nuevo disco, que celebra su 40° aniversario, recupera esa esencia. Diez canciones y media hora de duración que pasan como un torbellino y muestran todas las tonalidades musicales que hicieron grande a la banda británica. Notables Hate for Sale, The Buzz y Lightning Man. A destacar You Can’t Hurt a Fool y Crying in Public, dos baladas para disfrutar la hermosa voz de Hynde. Si regresan algún día, seguro que estos temas formarán parte del setlist.
Título: The Beginnings. West Coast Years, 1959-1962 (Fresh Sound Records)
Autor: Gary Peacock
Primeras grabaciones del contrabajista Gary Peacock (1935-2020), que tanto tiempo fue pilar fundamental del trío de Keith Jarrett, junto con el baterista Jack DeJohnette. En estos 12 temas que totalizan 78 minutos de jazz del mejor, con el viento de Los Ángeles y el salitre del Pacífico, hay ejemplos bien distintos en la forma de abordar la improvisación y la melodía, que en la Costa Oeste siempre mantuvo un espíritu apacible, menos confrontativo y rupturista que el de la Costa Este. Peacock es el factor unificador al acompañar a los trompetistas Don Ellis y Carmell Jones, a los saxofonistas altos Bud Shank y Jimmy Woods (cuyo Not Yet es sublime) y al sorprendente pianista Clare Fischer, a quien Herbie Hancock reconoció como una de sus influencias. Además, hay dos composiciones firmadas por el contrabajista: Stranger y Liddledabllduya.
Título: Ritos de pasaje (ind.)
Autora: Phoro
Se llama Patricia Horovitz y lo que hace llama la atención porque está muy bien diferenciado del sonido predominante en la fermental escena femenina uruguaya. Luego de comenzar haciendo blues y rock, esta diseñadora industrial y productora musical nacida en 1986 se volcó a la electrónica, con un live set editado en 2014, en el que deslizó pinceladas de trip hop y psicodelia, con su voz bien cultivada, etérea y sugerente como leitmotiv. Luego de varias giras y temporadas en el DF mexicano y Berlín, volvió a Uruguay, armó su banda, bautizó el proyecto Phoro y editó Aljibe (2018), un disco en el que a su plataforma electrónica sumó una sonoridad ochentosa. Ahora, los seis temas que conforman este EP se inclinan aún más al formato canción, con una impronta lírica más nítida, y un tecno machacante, muy synthpop. Se destaca, con luz, Espada, tema del filme Al morir la matinée, con su hipnótico groove de bajo sintetizado.
Título: Doce (ind.)
Autora: Queyi
Llegué tarde a la escuela por darle de comer a mi niñez. / Me endurecí, fui parte de mi infierno. / Me despojé de todo lo que siento. / Lo puse casi todo en la canción. / Pedí perdón, pagué todas mis cuentas, fumé del humo tibio del amor. / Aprendí cuarenta veces a perder. / Partí, morí adentro de una taza, nunca será mi casa un ataúd. Ejercicio, versión del tema de Luciana Mocchi que condensa una vida entera, abre este disco de la española-montevideana Queyi y contiene sus dos pilares: su voz de terciopelo y el sonido del piano Steinway de 1912 que compró semidestruido, restauró y hoy reina en su living. Se suman temas de Mariana Ingold, Sylvia Meyer, Samantha Navarro, Estela Magnone, Rossana Taddei, Florencia Núñez, Laura Canoura, Patricia Turnes, Fira Chmiel, Sofía Gabard y de la legendaria pianista y compositora Carmen Barradas. Totalmente queyizadas —salvo la melodía—, suenan como canciones nuevas.
Título: Hey Clockface (Concord)
Autor: Elvis Costello
El gran Declan Patrick MacManus, Elvis Costello para los melómanos, el chamán del power pop, el caballero británico que da cátedra sobre cómo tener una carrera repleta de grandes canciones y prudencialmente alejada de los focos del starsystem, tiene nuevo disco. Y es de lo mejor que ha sonado en este año pandemoníaco. Con su voz tan inmaculada como la de Nick Cave, a los 66 años demuestra estar en perfecto estado creativo e interpretativo. Y aquí está acompañado por dos de sus virtuosos compinches en las seis cuerdas: Bill Frisell y Nels Cline. Ecléctico de verdad, el álbum tiene todos los Costellos posibles: el crooner jazzero apasionado (Hey Clockface), el rockero rabioso (No Flag), el poeta sereno y reflexivo (Radio is Everything), el maestro de la balada (The Last Confession) y el compositor de vanguardia (Hetty O’Hara Confidential), que nos trae noticias del futuro.
Título: Sin tiempo ni persona (ind.)
Autor: Ninguna Higuera
En un verso que le otorga un bucle narrativo a su primer álbum, el trío uruguayo Ninguna Higuera se presenta con reciedumbre. “La simpleza así de simple es”, canta con poder Emilia Benia, la voz del grupo conformado junto con Leticia Gambaro en viola y Belén Insausti en guitarra. Con su instrumentación cordófona (contando, por qué no, las cuerdas vocales), estas siete canciones son un conjunto de dualidades; exteriores naturales percibidos desde un interior aguerrido y desafiante. Los relatos, que abarcan la nostalgia por la infancia, el amor perdido y hasta una faena devenida en la oscuridad campestre son construidos desde una emoción por momentos desgarradora, aunque nunca derrotista. Con la voz de Benia por delante, Gambaro e Insausti se dan lugar para acomodar un abanico de recursos instrumentales, mezclando arpegios, melodías sostenidas y silencios en un debut punzante y auspicioso.
Título: Sertralina Mon Amour (Little Butterfly)
Autor: Maxi Angelieri & Casi Exilio Psíquico
Un lustro después de su último disco, Maxi Angelieri, el Tano, el que abría los conciertos diciendo: “Nosotros somos Exilio Psíquico, ustedes no”, el que acuñó la frase: “En Montevideo todo es under”, volvió a vivir en Uruguay y reunió a sus (viejos) muchachos de Exilio Psíquico. Más allá del aggiornamiento sonoro, el resultado no difiere de la vieja propuesta: la voz del Tano bien al frente, pop-rock clásico, impronta melódica, letras directas, irónicas, sarcásticas, en tono de comedia negra, sin pretensión poética. Depresión, fracaso, ridículo, patético. No es exagerado definirlos como un pequeño supergrupo: Riki Musso (fundador) en guitarras, arreglos y producción artística, con su sello kitsch, el mismo que no cuadró más en el Cuarteto, Orlando Fernández (otro histórico) y Javier Depauli (bajo y batería de Buitres) y Andrés Coutinho (Eté y los Problems).
Título: Octubre al Sur (Perro Andaluz)
Autor: Joaquín Lapetina
En Tiempo lento (2014) y El puro oficio del sol (2016), Joaquín Lapetina se reveló como un talentoso cancionista, con un pie en la tradición regional y otro en el sonido rockero. Lapetina es ambicioso: no quiere sonar a nada ni a nadie parecido. Ni siquiera en el timbre de voz. Y esa intención se aprecia en su extraño y extraviado fraseo, que por momentos coquetea —bien— con la psicodelia. Esta olimpíada que se tomó para hornear su tercer plato —un intenso y reposado trabajo de búsqueda sonora— se traduce en un álbum sólido, hecho de maderas nobles, moldeadas y pulidas con sumo esmero. Las aristas lucen nítidas, bien definidas, las superficies exhiben oficio en las terminaciones. Mérito, en buena medida, del arreglador y productor Fernando Flores. Estas virtudes se aprecian en los cuatro actos: Apertura, Navegando por octubre, Entrando en sueño y En sueño.
Mastodonte para audiófilos