Protección de animales

Estamos muy atrasados en ello, tanto, que se vuelve para atrás autorizando la caza de algunas especies y acusando a los perros cuando los culpables son sus dueños. Cualquier animal hambriento va a ir en búsqueda de alimento para sobrevivir.

Dado el tiempo transcurrido, preguntamos cuándo vencía el plazo para cumplir con la mencionada intimación. La insólita respuesta fue: “Comprendemos su molestia en cuanto a nuestro accionar pero debido a que no hay riesgo de vida comprobable aún no hemos podido agendar una visita”.

En primer lugar, siento indignación ante la respuesta. Después de todo el relato hecho y repetido, ¿en qué se basan para decir que no hay riesgo de vida comprobable? Nunca han ido. ¿Les parece que todo el sufrimiento que viene padeciendo no implica riesgo de vida? ¿Cómo les consta si no han ido y tampoco se han preocupado en exigir a la persona con quien hablaron por teléfono que les lleve la documentación de la perrita en plazo perentorio?

La burocracia siempre es detestable, pero mucho más cuando hay vidas inocentes que sufren y nadie hace nada por ellas.

Entonces, sería mejor cerrar el INBA y dedicar esos recursos a quienes realmente se ocupen de los que más sufren.

¡Qué escandaloso atraso sufre nuestro país en esto!

Por eso está siempre vigente aquello de que “cuanto más conozco a la gente, más quiero a los animales”.

Varios animales, como Astar y tantos otros, han salvado a niños y adultos, pero la situación inversa es excepcional.

Diva E. Puig