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Sindicatos policiales reclaman atención a la salud mental en su profesión, que implica “desgaste” y exposición a la violencia
El suicidio es la principal causa de muerte en los policías; en Uruguay, las autoeliminaciones de estos trabajadores ocurren “10 veces más” que en otras partes
Dos policías tuvieron que enfrentarse a la imagen de un niño de nueve años y una niña de ocho tirados en el piso, muertos. Tuvieron que lidiar con el homicidio recién cometido por su padre e informar al respecto a la madre de los niños. Ellos no fueron los primeros ni los únicos trabajadores del rubro que sufrieron una imagen que quizás no puedan borrar de sus retinas. La cercanía a la muerte, sumada a condiciones de trabajo precarias, manejo de armas y enfrentamientos con delincuentes ponen la salud mental de los policías ante una situación de fragilidad.
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Después de lidiar con el homicidio ocurrido el martes 26, los dos oficiales recibieron el apoyo del Centro de Atención a las Víctimas de la Violencia y el Delito, según informó Subrayado. En ese centro se trata de dar respuesta a los efectos en la salud mental de quienes presencian situaciones similares.
“Siempre son los policías los que están en primera línea de estas situaciones de tanta violencia”, dijo a El Observador la vicepresidenta del Sindicato de Funcionarios Policiales (Sifpom), Patricia Noy Cardozo. Resaltó además la reivindicación del sindicato de contar con un psicólogo de puerta en el Hospital Policial para ofrecer apoyo a los oficiales. A eso agregó la mención al proyecto integral de salud psíquica y prevención del suicidio en la Policía que impulsan junto con el Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU) y la Asociación de Funcionarios del Ministerio del Interior.
El proyecto, que los sindicatos presentaron el 7 de abril y al que accedió Búsqueda, presenta varios datos que dan cuenta de una situación de alarma en cuanto a la falta de atención a la salud mental de los policías. El dato de mayor preocupación para ellos: el suicidio es la principal causa de muerte en el ámbito de su profesión. La policía uruguaya, según afirman, “se suicida 10 veces más que otras”.
El trabajo de los policías implica un importante “desgaste”, según se expresa en el informe, lo que se asocia a condiciones de trabajo de exposición física, estrés y bajos recursos. En su accionar diario, los oficiales se enfrentan a situaciones de violencia y se exponen a muchos peligros. “En la condición de estrés excesivo hay manifestaciones físicas y psicológicas que afectan y desgastan diariamente su quehacer policial, su vida personal y familiar”, reclaman los sindicatos.
En la presentación del proyecto añaden una enumeración de los efectos más frecuentes que causa la exposición a esas situaciones y que pudieron documentar. A nivel físico, se mencionan trastornos cardíacos, gástricos, musculares y afectaciones en el sueño. En salud mental se enumeran: frustración, ansiedad, depresión, desgaste, fobias y baja autoestima. A esto se añaden efectos cognitivos como una disminución en la concentración y capacidad de atención; en el plano afectivo, cambios de humor, irritabilidad y distanciamiento emocional; y en el conductual, adicciones, agresividad o apatía y falta de cuidado personal.
Estos trastornos físicos y psicológicos son los que llevan a desarrollar ideas suicidas a un número de trabajadores policiales elevado en comparación con otras realidades del mundo. Los sindicatos afirman que “el estigma” asociado a su profesión “desalienta la búsqueda de ayuda” ante la presencia de estos signos. Por los contextos socioeconómicos en los que viven los policías en Uruguay, sufren problemas económicos y a veces enfrentan situaciones de violencia en sus propios hogares que agravan la situación. Respecto a lo primero, el informe reclama que a los policías “no se les reduzca su salario al 65%”.
“Promover la salud mental y desestigmatizar los problemas de salud mental son otras de las acciones a implementar”, plantean los sindicatos policiales, y aseguran que “se puede lograr mediante diversas intervenciones a distintos niveles, capacitaciones y talleres sobre la temática y actividades de sensibilización”. Además, proponen “educar y formar con el objetivo de reconocer signos de alarma de la conducta suicida y saber cómo intervenir en situaciones de crisis”.
Los sindicatos de policías consideran importante trabajar en prevenir y reducir los casos de intimidación y acoso laboral, algo que, sugieren, se podría lograr con mayores políticas de intervención y sanción hacia ese tipo de conductas.
Algunas otras propuestas contenidas en el proyecto del Sifpom, el SUPU y la Asociación de Funcionarios del Ministerio del Interior consisten en la conformación de un Grupo Asesor de Prevención en el que participen los sindicatos y la presencia permanente de psicólogo en puerta de emergencia del Hospital Policial, como reclamaba Noy Cardozo. Proponen crear protocolos y establecer una correcta aplicación, lanzar campañas publicitarias y difusión de la problemática y promueven un Encuentro Nacional de Prevención que cuente con mesas de intercambios, debates y aportes, con participación directa de los propios trabajadores.
En octubre de 2021, la vicepresidenta Beatriz Argimón realizó la apertura del Primer Simposio de Salud Mental y Prevención del Suicidio en la Policía, que se llevó a cabo en el Palacio Legislativo. “En el debate sobre salud mental, nos consta que el gobierno está trabajando activamente, pero es un tema en el que todos somos arte y parte desde las políticas públicas”, aseguró entonces. Además, anunció que la senadora nacionalista Graciela Bianchi “generó un grupo de trabajo para que no sea un tema que queda solo en una comisión específica, sino para tratar de salir en búsqueda de esas distintas miradas sobre el tema”.
“En ese sentido el Parlamento va a apoyar todas las instancias necesarias para abordar esta problemática”, añadió.
En ese simposio, la presidenta del Sifpom, Patricia Rodríguez, dijo que el 17% de las certificaciones de los funcionarios policiales son por enfermedad mental y que eso ubica a ese motivo en el tercer lugar. Allí anunció que se presentaría un proyecto de ley para atender la salud mental de la policía.
El comisario retirado Flavio Cuña aseguró en esa instancia que “el principal objetivo es concientizar y visibilizar la problemática de los suicidios no solo en el ámbito policial, ya que hubo un aumento del 250% en los últimos años, con 718 suicidios en el año 2020”.
