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“Aunque no esté ni en la residencia de Suárez ni en la Torre Ejecutiva, el presidente está siempre al tanto de absolutamente todo, más al tanto que nadie”. La definición es de un cercano colaborador a Tabaré Vázquez en el Poder Ejecutivo y refiere a cómo, especialmente en verano, los ojos del presidente están muy pendientes de cada una de las acciones que toma el gobierno, aun cuando él pueda pasar tiempo fuera de Montevideo, en una época donde aprovecha momentos de pesca en Anchorena o de sol en San Luis.
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Este año, sin embargo, dentro del Poder Ejecutivo no ha sido necesario recordar que los ojos de Vázquez siguen atentos a cada situación: desde los primeros días de enero el presidente tomó en persona los desafíos que se le presentaron a su administración, como encontrar una salida al conflicto con los productores rurales y poner fin a las continuas irregularidades en ASSE removiendo a sus principales jerarcas.
En el oficialismo valoran que de esa manera Vázquez “se puso el equipo al hombro”, como definieron a Búsqueda dirigentes del Frente Amplio, para cortar de raíz problemas que amenazaban profundizarse, acallar críticas de la oposición y lograr unir a toda la fuerza política bajo su liderazgo, incluso asumiendo la posibilidad de que ese protagonismo pueda desgastar su imagen, como arriesgó hacer esta semana en una discusión con manifestantes.
“Se lo estoy diciendo en la cara.
No me escondo atrás de nadie”. La frase de Vázquez a un transportista, a la salida del Ministerio de Ganadería el lunes 19, resume cómo el presidente decidió desde 2018 afrontar los diferentes reclamos que se han encauzado a través de los productores rurales “autoconvocados” en el movimiento Un Solo Uruguay. Aunque las protestas del campo al gobierno venían desde el año pasado, se intensificaron a partir de enero y el presidente resolvió encontrar la solución encabezando diversas reuniones con las gremiales y con los productores.
En esos encuentros propuso instalar una mesa de diálogo para que ambas partes estudien probables medidas, un ámbito del que Vázquez había adelantado que participarían determinados ministros pero no necesariamente él, más allá de que lo supervisara y de que en la mesa estuviera el secretario de Presidencia, Miguel Ángel Toma. El lunes 19, sin embargo, fue sorpresivamente al Ministerio de Ganadería para presenciar parte de la primera reunión. A la salida anunció las próximas acciones que el gobierno aplicará e incluso las explicó a uno de los productores que esperaba afuera. Esa modalidad del cara a cara es muy común en Vázquez durante los Consejos de Ministros abiertos en el interior del país, cuando sindicatos y organizaciones lo esperan para hacerle planteamientos, y fuentes del Poder Ejecutivo afirmaron que al ir al Ministerio de Ganadería Vázquez sabía que podía encontrarse con un “escenario similar”.
Esta vez, las quejas fueron más numerosas, airadas y dispares: el costo país, las bajas jubilaciones, las condiciones del contrato con UPM, el estado del transporte de mercaderías, la inclusión financiera, las pérdidas de Ancap, el precio del combustible, la tasa consular y el asesinato cometido esta semana de la empleada de un supermercado, entre otros.
Moviéndose casi en 360°, Vázquez respondió a cuestionamientos que se alargaron por casi 15 minutos, con un confuso hilo difícil de seguir y un tono que se elevaba por segundo. “Los vamos a sacar, manga de ineptos”, “da lástima, señor presidente” y “vende patria” fueron algunos de los gritos lanzados contra Vázquez, que terminó por reaccionar sin la misma tranquilidad con que inició el intercambio. “Yo puedo abrir la boca, la puedo abrir porque soy honesto. ¡Yo pongo la cara porque soy honesto! ¡Yo no sé si vos sos honesto!”, se defendió en un momento.
Para el politólogo Adolfo Garcé, el presidente “fue a mostrarse preocupado y sensible” y “si hubiera logrado mantener la calma que tuvo al principio hubiera sido otra cosa” porque lograba así destacar “la calidad de la democracia uruguaya”. Pero “perdió mucho más de lo que ganó” al reaccionar. “No creo que Vázquez haya calculado que quería enojarse. Si lo quería así le convenía quedarse en su casa”, analizó.
Es que cuando la discusión ya parecía liquidada y Vázquez estaba dentro de su camioneta, salió irritado del vehículo para responder a un colono que lo acusó de mentir. “Vos sos un mentiroso, así que no me digas mentiroso, ¿entendiste?”, le reprochó. “¿Me entendiste bien? ¡No me digas mentiroso, vos sos un mentiroso! Retirá lo que dijiste de mentiroso. Retirá lo que dijiste”, agregó antes de marcharse.
Como por un tubo.
Los productores rurales consideran que el episodio ocurrido el lunes entre los manifestantes y Vázquez fue premeditado. “No crean que eso fue una casualidad. Lograron que hoy esté en la tapa de los diarios y se hable más de que Vázquez encaró solo a 20 personas, antes de lo que se habló en la reunión. No fue casualidad, muchachos”, sostuvo Álvaro Rivas, presidente de la Sociedad Rural de Durazno, en un mensaje de audio enviado en WhatsApp.
Rivas, uno de los representantes de los productores que participó en la mesa de diálogo en el Ministerio de Ganadería, intentó en el mensaje contestar a las críticas que el movimiento recibió de parte de los propios ruralistas, por publicar un comunicado que repudiaba enérgicamente lo sucedido el lunes y se desmarcaba de quienes cuestionaron a Vázquez, donde había integrantes del movimiento pero también comerciantes, transportistas y colonos ajenos al grupo. “Las personas que protagonizaron estos hechos bajo ningún concepto representan ni nuestro pensar ni nuestros valores”, expresa la parte del comunicado más cuestionada a la interna de los productores.
“No entremos como por un tubo, no podemos, porque perdemos a los 5 minutos. No nos peguemos entre nosotros”, explicó Rivas en su mensaje. “El comunicado es para afuera, es para el resto de la sociedad que no está involucrada con esto. Porque si no, la única versión que tienen es la versión del Sr. Tabaré con respecto a lo sucedido. Acá no hay casualidades. Esto nos tiene que enseñar a todos los que quieren gritar, putear y salir a quemar las naves de que perdemos a los cinco minutos, a los cinco minutos”.
En otro comunicado emitido horas después, Un Solo Uruguay oficializa esa versión al sostener que los hechos “se han usado intentando desacreditar y politizar al movimiento”. Además, anuncia que hasta tanto el gobierno plantee medidas concretas de alcance general, los productores dejarán de participar en la mesa de diálogo propuesta por Vázquez.
Pese a que el episodio derivó en que las conversaciones del gobierno con los ruralistas se frenen luego de semanas de trabajo, y al desgaste que pudo haber sufrido la figura de Vázquez, en el oficialismo aplauden la actitud del presidente. “Demostró sensibilidad ante reclamos justos y a tiempo”, dice un comunicado del Frente Amplio. Y otro destaca: “El presidente de todos los uruguayos y todas las uruguayas, el doctor, el del barrio La Teja, el que instaló y mantiene los gobiernos de cercanía para no perder ese vínculo de primera mano”.
