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El exministro de Ganadería Carlos María Uriarte admite que el “caso Astesiano” puede impactar en la votación del actual oficialismo en 2024, si bien se trata de un tema grave pero de segundo orden en lo que para él debiera ser la agenda pública. Por otro lado, le gustaría ver funcionar a los partidos socios en el actual gobierno de forma “más coordinada” y dice que, a futuro, la alianza podría transformarse en un “Frente de la Coalición”.
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—Bien, pero me gustaría verla más coordinada… Es más, me gustaría verla funcionar más como el Frente Amplio; quién dice que en el futuro no tengamos al Frente de la Coalición. Hoy los partidos de la coalición tienen visiones bastante similares; ojalá pudieran trabajar más coordinadamente y así juntos ser más fuertes.
—¿Cabildo Abierto está tan alineado como el resto?
—Sí, sí. Aprecio mucho a la gente de Cabildo Abierto y lo que hacen. Ha surgido por saber interpretar el interés de personas que no se sentían identificadas con los partidos tradicionales y/o que no tenían espacios para poder contribuir. Lo de Ernesto fue muy parecido. Va a seguir habiendo lugar para movimientos como estos. Hay mucha gente que quiere cambios en la forma de hacer política.
—Cabildo ha planteado algunos proyectos incómodos para el gobierno, como el que limitaba la actividad forestal y que terminó siendo vetado por el presidente…
—Sí, y nosotros discrepábamos con ese proyecto. Pero bueno, son las discrepancias que enriquecen la toma de decisiones. Se discutió, se discutió fuerte, e igual lo considerábamos muy malo; yo fui uno de los artífices para que se vetara. Pero esto no quiere decir nada del aprecio que le tengo al diputado que lo propuso.
—¿Qué costo político cree que tendrá el “caso Astesiano” para el oficialismo?
—Alto. Pero sin quitarle ninguna gravedad me parece que ha sido magnificado por parte de la oposición. Lo de (Alejandro) Astesiano es imperdonable, y la Justicia debe actuar con firmeza al respecto, pero de ahí a cuestionar todo lo que ha hecho este gobierno, y sobre todo el presidente, es de una injusticia enorme. Es una prueba de que no encuentran otra opción. En este gobierno ha habido errores, porque siempre se cometen errores cuando se hace. ¿Qué autoridad moral y ética tienen los que hoy usan este caso para criticar?
Creo que el país debería estar hablando de otras cosas. Un país que es productor de alimentos debería estar preocupado por el manejo del agua, tratar con responsabilidad el tema de la huella de impacto ambiental y otros aspectos que decididamente van a marcar el futuro de Uruguay.
—¿No están esos temas en la agenda actual?
—Están en la agenda de quienes estamos en el tema, pero no en la agenda pública. Me gustaría mucho más estar hablando de estos aspectos que del “caso Astesiano”. Es un claro síntoma de banalización, más propio de los hermanos argentinos que de nosotros. Como país responsable deberíamos marcar los temas públicos realmente importantes. Por ejemplo, hablemos de las cianobacterias que llegan a las playas en esta época del año, que son un claro síntoma de cómo tratamos nuestras aguas. Se le ha echado la culpa al sector agropecuario, pero en realidad el gran generador de cianobacterias son los pueblos del interior que vuelcan sin tratamiento alguno las aguas servidas a nuestros ríos y arroyos. A esta altura de la historia de Uruguay debería ser una prioridad el asegurar que lo que estamos volcando a nuestros ríos y arroyos esté debidamente tratado. Este es un ejemplo de los temas grandes en los que deberíamos estar pensando como país. Otro podría ser lo referente a la logística, en cuanto al desarrollo de hidrovías (tanto en la laguna Merín como en el río Uruguay) y/o la ampliación de la línea férrea. Son todos aspectos que suman costos. Son temas enormes para ser considerados por toda la ciudadanía. Ni que hablar de la reforma de la seguridad social y la educativa, en las que se debe avanzar, no hay otra opción.
