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Cuando Carolina Cosse la llamó para ofrecerle dirigir la secretaría de Educación Física, Deporte y Recreación de la Intendencia de Montevideo, Silvia Pérez Mondino se sintió “extrañada”. Conocida por su trayectoria de más de 30 años en el periodismo deportivo, oficio en el que fue pionera, Pérez nunca había tenido militancia política. En paralelo a sus años de trabajo en la prensa, estudió gerencia deportiva. Siempre se imaginó que aplicaría esos conocimientos desempeñándose en un club deportivo. No imaginaba que lo haría a cargo de políticas públicas municipales, algo que le está resultando más desafiante que su tarea anterior y en lo que intenta “bailar lo mejor posible”.
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Hoy Pérez se encuentra próxima a enfrentar su primera temporada de verano —momento en el que se concentra la mayor actividad de la secretaría— como jerarca municipal. Es la primera mujer que ocupa ese cargo, por lo que de alguna forma vuelve a ser pionera. Con decenas de actividades dentro de los programas básicos de la dependencia, la directora destaca sobre todo los vinculados a las playas; pero particularmente hace énfasis en la importancia de “llevar el deporte al cinturón de la ciudad”, donde se ubican los barrios de situaciones socioeconómicas más desfavorecidas.
“Esta secretaría se tiene que ocupar del deporte social y comunitario, y a eso apostamos”, dice. Ese es uno de los puntos clave que la intendenta le planteó al ofrecerle el puesto: proponer actividades para los niños, adolescentes y jóvenes del oeste de Montevideo, quienes “no tienen otra posibilidad” de practicar deporte.
Esta no es una tarea sencilla, ya que la secretaría cuenta con recursos muy limitados, lo que le “sorprendió mucho” cuando asumió. Según dijo, actualmente el programa de personas con discapacidad tiene 10 profesores, el de personas mayores tiene ocho y para las escuelitas de iniciación deportiva es la Confederación Uruguaya de Deportes la que proporciona los entrenadores necesarios.
“Hay muy pocos profesores, por eso se toman muchos zafrales. Para el verano ingresaron más de 20”, indicó. También se cerró recientemente un acuerdo con el Instituto Superior de Educación Física por el que por primera vez se otorgaron pasantías remuneradas a estudiantes avanzados de la carrera. Hoy hay 32 pasantes que llevan adelante actividades de iniciación deportiva y recreación para niños y jóvenes en diferentes zonas de la ciudad.
“También me interesaba que se ocuparan ofreciéndoles actividades a las madres de esos niños, que muchas veces son jefas de hogar, con problemas económicos o que han sufrido violencia de género”, explicó Pérez.
Otra dificultad que pelea por sortear es que “a la gente le cuesta salir del barrio”. En ese sentido, la directora explicó que si bien tanto el Sacude como el Crece, dos centros municipales, concentran numerosas actividades gratuitas, no es fácil que la gente de la zona los utilice.
“A seis cuadras del Crece está el barrio Las Cabañitas. Y cuando invitaron a los gurises de la zona a ir, no les gustó, se sentían distintos, que se vestían diferente… A veces cruzar esa cañadita que los separa es como ir a Berlín”, comentó.
La misma problemática causa que muchos niños nunca hayan conocido la playa pese a vivir a 10 minutos en ómnibus, agregó Pérez, un aspecto que también se trabaja fuertemente a través de los programas de la secretaría.
La adhesión a las actividades gratuitas se dispara sobre todo en los meses de verano, aunque se llevan adelante todo el año. En la temporada pasada, por ejemplo, la intendencia registró la presencia de 2.500 usuarios en el programa de personas mayores, 1.800 en las actividades dirigidas a personas con discapacidad y 2.350 en las escuelas de iniciación deportiva. Si bien no tienen aún proyecciones, las autoridades esperan aumentar esas cantidades este año.
Consultada acerca del perfil de los usuarios, la directora explicó que depende mucho de la actividad. Al de personas mayores se suman sobre todo mujeres, con quienes además de caminatas e hidrogimnasia (en convenio con varios clubes de la ciudad) se lleva adelante una labor social. Los niños y jóvenes también disfrutan de ese beneficio. Como buena parte de los clubes deportivos están instalados en predios municipales, la intendencia les exige diversas contraprestaciones, como becas para escuelas públicas. Así, hay acuerdos con la Asociación Cristiana de Jóvenes, el Club Defensor Sporting o el Biguá, por ejemplo.
Durante ese verano la secretaría desarrollará actividades como gimnasia y campeonatos de tejo en playas del este y el oeste y deportes y recreación en parques y plazas públicas. Además, se organizaron por primera vez actividades para personas sordas o con hipoacúsicas que tienen lugar dos veces a la semana en el parque Batlle. También está la Escuela de Mar, una de las iniciativas “insignia” de la secretaría, según Pérez, que durante el año lleva adelante actividades deportivas en piscinas y en el verano desembarca en las playas con clases de surf, canotaje y otros deportes acuáticos.
Más entrado el año, la maratón de Montevideo se celebrará el 7 de mayo y se buscará replicar la experiencia de 2022, en la que por primera vez se modificó el recorrido original por la rambla, para que el circuito atravesara 25 barrios de la capital.
“Era uno de los objetivos que me planteó Cosse cuando asumí y fue un éxito impresionante”, señaló Pérez. Según dijo, los “deportistas de elite” que corren los 42 kilómetros disfrutan de recorrer las ciudades “como sucede en Nueva York o Buenos Aires”.
La secretaría también mira de reojo la posibilidad de que el Estadio Centenario sea sede del Mundial de Fútbol en 2030. Para Pérez no parece muy viable debido a la falta de infraestructura hotelera y de servicios del país. Sí cree que Montevideo podría apuntar a tener el partido inaugural o la final de la competencia, con el antecedente reciente y positivo de la final de la Copa Libertadores y la de la Copa Sudamericana.
“En aquella oportunidad se le lavó la cara al Centenario, se maquilló un poco. Para un Mundial habría que hacerlo por lo menos en un 70% o un 100% a nuevo, dependiendo de cuánto se quiera o se pueda invertir”, sostuvo. Además, dijo que recibir el Mundial “podría ser una gran oportunidad para aggiornar la ciudad”, pero debería ser una decisión “muy bien estudiada por todo lo que implica”.
“Debería haber un acuerdo de partes entre la Asociación Uruguaya de Fútbol, el gobierno nacional y la intendencia”, agregó.
Pedidos
Una de las cosas que “más ha hecho” desde que tomó el cargo es “recibir gente que viene a pedir cosas”: desde un lugar para entrenar hasta apoyo para camisetas. “La gente cree que la intendencia es como un cajero automático y muchas veces no podés cumplir con lo que te piden”, contó.
Una de las líneas de trabajo que desarrolla busca que Montevideo sea “amigable” con el deporte. Aseguró que la administración “se propuso mejorar los espacios públicos y llevar actividades para que la gente pudiera disfrutar de ellos”.
En ese marco, por ejemplo, las autoridades pretenden retomar un acuerdo con el Instituto Nacional de Rehabilitación para comenzar a reparar los gimnasios al aire libre repartidos por la ciudad e incluso incorporarles un código QR que enseñe a los usuarios la forma correcta de utilizar los aparatos.
