Prensa en cine

En primera plana (Spotlight, 2015), de Tom McCarthy. El equipo de periodistas, con Mark Ruffalo, Michael Keaton y Rachel McAdams, investiga la pedofilia silenciada por la Iglesia católica.

Miedo y asco en Las Vegas (1998), de Terry Gilliam, porque también hay grandes periodistas que escriben desde su propia condición desprolija, como Hunter Thompson. Sublimes Johnny Depp y Benicio del Toro.

El ciudadano (Citizen Kane, 1941), de Orson Welles, una de las grandes películas de la historia del cine. Un magnate de los medios de prensa, el pez gordo detrás de las noticias que desea controlarlo todo. El millonario Randolph Hearst, en quien se basó Welles para su personaje, se ofendió. Siempre hay gente que se ofende.

El año que vivimos en peligro (1982), de Peter Weir. Un corresponsal australiano, con el rostro de Mel Gibson, en la Indonesia de Sukarno. Periodismo lejos de casa, y si tenés suerte, sale un romance con Sigourney Weaver.

Poder que mata (Network, 1976), de Sidney Lumet. El impresionante poder de la televisión, el rating por encima de todo. Y una oscarizada actuación de Peter Finch.

Cadenas de roca (The Big Carnival, 1951), de Billy Wilder, con un sibilino Kirk Douglas como el periodista que tiene la primicia de un hombre atrapado en una cueva y monta un enorme tinglado alrededor del hecho para manejarlo a su antojo.