• Cotizaciones
    domingo 16 de febrero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    El diputado Asti, el Colegio de Contadores y el Cambio Nelson

    Sr. Director:

    , regenerado3

    En la edición del pasado jueves 4 del corriente, se publica en “Cartas al Director” una carta titulada: “El diputado Asti, el Colegio de Contadores y el Cambio Nelson”.

    En la misma, el Cr. Jorge Bergalli intenta responder mis comentarios en las redes sociales respecto a lo que apareció en la prensa digital (www.enperspectiva.net) como comunicado del Colegio de Contadores, cuando en realidad, dicho comunicado fue firmado solo por la Comisión de Auditoría, en relación con los dichos sobre actuación profesional de algunos Contadores en el Cambio Nelson. En esa publicación manifesté que me sentía avergonzado por quienes salían a defender la actuación de esos profesionales, amparándolos por el limitado alcance de los informes de compilación.

    En primer lugar corresponde destacar que mis opiniones se basan en declaraciones de autoridades del Banco Central realizadas en la Comisión de Hacienda de Diputados el día 22 de marzo del corriente, cuando fueron expresamente convocados para que explicaran la situación del referido caso en la órbita de la Justicia. Consideré además la posición de la Fiscalía, cuando esta apeló el no procesamiento con prisión del contador Humberto Capote. En ningún caso hice mención a temas político-partidarios.

    El Cr. Bergalli aprovecha esta circunstancia para recordar una denuncia que él mismo presentó contra mi actuación como socio del Colegio en la Comisión de Ética del mismo. Si lo que pretende con ello es empañar mi imagen, creo que puede resultar lo contrario ya que en el fondo la discusión sigue siendo la misma: ¿Quién defiende la calidad de la información contable?

    Esa denuncia tuvo su origen en expresiones que realicé como legislador en la Comisión de Hacienda de Diputados, en abril de 2009, en oportunidad de comentar mi disgusto por las posiciones expresadas en esa misma reunión por el Contador Bergalli y otro colega contra el proyecto de ley sobre Creación del Instituto de Normas Contables Adecuadas, presentado por el Poder Ejecutivo.

    Dicho proyecto es parte de un programa de mejora del clima de negocios y transparencia financiera, que, siguiendo lineamientos internacionales, trata, ante la falta de una normativa legal y la inexistencia de autorregulación profesional obligatoria, crear una institucionalidad creíble y eficiente que lidere el proceso de emisión y adopción de normas internacionales de información financiera.

    El proyecto de ley prevé un servicio descentralizado, con independencia técnica, dirigido por tres profesionales que tengan incompatibilidad con el ejercicio de actividad profesional contable. El mismo cuenta con asesoramiento de la Comisión Asesora de Normas Contables, integrada por la Academia, con representación de los emisores de los estados contables, organismos de contralor y, por supuesto, también con el Colegio de Contadores.

    En esa misma reunión también se expresaron por parte de los antedichos contadores agravios inaceptables hacia la “conducción de nuestra facultad, encabezada (en ese momento) por el distinguido y querido profesor Walter Rossi, a quien defendemos y apoyamos en su gestión universitaria, profesional y personal”. Estos temas motivaron mis expresiones en aquel momento en la Comisión de Hacienda (y que hoy sostengo) y por las cuales el Cr. Bergalli me denunció ante la Comisión de Ética del Colegio.

    Poco tiempo después, estos dos profesionales fueron electos en los principales cargos al Consejo Directivo del Colegio, desde donde profundizaron sus críticas al proyecto y a la conducción de nuestra Facultad.

    Esos hechos me demostraron la incompatibilidad de seguir ejerciendo mi banca como representante nacional y perteneciendo a un colectivo que priorizaba el corporativismo en aras de su posición, antes que elevar la mira y defender la profesión contable y su importancia para que a través de sus intervenciones se logre la mejora en la calidad y transparencia informativa y el desarrollo de mecanismos de divulgación de la información económica y financiera del sector empresarial (público y privado), en forma comprensible, fiable, relevante, comparable, oportuna y de fácil acceso, constituyéndose en factor fundamental para la toma de decisiones dentro de cada empresa y fuera de ella, por los órganos de contralor y otros usuarios de esos estados contables.

    En aquel entonces (13 de mayo de 2010) tomé la decisión de pedir la suspensión de afiliación al Colegio “con tanta convicción y dolor y a la cual prefiero no llamar renuncia después de 33 años de afiliado y de haber desempeñado diversas responsabilidades en la institución, dedicando muchos años de mi vida al engrandecimiento, modernización y relacionamiento internacional de la misma”.

    Si, quienes dirigían en ese entonces el Colegio, no aceptaban que se pudiera criticar su posición y defender desde el Parlamento un proyecto de ley que se consideraba útil para la profesión y la sociedad en su conjunto, existía un dilema de hierro: o estaba de un lado u otro de la controversia. Pese al afecto que tengo a la mayoría de mis colegas, a la institución y su historia, a los muchos esfuerzos que durante muchos años dediqué a la misma, no tuve ninguna duda a la hora de discernir si debía optar entre la defensa del interés general y de la jerarquización de la profesión y su vínculo con la sociedad y en particular con nuestra querida Universidad, y de la calidad de información contable por un lado y el corporativismo de una Institución que no compartía estos criterios del otro. Sin dudarlo opté por el primero y seguí y sigo expresando y aportando mi experiencia en el tema desde la banca por la que fui electo por la ciudadanía.

    Yendo al fondo del tema, en realidad el reproche social y jurídico a quienes intervinieron profesionalmente en la compilación de los estados contables del Cambio Nelson poco tiene que ver con los pronunciamientos del Colegio y el alcance de los informes de Compilación. La distorsión deliberada en la exposición de los saldos contables de esa empresa elude toda normativa profesional y de la legislación vigente desde hace décadas en el país (ley 16.060, decretos 103/91 y 266/07) y puede ser reconocida por cualquier estudiante de 1er año de Contabilidad de la Facultad o un novel auxiliar contable.

    Para que pueda entenderse por quienes no tienen formación contable, pongo un ejemplo práctico: si un arquitecto ve en un plano proyectada una ventana en el piso en lugar de la pared, seguramente no pondrá su firma en el mismo. Quienes intervinieron en la compilación de los estados contables de Cambio Nelson hicieron algo parecido. Restaron de los saldos a cobrar a empresas vinculadas al propietario del Cambio, los saldos a pagar a quienes depositaron ilegalmente su dinero (es decir, en la jerga, “netearon” saldos contrapuestos) lo que está expresamente prohibido. Para agravar la situación, ese saldo neto lo expusieron como disponibilidades (cabe decir, solo dinero en efectivo o cuentas bancarias).

    Mi reproche al Colegio y a los colegas que salieron públicamente a limitar el alcance de los informes de compilación y la conveniencia de usar informes de Auditoría, es no haber condenado previamente la mala práctica profesional. Cientos de colegas que mensualmente presentan informes de compilación tanto en relación de dependencia o independencia, no pueden quedar bajo el mismo manto de sospecha de mala práctica profesional o en el mejor de los casos, de innecesaria intervención en ellos, ya que ni siquiera brindaría la seguridad de la correcta exposición de los saldos contables según legislación vigente.

    La calidad y transparencia de la información financiera y las intervenciones de los profesionales contables en la preparación, emisión, compilación y contralor de los mismos, deben ser primer motivo de preocupación de la profesión y de su institución representativa, aunque la misma no tenga el carácter de colegiación legal ni abarque a todos los egresados.

    “Parafraseando al Dr. Salvador Allende. ‘más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas’ por las cuales confiamos que el Colegio retomará plenamente la defensa de una profesión para el siglo XXI con jerarquización, transparencia y actualización permanente, donde importe más el servicio que como profesionales universitarios debemos aportar a la sociedad que nos formó y no las pequeñas mezquindades personales de algunos pocos que priorizan lo individual sobre lo colectivo”.

    PD: Luego de escribir estas líneas tomé conocimiento de un comunicado del Colegio que, si bien reafirma el comunicado de su Comisión de Auditoría, luego detalla las obligaciones que los contadores deben cumplir para firmar un informe de compilación, las que claramente no se cumplieron en el caso del Cambio Nelson por parte de los contadores involucrados. Me alegro, y con ello doy por cerrada definitivamente esta discusión.

    Nota: Los entrecomillados corresponden a frases de mi nota del 13 de mayo de 2010 donde solicito suspender mi afiliación al Colegio.

    Alfredo Asti

    CI 1.147.469-0