Al título de esta columna lo puse entre comillas, porque así se llama el tango que compuso e inmortalizó don Carlos Gardel, en homenaje a uno de los cien barrios porteños.
Pero en realidad lo traigo a colación a raíz del bolonqui que armó nuestro compatriota y ex canciller Luis Almagro, hoy secretario general de la OEA, con su cartita dirigida a doña Tibisay Lucena, suprema sacerdotisa chavista de los resultados electorales en la pobre Venezuela progresista y socialista del S XXI.
Ni bien se conoció el texto de la extensa misiva, tras la inmediata reacción del exquisito estadista caribeño que responde al nombre de Diosdado Cabello, que llamó a la OEA “la institución más pervertida, corrompida y desprestigiada del mundo”, la Unasur convocó a una reunión de urgencia del Grupo de Trabajo sobre Derechos Humanos, que funciona bajo la presidencia pro tempore del diputado uruguayo del MPP Braulio Elgenu Flexo. El encuentro se llevó a cabo en el balneario Bahía del Comandante, ubicado en las costas venezolanas sobre el Mar Caribe.
El debate fue abierto por el presidente, quien justificó ante los delegados presentes la urgencia en reunir este prestigioso cenáculo de expertos, con la finalidad de decidir los pasos a seguir dada la gravedad de la denuncia presentada por Almagro.
Explicó luego que, antes de tomar las decisiones del caso, había mandado preparar una exhibición de videos, que se analizarían con tal fin.
El primero de los videos muestra un enfrentamiento callejero entre estudiantes que realizaban una manifestación y las fuerzas bolivarianas, reprimiendo a los manifestantes a sangre y fuego. Se aprecia cómo varios estudiantes mueren bajo las balas de los soldados, y cientos son apresados y metidos en camionetas de la policía, que se los lleva con fines desconocidos.
Ante el asombro pero también el silencio de los asistentes, otro video permite observar largas colas de sufridos aspirantes a consumidores, a la puerta de varios supermercados, mostrándose luego las góndolas vacías. Se escuchan voces de protesta de la gente, y se ve también cómo algunos soldados se llevan violentamente a algunos de los que se animaron a alzar su voz reclamando harina de maíz, leche y papel higiénico.
A esta altura era previsible que alguno de los asistentes al encuentro hiciera algún comentario.
En efecto, el delegado boliviano Apumaita Melocre Otodo, pidió la palabra y le preguntó a la mesa cuál era la razón por la cual se les estaba exhibiendo esta sorprendente colección de imágenes.
Desde la presidencia llega entonces un pedido de paciencia y silencio, hasta que se termine de exhibir todo el material.
A continuación, otro video muestra al fiscal Franklin Nieves entrevistado por la CNN, declarando que había sido forzado a argumentar contra Leopoldo López, para que la condena al preso político del régimen diera los resultados esperados, y que había tenido que huir de su país por temor a serias represalias.
Aquí ya no se aguantaba más el suspenso, y el delegado argentino Ricardo Sines Crúpulo pidió que se dieran explicaciones desde la mesa, ante esta seguidilla de escenas desconcertantes, que parecían mostrar la cara más desgraciada del régimen chavista, que el chofer de ómnibus Nicolás Maduro dirige en medio de la tremenda crisis social, económica y política de la castigada Venezuela.
Lo mandaron callar, igual que al boliviano, y se volvió a pedir paciencia y silencio.
El último de los videos exhibidos mostró al propio Maduro declarando que “la revolución no se entrega”, y que si al oficialismo le va mal en las elecciones del 6 de diciembre, convocará a los uniformados para proseguir mandando en un régimen “cívico militar”.
Fue entonces que el presidente les explicó a los delegados asistentes al encuentro que, salvo el último video, todos los demás eran escenas trucadas, preparadas en los Estados Unidos con efectos especiales e imágenes de archivo filmadas en Etiopía y Sudán muchos años atrás, y que todo lo que se decía y se argumentaba era falso, porque la inflación en Venezuela es de solo el 5% y no de 200%, como dicen los enemigos de la revolución, agregando que Venezuela es un país rico, y que prueba de ello es que el gobierno había girado esta misma semana 50 millones de dólares al Uruguay, para pagar el primer tramo de los 300 millones en alimentos que le ha comprado a este país.
Agregó que tiene en su poder copia del recibo de los 10 millones de dólares que la CIA le entregó al fiscal Nieves para que declarara en contra del justo y debido proceso al que había sido sometido el conspirador y agitador, asesino y miserable sujeto llamado Leopoldo López, que había sido condenado a solo 14 años de cárcel, cuando en realidad lo que hubiera correspondido era fusilarlo en un paredón de la cárcel de Ramo Verde.
Las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre serán justas, transparentes y limpias, como siempre lo han sido en Venezuela, y el gobierno respetará el resultado. Por ello, agregó, lo que el presidente Maduro dijo, en cuanto a que la revolución no se entrega y si se perdiera, se formará un equipo cívico militar para proseguir el camino al socialismo, no será necesario ponerlo en práctica, porque el Tribunal Electoral que preside doña Tibisay Lucena ya ha manifestado en privado que seguramente el gobierno ganará con amplia ventaja las elecciones.
Concluida la sesión, todos los delegados ratificaron su apoyo al régimen y su compromiso de defender sin vacilaciones el camino al socialismo del S XXI, contra viento y marea.
Concurrieron luego a una cena en el lujoso restaurante La Langosta Socialista, donde disfrutaron de un excelente menú de frutos del mar, regado con abundante whisky, brindando con champagne al culminar los postres.
A la salida, un simpático funcionario venezolano les iba entregando a los asistentes, a medida que se retiraban, una bolsa con sorpresitas, como recuerdo de su estadía en tierras progresistas, recomendándoles que no la abrieran hasta llegar a sus respectivas habitaciones en el hotel en que se hospedaban.
Adivinen quién era. Acertaron: ni más ni menos que Guido Antonini Wilson.
