Alrededor de 40 renuncias suma la Universidad Tecnológica desde 2014, incluido el secretario general y otros altos cargos

Además de las 39 “renuncias definitivas”, hay otras 27 que, según Chilibroste, responden a dos razones diferentes: “Catorce son cambios de cargo dentro de la institución y 13 responden a situaciones de personal que gana un concurso y se le avisa que ganó y puede tomar la posición, por alguna razón, decide no tomarla”.

La Utec cuenta con una plantilla que no supera los 200 trabajadores, entre unos 140 docentes y otros 50 funcionarios de apoyo.

Alta rotación.

Las autoridades de la institución aducen una “alta rotación de docentes jóvenes con baja dedicación” y descartan que las renuncias obedezcan a una “disconformidad” con la oferta de trabajo o a “conflictos internos”, y “mucho menos a persecución laboral”.

“Sí hay rotación en algunas actividades, sobresaliente en el área de difusión o de tecnología de la información, en tareas de apoyo y en actividades docentes jóvenes con baja dedicación”, explicó Chilibroste, quien descartó “un evento de renuncias masivas”.

Ha habido rescisiones o no renovaciones de contratos, continuó, pero estas son “muy puntuales, nada de gran magnitud: 15 o 20 en todo el proyecto”.

Aseguró que la Utec tenía previstas algunas de las rotaciones por tratarse de “áreas específicas donde los salarios no son muy competitivos. Pero, en general, quienes se van lo hacen en muy buenas relaciones”.

Preguntado sobre la renuncia del secretario general de la universidad, efectivizada a principios de mes, Chilibroste sostuvo: “Esa fue la última gran renuncia y… ya estábamos al tanto de la decisión, por un cambio de posición”. Enseguida agregó: “Se trata de un caso particular, tampoco lo tomamos como un portazo”.

Con respecto a las renuncias en menos de un año de los encargados de capital humano, el consejero explicó que uno estuvo 20 días —“tenía muy buen perfil, ganó el concurso y se fue por una oferta mejor en el exterior”, dijo—, mientas el otro estuvo dos meses y “no pasó el período de prueba”. Apuntó que “hoy esa posición está cubierta con estabilidad”.

Una situación similar explica la renuncia del director académico, según Chilibroste. “La persona seleccionada estuvo menos de dos meses y por una serie de razones particulares debió dejar el cargo”, que también está cubierto hace más de un año, agregó.

Sobre el coordinador de Mecatrónica, Chilibroste explicó que se trata de un investigador de la Universidad de la República (Udelar), a quien “le salió una posición de dedicación total en la Udelar” y decidió dejar su cargo en la Utec para concentrarse en actividades de investigación.

“En síntesis, de las cinco renuncias de mayor responsabilidad en Utec, solo dos estuvieron un tiempo razonable dentro de la organización, y en ambos casos está muy claro el motivo de su desvinculación”, dijo el consejero.

Compensaciones.

Chilibroste justificó además, las compensaciones para los altos cargos. Sobre el caso concreto del director del Instituto Tecnológico Regional (ITR) Suroeste, Andrés Möller, informó que su sueldo base supera los $ 90.000. Además, Möller percibe unos $ 30.000 como docente de Inicio de Mecatrónica en la propia Utec, 20 horas semanales, el equivalente a un docente grado 1 de la Udelar.

El cargo de director de ITR requiere dedicación full time, según las bases del llamado. De acuerdo al punto 3 del Acta 34/16 del 31 de mayo de 2016, se aprueba una compensación extra al sueldo por dedicación exclusiva del director del ITR Suroeste: 40% del sueldo base.

Actualmente hay “solo cuatro cargos de confianza” en la Utec, dijo Chilibroste: los tres consejeros provisorios —Rodolfo Silveira, Graciela Do Mato y él—, más una secretaria del Consejo.

En la web de la Utec también aparecen más de un centenar de referencias a consultorías, contratos de servicios y arrendamientos de obra. “En servicio jurídico, por ejemplo no tenemos contrato permanente: se hace según los servicios puntuales”, justificó.