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En los últimos años, el mercado laboral ha mostrado una creciente pérdida de puestos de trabajo. Para el gobierno, se trata de una tendencia que “duele y preocupa”, según palabras del ministro de Trabajo Ernesto Murro. Al cerrar 2018, el Banco de Previsión Social (BPS) registró un leve aumento de los beneficiarios del seguro de paro (que totalizaron 37.859 personas) en comparación con diciembre del año anterior. Economistas consultados por Búsqueda esperan que el dato de desempleo al cierre de 2018 —que se anuncia hoy jueves— alcance 8,4%, lo que mostraría un mercado laboral sin mejoras con respecto al año anterior (Búsqueda Nº 2.002).
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Pero algunos estudios del BPS esclarecen un poco más ese indicador: desde 2006 las empresas parecen apostar más a los mecanismos como las suspensiones temporales (que se triplicaron) y las reducciones de jornadas laborales (que se cuadriplicaron). Así, en el total de las altas de desempleo otorgadas por el organismo de seguridad social, el peso de los despidos se redujo desde 62% en 2006 a 49% el año pasado.
En general, las altas por desempleo (incluyendo todas las causales) crecieron desde 4.026 en 2006 a 9.744 en 2018. La cifra del año pasado supone un descenso desde las 10.398 altas otorgadas en 2015, lo que según un informe de la Asesoría General en Seguridad Social del BPS es “paradójico” dado el descenso que durante ese período registró el desempleo.
“Esto podría verse explicado por el aumento de la cantidad de trabajadores formalizados, y a partir del 2009 con la vigencia de la nueva ley (18.399), la incorporación de nuevos colectivos como trabajadores con multiempleo”, apunta.
Además, agrega que las empresas “han optado por mantener en planilla a los trabajadores” utilizando la posibilidad de suspensiones laborales (cuando el trabajador mantiene el vínculo laboral pero es temporalmente suspendido, y que el año pasado significó 39% de las altas) o reducciones (cuando la jornada de trabajo se reduce en más de 25% por razones ajenas al empleado, y que constituyeron el 12% de las altas el año pasado).
Los casos de suspensión laboral se dieron sobre todo en empresas vinculadas al agro y la manufactura. Estas últimas son las que representan la mayor proporción (25%) de altas por desempleo (considerando todas las causales), seguidas del comercio (17%) y la construcción (14%). Además, aunque en aumento en los últimos años, las altas por desempleo en el servicio doméstico siguen siendo minoría (3%).
Mayores de 50
Los casos de desempleo en trabajadores mayores de 50 años son los que “más crecimiento” han registrado, afirma el informe. Aunque siguen siendo minoría en el total, las altas por despidos en este colectivo se mantienen en máximos desde 2006. El año pasado alcanzaron 18% del total (844 casos) en comparación con el 17% que representaban en 2017 (cuando fueron 893 altas, la mayor cantidad del período estudiado). Lo mismo sucede con las altas por reducción, donde los mayores de 50 años significan casi 2% del total, registrando 22 casos (el mayor número desde 2006).
“En términos absolutos las altas por esta causal aumentan todos los años, hasta el 2014, donde comienza un período de altibajos en la cantidad de altas por despidos a mayores de 50 años, si bien la cantidad no ha descendido de los 800 beneficiarios”, señala el BPS.
A partir de 2009 este grupo de empleados tiene un período extendido de cobertura, de unos seis meses o 72 jornales más dependiendo del régimen del trabajador. De todas formas, la mayoría de las altas por desempleo en todas sus causales se registra entre los trabajadores entre 20 y 39 años de edad, seguidos de los que tienen entre 40 y 49 años.
“Los grupos con menor participación son los que pertenecen a los extremos, es decir, los menores de 20 y los mayores de 60 años. Tanto en jóvenes como en personas mayores de 60 años, la incorporación al mercado laboral no es tan sencilla y, por ende, la dificultad de contar con los requisitos para quedar comprendidos dentro del subsidio por desempleo. En el caso de los jóvenes la dificultad para incorporarse al mercado formal de trabajo es mayor, ya que según cifras del INE, en el 2016 los menores de 25 años presentaron una tasa de desempleo del 23,8%, mientras que en los mayores de 60 años dicha tasa fue de 2,9%”, aclara el informe.
Mejoras
Otro estudio del BPS analiza la evolución del subsidio por desempleo en 2006 y 2017, según un modelo de valoración utilizado por la Asociación Internacional de Seguridad Social. En general, el nivel de las prestaciones y la tasa de desempleo se mantienen igual, pero se registró una fuerte mejora en la administración y el servicio que rodea a la prestación.
El informe destaca que el nivel de cobertura aumentó incorporando al sector doméstico, así como mejoró el tipo de subsidio y su duración gracias al tratamiento especial para los mayores de 50 años. También el nivel de la prestación tuvo avances gracias al aumento de los salarios. Por otra parte, los servicios de empleo lograron incorporar “personal capacitado” y aumentó su uso (en 2008 no se hacía uso de los Centros de Empleo, que fueron utilizados por 21% de los desempleados en 2017). La Asesoría recuerda, además, que la administración de la prestación mejoró gracias a ciertas facilidades como el trámite online, así como un acortamiento en las fechas de pago y tiempos de aprobación.