Inesperada noticia

Más tarde, en su tradicional conferencia de prensa en la que relata todo lo que se hace, se dice, no se hace y no se dice en la santa sede, el secretario privado de su santidad, monseñor Diegus Canepatti fue más explícito que el santo padre, y aclaró algunas de las razones que llevaron al papa a anunciar su retiro.

Señaló, por ejemplo, que le resulta inmanejable el enfrentamiento entre el grupo del cardenal Astorius, Gran Prefecto del Supremo Consejo de la Economía Vaticana, que integran también el obispo Ferdinando Lorentius y el padre Marius Bergarius, y el grupo internamente conocido en la santa sede como el MPP (Movimiento de Presbíteros Progresistas), que operan dentro de la Congregación para la Promoción de las Divinas Obras en la llamada OPP (Orden de los Promotores del Progreso). Aparentemente, estos últimos se han propuesto seguir gastando los dineros del Estado sin freno ni medida, mientras que, desde el Supremo Consejo de la Economía, el cardenal Astorius se queda ronco en el púlpito reclamando y procurando que se le entienda que es un disparate seguir ese dispendioso camino de subsidios y limosnas sin que se aseguren los ingresos que permitan financiarlos.

Dijo asimismo monseñor Canepatti, que el papa está muy contrariado con el manejo de las relaciones internacionales que están a cargo del cardenal Almagrus, Secretario de Estado del Vaticano. Dice monseñor Canepatti que al papa Pepius V lo llevan los vientos cuando le pide datos del progreso de las obras del dragado del canal Martinius, que separa las tierras de los Estados Pontificios de la vecina ciudad de Roma. La falta de dragado promueve que se le cuelen en el Vaticano los audaces y desenfadados romanos, que vienen a venderles vestimentas y joyas de contrabando a los inocentes seminaristas y que intentan cortejar a las monjitas que circulan cándidas y puras por las calles del Vaticano. Parece que el papa se queja de que cada vez que lo llama al cardenal Almagrus, este está de viaje en Babilonia, donde dice que tiene muchos amigos que lo ayudan en la propagación de la fe. Y mientras eso pasa, Roma les niega el acceso a los curas que pretenden ir a confesar a los pecadores del otro lado del canal, y ni siquiera le permite exportar biblias de regalo para las clases de catequesis de los colegios religiosos.

Por otra parte, la difícil situación interna de la curia vaticana ha sido sin duda una de las razones que llevaron al santo padre a tomar esta inesperada decisión de alejarse de su sitial. La proliferación de grupos y subgrupos internos que cada vez se enfrentan más entre ellos, mostrando mucho más ambición de poder que deseos de cumplir con sus responsabilidades, han desgastado la resistencia del anciano pontífice, quien finalmente ha resuelto dejar su cargo en fecha próxima.

En el día de hoy circula una edición del periódico “Corriere della Tatucera” que contiene un reportaje al santo padre realizado tras la inesperada noticia de su dimisión. En el mismo, y nuevamente expresándose en su dialecto de origen, que el periódico recoge en su versión textual, su santidad Pepius V se refiere enfáticamente al estado emocional que motivó su gravísima decisión.

Dice la nota que el papa dijo, alzando el báculo, —“¡me tienen canshao, preocupao, amargao, ¡me tienen podrido, me tienen! ¿shabé? Etoshejpeculadore etranjero que vienen a comprar tierra pasherla shubir de preshio y dijpué venderla, ¡shon uno vendepatria muy jodido esho tipo! ¿y que puedo hashé yo, shi lajleye lo protegen? ¡Me-jo-do y tá!” —manifestó al periodista el santo padre en su reportaje. Más adelante, en la misma nota, el papa dice que lo tienen cansado los problemas que él trató de resolver y no ha logrado. Textualmente dijo que “la sheguridá era una prioridá, y te matan un desgrashiao por día, hay ajuste de cuenta entre delincuente, que no te olvidé que no shomo todo curita de orashión diaria lo que vivimo acá adentro, ¿shabé? Hay mucho vivo shuelto en la vuelta, por má Vaticano que shea, y dijpué, la educashión, un fra-ca-sho ¿mentendé? Mandamo la prueba esa de la torre de Pisha o algo ashí, y noj reventaron todito, lo gurishe son uno burrito, hay deshershión, repetidore todo lo que quiera, y de la ¡shalú no te digo nada! ¡Un de-shas-tre, papá! Ni el padre Olesque, que lo pushe ahí primero y dijpué lo pashé pal Mide, pa que me shacara lo pobre de la caye, ni el obijpo Venega, que resulta que lo tuvimo que fletar porque ni cura era, había fraguao lojdocumento ¿tedajcuenta? ¡como pa no renunshiá, papá! ¡Me laj tomo y tá!” —concluye el patético reportaje al papa renunciante.

En fecha próxima se reunirá el cónclave de los cardenales con vista a la elección del nuevo pontífice. Se descuenta que habrá clara mayoría en favor del Cardenal Tabarius Vazquius, obispo de La Teja. Y rápidamente saldrá por la chimenea el humo blanco, rojo y azul.