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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáA mediados de 1975, la entonces llamada Comisión del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Nación daba curso a la propuesta de asignar condición patrimonial al predio “en el que estuvo emplazada la casa natal del general José Artigas, formado por el padrón 2740, solar 7, con frente a la calle Colón Nos 1501, 1507 y 1511 y el actual padrón 2741, solar 8, con frente a la calle Cerrito, antes No 293 hoy sin número, de la carpeta catastral No 24 de la ciudad de Montevideo”, decisión formalizada por el Poder Ejecutivo por resolución del 8 de julio de ese año.
Pasaron desde entonces 45 años sin que pudiera instrumentarse una gestión encaminada a poner en valor la significación histórico-patrimonial del lugar. Hoy debemos celebrar que ese proceso empieza a revertirse, en tanto el predio y sus construcciones acaban de pasar a la órbita municipal, proceso en el que tuvieron protagonismo la Comisión Pro Solar de Artigas y el alcalde del Municipio B, Carlos Varela.
Este en particular siempre tuvo claro de qué se estaba hablando: “Tenemos en el territorio, identificado claramente, el solar donde vivió la familia Artigas y donde nació José Gervasio Artigas. La construcción que está sobre ese solar, hoy, obviamente, no es aquella y no tiene valor patrimonial arquitectónicamente hablando, en tanto es una construcción moderna de uso comercial…”. Todo bien, pero algunos titulares de prensa encienden la alarma. Así encontramos: “Recup erada la casa natal de Artigas” o “Ahora, saldada la deuda, el objetivo es reciclar el inmueble …” (copio en ambos casos con énfasis agregado).
Con la intención de ayudar a enderezar las cosas, me atrevo a proponer:
Demoler las edificaciones existentes, dando inicio a una exploración arqueológica que permita acceder a las huellas de preexistencias originales, de tiempos en que los Artigas se afincaron en el lugar y José Gervasio pasó su niñez.
Promover un concurso en el que equipos de integración diversa —incluyendo arquitectos, historiadores, arqueólogos, y otros actores con capacidad creadora— den por resultado una propuesta inteligente, alejada de todo monumentalismo ceremonial, pero no por ello menos eficiente en su dimensión educativa y en la valoración vivencial por el común de los ciudadanos, pueda dar respuesta adecuada a la oportunidad de incorporar al área de Ciudad Vieja un espacio cívico rememorante del ideario del prócer y de su infancia en el Montevideo naciente.
Nery González
CI 816.392-5